Gobierno de Salta
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Mientras el gobierno festeja el superávit fiscal que no se daba desde el 2012, la pobreza llegó al 57,4% de los argentinos. Se trata del valor más alto registrado en los últimos 20 años. Las festividades fiscales, a costos humanos muy altos.

Por Natalia Aguiar

Claro que apenas se conocieron los fatídicos números de pobreza, el presidente Javier Milei salió con los tapones de punta: “La verdadera herencia del modelo de la casta: 6 de cada 10 argentinos son pobres”, denunció el mandatario al sostener que la llegada de un gobierno libertario al poder ocurrió porque la ciudadanía buscaba un cambio.

Los tristísimos datos se develaron el sábado pasado y ponen en el tapete la situación de extrema vulnerabilidad que vive la Argentina, ya que hubo un aumento en el índice de pobreza, debido a que la tasa ascendió del 49,5%, correspondiente al mes de diciembre de 2023, al 57,4%, medido en enero de este año. Para pasarlo en limpio, la población indigente pasó de representar el 14,2% en diciembre a cerrar en 15% en tan solo un mes.

Frente a esto, el mandatario reaccionó por medio de una publicación en su perfil de la red social X, en donde defendió su objetivo de cambiar el panorama social, económico y político actual. “No vinimos a jugar al juego mediocre de la política. Vinimos a cambiar el país”, expresó al acusar a las gestiones anteriores de ser las responsable del deterioro de la economía de los argentinos.

“La destrucción de los últimos cien años no tiene paragón en la historia de Occidente”, aseguró Milei al remarcar que “los políticos tienen que entender que la gente votó un cambio”. Milei ratificó: “Nosotros vamos a dar la vida para llevarlo adelante”, luego de que celebrara que las políticas impulsadas por el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, provocaron que el país tuviera un superávit financiero después de 12 años.

¿Se sostendrá el superávit?

Pese a la euforia del Gobierno, se analiza si ese superávit podrá mantenerse en el tiempo ya que su éxito se basa en los recortes en obras de infraestructura, salud, educación, las jubilaciones de los abuelos, los fondos que se enviaban a provincias, todo lo cual genera ya reclamos, diferencias, conflictos, internas y será muy difícil de sostener en el tiempo, en la realidad y en la política.

Trasladada la situación a números, hubo relación entre la recaudación y los actuales niveles de inflación, ya que los ingresos crecieron un 256,7 %.

Los datos que maneja Economía permiten divisar que los gastos corrientes primarios pasaron de $1.772.050 millones en enero de 2023 a $4.059.382 millones en igual mes de este año. Por lo que hubo un crecimiento nominal del 129,1%, la mitad de la inflación anual de ese período, es decir un 254,2%. Aunque crecieron en lo nominal, los gastos corrientes primarios se registraron 125,1 puntos por debajo del IPC, por lo que desbarrancaron en caída libre.

Uno de los recortes más significativos fueron los fondos provinciales, cayeron en términos reales y nominales a un -0,9 %. También se estancaron por debajo de la inflación los subsidios económicos -27,5% de aumento nominal entre enero de 2023 e igual mes de 2024-, las transferencias a universidades cayeron al 143,9%, las prestaciones sociales en bajada al 149,2% y los gastos de funcionamiento un 154% de recaída trágica.

El recorte en capital fue abrupto ya que demandaron un gasto de $77.105 millones, contra $155.093 millones de igual mes del año pasado, lo que significa una caída del 50%.

La pregunta del millón de dólares es si el uso de los fondos de los jubilados, el corte total de la obra pública, como las transferencias a las provincias, no gestará conflictos distributivos entre nación y provincias, además de los índices de inflación y la quita de subsidios de servicios que afectan directamente a los pobres y asalariados, como profesionales clase media. Además, Milei enfrenta a fuego a los gobernadores que no apoyaron la ley ómnibus, por lo que la guerra será encarnizada. A ello, hay que sumarle la lucha de los gremios y sindicatos que ya amenazan con tomar las calles, pase lo que pase.

Obligados a la pobreza

El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA) estimó que la pobreza dio un brusco salto del 49,5% en diciembre de 2023 al 57,4% en enero de 2024, los niveles más altos en los últimos 20 años, según el informe “Argentina siglo XXI: Deudas sociales crónicas y desigualdades crecientes. Perspectivas y desafíos”, que se difundió este último fin de semana.

Según la UCA, el incremento se vincula directamente con la devaluación impulsada por el Gobierno en diciembre pasado, que incrementó los valores de las canastas básica alimentaria y la total. Esto habría ocurrido a pesar de las subas en las fuentes secundarias de jubilaciones, pensiones e ingresos laborales. La indigencia, fue ubicada por el estudio en el 15% de la población del país. Serían 27 millones de argentinos en situación de pobreza extrema. La situación tuvo dos procesos de suba: pasó del 44,7% en el tercer trimestre de 2023 al 49,5% en diciembre de ese año y, finalmente, al 57,4% en enero de 2024. Los motivos no giran solamente en torno a la suba de la canasta básica total, sino también de los ingresos en los hogares.

Este índice sería el más alto desde 2004, cuando la pobreza alcanzó el 54,8% de la población. Fue en la salida de la crisis de 2001 y 2002, tras la cual los indicadores descendieron. “La diferencia es que en ese entonces estábamos en la salida de una crisis y ahora, si no funciona en programa del gobierno, estamos en la entrada”, advirtió Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. Y señaló que “si baja la inflación habrá un alivio rápido; de otro modo estaremos ante una catástrofe social”.

A todo esto, el riesgo de inicio del ciclo lectivo que en algunas provincias que sería el 26 de Febrero y en otras el 6 de Marzo. En el Congreso, hay movidas para forzar al ejecutivo a convocar a una paritaria docente y fijar el mínimo salarial del sector, además de obligarlo también a enviar a las provincias el llamado “Fondo de Incentivo Docente” (FONID), creado en 1998 y que hoy explica entre 10 y 15% de lo que cobran los docentes. Según los datos difundidos por el Gobierno, figuran devengados $46.855 millones en concepto del FONID, pero aún no han sido transferidos a las provincias.

El gobierno pretende retener esos fondos con el argumento de que la educación y los salarios docentes son responsabilidad de las provincias, como lo establece la Constitución Nacional sancionada en 1994, y que la última prórroga al FONID -ley que en su origen se había establecido por 5 años- venció el 31 de diciembre de 2023. A lo que la oposición replica que esos fondos estaban contemplados en el presupuesto 2023, otra ley. Pese al debate legal, están los niños de por medio, y en la cámara de Diputados hay iniciativas del kirchnerismo, del radicalismo y del bloque liderado por Miguel Pichetto para prorrogar nuevamente el FONID. Si hubiera acuerdo, sería otra derrota legislativa para el gobierno.

Además, se cortaron los fondos para los comedores escolares y las organizaciones en los barrios están ya en cero con las reservas. La pobreza azota sin piedad. Sonia Alesso, secretaria de CTERA, del gremio nacional docente, dijo que en enero el gobierno nacional no solo no envió el FONID, sino que tampoco envió los recursos al Fondo Compensador para comedores escolares, que suministran una “Copa de Leche” y que tampoco envió fondos para la construcción y reparación de escuelas técnicas y medias. Además, citó que debido al aumento del costo de las escuelas privadas está habiendo un traslado de alumnos a las escuelas públicas.

La situación es grave ante un presidente indescifrable y alejado de la política tradicional y las normas, los procedimientos administrativos. Los diez gobernadores de Juntos por el Cambio, acordaron vía Zoom el viernes pasado la necesidad de una discusión integral con la Nación, eso sí, sólo discutirán con Milei. Mientras tanto, esta semana se analiza una reunión clave entre Milei y Macri para cerrar ese acuerdo que podría incluir no sólo consensos parlamentarios sino también nuevos nombres en el gabinete.

Si Milei no se acerca a la gente y escucha a voces disidentes, la situación podría empeorar aún más, de hecho, el mismo presidente advirtió que Marzo y Abril serán meses de “tocar fondo”. Que no se condene a la pobreza para lograr superávit en tablas de Excel. Detrás de esas cifras hay seres humanos.