El Atalanta sorprendió al Milan este fin de semana no solo por superarlo en el marcador, sino, además, en el juego, al haberle ganado por 3 a 0 en un duelo clave por la Serie A, que le impidió al líder seguir sumando y a sus seguidores descontarle. El equipo visitante se impuso en el San Siro gracias a los goles del argentino Cristian Romero, Josip Ilicic y el colombiano Duván Zapata.

Pero lo que más dejó atónitos a los jugadores del conjunto local, a los aficionados y a la propia prensa italiana fue la jugada ocurrida antes del final del primer tiempo, en un tiro libre en favor del Atalanta, en el borde del área. Ilicic fue quien se hizo cargo de la ejecución, pero antes de patear, tres de sus compañeros se pusieron por delante del balón, de espaldas a él y de frente al arco.

De esa manera quedó conformada una doble barrera, una compuesta por jugadores del cuadro visitante, y otra, más nutrida y respetando la distancia, del local. Obviamente, al momento de la ejecución, la primera línea se desarmó hacia adelante al oír el pitazo final y despejó el camino para el disparo del delantero esloveno, aunque el arquero Donnarumma logró taparlo.

La acción se viralizó en las redes sociales y abrió las puertas a una posible estrategia que podrían adoptar otros equipos, ya que pese a que el tiro libre no terminó en gol, sí funcionó lo planeado. Es que al poner tres jugadores por delante, la visual del portero queda disminuida y reduce así su tiempo de reacción. Además, esos futbolistas escapan hacia adelante ante la orden del juez y eso les permite llegar en velocidad a un eventual rebote.

Duván Zapata marcó el 3 a 0 frente al Milan (EFE)Esta jugada es toda una novedad, pero no es la primera vez que se ve una idea tan creativa en un tiro libre cercano al arco. Se han visto desde una barrera parada en la línea de gol, en lugar de a la mínima distancia permitida, también se suelen apreciar jugadores acostados en el césped por si el disparo va hacia abajo, e incluso se han armado barreras cuyos integrantes se agachan hasta el último instante para que el ejecutante no pueda calcular la altura que necesita para que la pelota la sobrepase.

A su vez, en enero de este año, una investigación conducida por expertos de la Queen’s University de Belfast determinó que, contrario a lo pensado, es menos probable que un arquero logre detener un tiro libre si hay una barrera de jugadores interponiéndose entre él y el balón. Es que el muro se interpone en el camino de la vista del portero y ralentiza su tiempo de reacción.

La vista del portero se bloquea durante unos 200 milisegundos y su tiempo de reacción es hasta 90 milisegundos más lento que cuando no hay compañeros que se interpongan en el tiro. Como resultado, los investigadores calculan que el portero tiene un 13% menos de probabilidades de hacer una salvada exitosa si hay una barrera.