Se largó la carrera presidencial y los candidatos preferidos, Javier Milei de Libertad Avanza, Sergio Massa de Unión por la Patria, y Patricia Bullrich de Juntos por el Cambio, diseñaron sus estrategias y marcan el ritmo de la campaña cada uno con su sello.

Por Natalia Aguiar

Pese a la euforia post PASO, ninguno de los candidatos logró el 30% de los votos: La Libertad Avanza sacó 29,86%; Juntos por el Cambio, 28% y Unión por la Patria, 27,28%. La desventaja de Massa y Bullrich es que ambos tuvieron que sortear una interna, uno con Juan Grabois y el otro con Horacio Rodríguez Larreta. Con estos números, cualquiera podría ganar en octubre, e incluso llegar al ballotage. Todos tienen posibilidades así que están buscando votos de un lado y del otro, y de más allá.

Todo puede suceder. Argentina es tierra fértil para las sorpresas. Más en un contexto de desilusión y hartazgo en el que la gente busca un gladiador que pueda luchar contra la incertidumbre y la inflación in crescendo.

Sergio Massa

El ministro de Economía anhela la presidencia y trabajará su campaña entre tierra bonaerense y redes sociales con foco en Tik Tok.

Hasta el próximo domingo 17 podrá ejercer el doble rol de titular de Economía y candidato, lo que le permitirá hacer anuncios e inauguraciones, pero luego no podría porque se lo prohíbe el Código Electoral. Hasta entonces mantendrá reuniones con intendentes y referentes bonaerenses porque el oficialismo plantea una lucha “voto a voto”. El objetivo será llegar al ballotage con Milei. Los asesores del ministro insisten en que no ven un adversario en el libertario, porque no pelean contra él, esa línea es la que seguiría Juntos por el Cambio. Advierten también que respetan a Milei y a los más de 7 millones de personas que lo votaron. Se concentrarán en “debatir sus ideas”, sobre todo en materia de seguridad, la libre portación de armas y la venta de órganos, entre otros tópicos, todos ellos inconstitucionales en Argentina, es decir alejados de la letra de la Ley.

En el eje Seguridad, se sienten fuertes y harán énfasis en los logros de Massa como intendente de Tigre, que con la implementación de cámaras de seguridad logró bajar los índices delictivos a nivel general. El objetivo será mostrar que pueden lograrlo en todo el país. La muerte del ingeniero Mariano Barbieri en Palermo, como la de Morena Rodríguez en Lanús, ambos víctimas de robo por el celular, son casos resonantes que ponen de manifiesto la realidad más dura con la que conviven los argentinos. Es lo que afecta a Horacio Rodríguez Larreta de manera directa o a Axel Kicillof en provincia de Buenos Aires. Pese a la asfixiante situación económica y una inflación anual de tres dígitos, se muestran confiados en que en podrán revertir el escenario. Están ilusionados con una buena cosecha que podría tener el sector campestre y en funcionamiento del gasoducto Néstor Kirchner. Apuestan a “Sergio” por sus “capacidades ante la adversidad” y pretenden generar “alivio, esperanza y futuro”.

El equipo de campaña de Massa ya trabaja fuerte en las redes donde se lo puede ver hablando de proyectos y comprometido con la gente. Sin embargo, advierten que será Tik Tok el secreto de su éxito, con gran llegada a los más jóvenes. No dejarán de lado el territorio y el candidato visitará algunos lugares de Argentina. No terminan de descifran cuál será el rol de Cristina Kirchner y su hijo Máximo en la campaña, y los asesores plantean que el vínculo es muy bueno pero que le dan aire a Massa para que se maneje con libertad. Habrá que ver…

Javier Milei

El gran ganador de las PASO debe redoblar esfuerzos con presencia territorial en la mayoría de las provincias, sobre todo, aquellas en las que ganó como Salta y Jujuy pero no conoce a sus candidatos. No puede descuidar el territorio bonaerense y allí apuntalará a Carolina Píparo como su candidata a gobernadora. Preparan un escenario de ballotage entre Píparo y Axel Kicillof, pese a que La Libertad avanza salió tercero. El slogan será “para derrotar al kirchnerismo hay que votar a La Libertad Avanza”.

La idea que analizan es hacer eventos sorpresivos en las diferentes ciudades de Argentina, para mostrarlo a Milei rodeado de clamor popular genuino y espontáneo. El equipo de campaña liderado por “El Jefe”, como le dicen a su hermana, Karina Milei, ya organiza un cronograma de actividades con “sorpresas”. Mostrarán a Milei como el gran ganador, se centrarán en no cometer errores y fortalecer su participación territorial a lo largo y ancho del país. Puede incluso que viaje a Estados Unidos y otros países claves.

Los libertarios se focalizarán en redes con los discursos más taquilleros de Milei e intentarán seducir a los desilusionados, los desencantados de la política y el mensaje será “si no votaron en agosto, ahora les damos esperanzas y necesitamos de ustedes para trabajar en conjunto”. Se los percibe ganadores y hasta se les humedece los ojos cuando hablan de octubre. Se perciben, se saben ganadores. También por lo bajo coinciden en que no tienen estructura sólida en el país, pero creen que igualmente, contarán con el apoyo de la mayoría de los argentinos hartos de la corrupción, de la inflación agobiante, de ver que el asado es sólo para otros. Se muestran muy confiados. La última palabra la tendrán los votantes.

Patricia Bullrich

Reunió a 500 dirigentes, evocó al ex presidente Arturo Illia, presentó a Carlos Melconian como su ministro de Economía, y se muestra conciliadora. Desde los últimos días, y quizás con cierta lentitud, se centró en fortalecer su liderazgo dentro de Juntos por el Cambio, acordó con Mauricio Macri e intenta acaparar los votos de Horacio Rodríguez Larreta para evitar una fuga al kirchnerismo. La unidad es su fortaleza, como plantar en el electorado la idea de que Juntos por el Cambio es la única fuerza que puede garantizar la gobernabilidad y brindar estabilidad en el plano económico. Su slogan para enfrentar a Milei y a Massa, sin nombrarlos, será “orden o caos”.

Melconian parece ser su arma letal ya que su discurso económico estaba debilitado y entre sus asesores, creen, será un tópico clave en el electorado de Juntos por el Cambio y aquellos indecisos de último momento. Fortalecerá su presencia en la mayoría de las provincias aunque priorizará Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santa Fe, distritos donde no hizo la diferencia. Los votos que consiga le permitirán llegar al ballotage junto a Javier Milei. Sus equipos de campaña coinciden en que debe fortalecer territorio bonaerense y lo hará, con visitas espontáneas y actos en las diferentes jurisdicciones como Pilar, Escobar, Luján, Junín, Zárate y Campana, la Matanza y los lugares más alejados de su propuesta política. Cerrará filas con la industria, la ciencia, la tecnología, el campo y los jóvenes profesionales de Argentina.

Superada la interna con Rodríguez Larreta, se focalizará en mensajes y actitudes positivas para su campaña. En sus diversas visitas presentará sus propuestas en economía, seguridad, salud, educación y futuro.

Bullrich busca impulsar a los votantes afines de Juntos por el Cambio que no participaron de las primarias. Rememoran el 2015 y 2019, cuando Mauricio Macri se favoreció de un aumento del nivel de concurrencia entre las PASO y la elección general. Quizás este estrato de votantes hastiados y rebeldes pueda dar vuelta la elección de Bullrich en capital y en las provincias centrales. Desde ya que se apoyan en el voto femenino, buscarán el apoyo del género que en general, se resiste a los discursos de Milei, porque lo analizan como “machista”.

Lo único bueno de todo este espectro político es que surgió una tercera fuerza que rompe con el tradicional bipartidismo de Argentina. La cuestión es que ninguna de las tres posibilidades parece la mejor, la ideal para Argentina.

Se analiza además que muchos votos de Milei son volátiles, porque se sustentaron en enojo o hartazgo, y allí las esperanzas de Bullrich y Massa que apuesta a lo conocido.

Mientras tanto, el Fondo Monetario Internacional asesora a Milei, le envía papers, lo mismo hace con el equipo que lidera Carlos Melconian, y Massa no puede con su sentimiento de angustia y odio ya que viene trabajando hace meses y ahora el organismo internacional coquetea con todos. El ministro está indignado.

Aunque indignados deberían estar los argentinos por la situación de extrema vulnerabilidad que se atraviesa. La clase alta en quiebra, la clase media en extinción y los pobres cada vez más y más pobres. Sólo un abismo de incertidumbre rodeado de altos índices inflacionarios. Los argentinos sin posibilidades ni opciones de cambios concretos que los respeten.