marocco 2502 colAntonio Marocco

Hace algunos días terminé de leer el último libro del politólogo italiano Giuliano Da Empoli: “La hora de los depredadores”. Se trata de un ensayo que continúa explorando el mundo de “Los ingenieros del caos”. La obra pone la lupa sobre las grandes transformaciones sociales, políticas y económicas que están acelerando a ritmo vertiginoso las elites tecnológicas en alianza cada vez más explícita con los líderes populistas.

Para Da Empoli, este nuevo bloque de poder que emerge de manera heterogénea en occidente pero también en oriente busca emanciparse, romper cualquier regla y cambiar la forma en que se gobiernan nuestras sociedades, salir de la democracia liberal que conocemos y entrar en otra cosa.

Si para los ingenieros del caos el insumo a través del cual construyeron su poder fueron las redes sociales, bien vale preguntarse si acaso la inteligencia artificial no será la herramienta para consolidar la hegemonía de esta nueva elite global. “No se puede tratar solo como un tema técnico. La IA tiene el estilo de los depredadores porque es una herramienta que se alimenta del caos para producir poder. Nadie puede pensar en destruir o combatir la tecnología, pero es un gran problema de gobernanza, de quién y cómo se gobierna esta tecnología, al servicio de quién está y qué valores, principios y objetivos tiene”, explica el autor.

Lamentablemente no estamos hablando de ciencia ficción. La evidencia recabada en los últimos 20 años demuestra que la manipulación de la información alojada en los datacenters de las grandes empresas tecnológicas impacta de manera determinante en la vida social de las personas, en sus relaciones y emociones, en las decisiones electorales y hasta en las iniciativas económicas que toman las familias en todo el mundo.

Traigo esta lectura a colación porque en Salta no somos ajenos a este fenómeno. Por el contrario, desde nuestra provincia y desde la región del Norte Grande debemos prepararnos para convertir la incertidumbre en oportunidad. En nuestros territorios no solo contamos con energía y minerales claves para la industria tecnológica, sino también y fundamentalmente con el valor agregado de una sociedad que tiene acceso a la salud, a la educación y al mundo del empleo y la producción.

Días atrás participé de la Convención Regional de la Asociación de Concesionarias de Automotores que se llevó a cabo en nuestra ciudad. El mercado de los autos es uno de los sectores más dinámicos de la economía: por su valor agregado, por la incorporación de tecnología y por los exigentes niveles de competitividad que requiere la industria para su desarrollo.

En el encuentro volví a remarcar que aquello que el Estado no puede desarrollar, debe hacerlo junto al sector privado. Queremos facilitar las inversiones, porque más producción significa más trabajo y bienestar para nuestra gente. En esa línea desde 2019 venimos impulsando políticas de apoyo a pequeñas, medianas y grandes empresas. El último hito es el lanzamiento del Fondo de Garantías de Salta, una herramienta para que las empresas locales puedan acceder al mercado financiero a bajo costo para solventar nuevas inversiones, aumentar la producción, incorporar tecnología y generar nuevas fuentes de trabajo.

Por otra parte, hoy arrancó en nuestra provincia la cuadragésima edición de las Jornadas Nacionales del Foro Federal de Consejos de la Magistratura y Jurados de Enjuiciamiento de la República Argentina.

Este encuentro representa mucho más que una agenda de debate institucional. Es, ante todo, una expresión de compromiso con la República, con la justicia y con la confianza pública. En tiempos de cambio y de incertidumbre, volviendo al libro de Giuliano Da Empoli, cuando los ciudadanos demandan mayor transparencia, eficiencia y cercanía, resulta fundamental que los poderes del Estado se reúnan, dialoguen y se fortalezcan mutuamente.

Salta tiene claro su norte, y bien haría que en la Casa Rosada tomen nota y escuchen algunas cosas. Ese es el camino que planteó el gobernador Gustavo Sáenz desde el año 2019. Apostar al diálogo con el Gobierno Nacional —gestione quien gestione— para trabajar proyectos en conjunto que redunden en el crecimiento de una región que representa aproximadamente el 32% del PBI nacional.

El jueves, nuestro gobernador se reunió con el flamante ministro del Interior, Diego Santilli, y el jefe de Gabinete Manuel Adorni, donde reclamó una “mirada verdaderamente federal” para que la provincia tenga las mismas oportunidades que los grandes centros del país.

Ojalá esta vez no haya sido solo una reunión protocolar con promesas para nuestro pueblo que después no se cumplen. Ojalá esta vez entiendan que si a las provincias —que son preexistentes a la Nación— les va bien, sin dudas le irá también bien a nuestro país.

Columna emitida por FM Aries.