Por Natalia Aguiar

Esta semana será clave para la aprobación del Acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, así que Martín Guzmán irá al Senado a explicar punto por punto los detalles, aunque la turbulencia no está en la oposición sino en el seno del oficialismo.

Así pues, con el Frente de Todos dividido, el acuerdo se aprobaría el próximo jueves con el aval de Juntos por el Cambio, quienes ya adelantaron que aprobarán el acuerdo.

Si el oficialismo logra el acuerdo con dos tercios, la cuestión del FMI se vota el jueves. Que es lo más lógico que suceda, salvo que Cristina despliegue sus alas y obstaculice la aprobación del codiciado documento.

El Frente de Todos está fracturado y tanto Máximo Kirchner como Cristina están enfadados con Alberto quien se habría lanzado sólo al salvataje con el Fondo, sin atender mucho a las advertencias de Cristina. De hecho, desde ambos grupos de trabajo, se asegura que el presidente y la vice, atraviesan una profunda crisis en la relación. Están en polos opuestos respecto la forma de administrar y sobre todo, con las tratativas con el organismo internacional.

Habrá que ver en el Senado qué actitud tomará Cristina Kirchner, así que, la agenda de la Cámara Alta será el eje en la política argentina.

El gobierno busca tratar esta semana el proyecto en el senado y ya acudió al aval de los gobernadores peronistas para que los senadores de sus provincias apoyen la moción de Alberto y Guzmán. Si Cristina apostara a no avalar este acuerdo, o se llegara a un empate en el Senado, estaríamos ante un posible default que afectaría seriamente a la Argentina.

¿Quien ganó y quien perdió en esta pulseada?

Para muchos de los asesores de ambos, Alberto le ganó a Cristina, porque fueron los albertistas quienes negociaron con sus pares de Juntos por el Cambio y lo harán ahora en el Senado. Por otro lado, la oposición ganó el bloque federal y se posiciona como una alianza mediadora, dialoguista y en busca de la paz, en este contexto nacional e internacional.

Mientras Sergio Massa, pide que las diferencias del Frente de Todos se traten puertas adentro, y como en otras oportunidades, ya se mide como próximo presidente. Las mismas intenciones merodean a Juan Manzur, pero quizás con aspiraciones ilusorias porque Alberto Fernández también trabaja a nivel nacional con su partido político, A23.

Alberto sigue con una actitud conciliadora y no quiere movimientos sísmicos en el Senado, no quiere agitar las aguas con el kirchnerismo duro, aunque es consciente de que será difícil.
Fernández anhela que en el recinto del Senado, ocurra lo mismo que en Diputados, es decir que los senadores de La Cámpora tengan una actitud tranquila que se agitó sólo a la hora de votar.
Por otro lado, el consenso con la oposición es férreo como en la Cámara Baja, y además los Gobernadores peronistas, ya le garantizaron al presidente su aval al acuerdo.
Por otro lado, si se aprueba el Acuerdo con el FMI, el Banco Central deberá emitir menos dinero al Tesoro Nacional, lo cual sería un avance para las finanzas argentinas.

Sin embargo, las tensiones en el oficialismo no se esconden, y se agravó el sábado pasado con un tuit del ministro bonaerense y referente de La Cámpora Andrés “Cuervo” Larroque. “Aturden el silencio y la parsimonia del Gobierno frente al ataque al despacho de la Vicepresidenta”, sostuvo en su cuenta personal de Twitter, contra el Ejecutivo en relación a los hechos vandálicos que el jueves pasado se vivenciaron en las calles del Congreso y mientras se debatía el acuerdo con el FMI, el despacho de Cristina Kirchner recibió piedrazos por parte de los manifestantes en la Plaza. Las internas están que arden.

Así pues, sólo un berrinche de Máximo o una testarudez de Cristina podrían frenar este acuerdo que beneficia a todos, pero pone en jaque el discurso del kirchnerismo duro. Pan y circo.

Así es

Mire lo que son las cosas de la vida, y las cuestiones del querer. Resulta que ahora Alberto Fernández le debe la aprobación del acuerdo con el FMI a Juntos por el Cambio, léase Mauricio Macri. Sin el 55 por ciento de lo votos de la coalición opositora, el acuerdo con el Fondo Monetario, estaría hoy muy cerca del default con el organismo multilateral.

El rechazo en Diputados del proyecto que autorizaba el préstamo del Fondo, hubiera generado el rechazo del Congreso sin necesidad de pasar por el Senado. Sin embargo, la oposición es consciente que fue Macri el que logró ese préstamo del organismo internacional que hoy pone en jaque a la Argentina ante un posible default.

“Masacre en Ucrania”

Mientras el oficialismo argentino vive bombardeos en el seno de su organización, la guerra de Rusia contra Ucrania continúa dejando víctimas civiles, niños, jóvenes, mujeres y soldados de ambos bandos. La profundización de la guerra se vive ya como certera, ya que si las tropas rusas llegaran a Polonia, o al territorio de la OTAN, la guerra se extendería hacia Europa, y puso en alerta al mundo entero a 18 días de iniciados los bombardeos.

Mientras el Papa Francisco pidió el cese a las armas en la “masacre a Ucrania”, y los líderes del mundo intentan sin resultados, frenar una guerra irracional, en Argentina se da la nota. El ex jefe del Ejército César Milani, justificó la invasión de Rusia a Ucrania además de considerar a Vladimir Putin como “el líder más importante de este siglo”. Para Milani, un hombre del kirchnerismo duro, dijo que hay “cuestiones históricas, geopolíticas y estratégicas que han obligado a que Rusia reaccionara como reaccionó”. Milani “no avala la guerra” y mencionó que “las mayores concentraciones de gente adicta al neonazismo están en Ucrania, no en Rusia” y que “justamente eso es lo que está tratando de hacer Putin, sacar a esa gente”. “La OTAN, Estados Unidos y el Reino Unido asfixiaron y acorralaron a Rusia, que por supuesto consideró inviable tener a la OTAN en su frontera, con la instalación de las bases en las fronteras, con la posibilidad de llegar de manera inmediata a Moscú” y que eso “terminó en la invasión a Ucrania”, continuó el militar.

Además, en pleno enfrentamiento ruso a Ucrania, el domingo falleció un periodista del New York Times, Brent Renaud, de 51 años, lo que hizo concientizar aún más a la comunidad internacional. Esta guerra atraviesa al mundo y afecta a los argentinos que deben pagar más caro el pan, el gas, la nafta, y cualquier excusa, es buena para subir precios, sin considerar la seriedad de la guerra.

Argentina debe mantener su honra en la defensa histórica de los Derechos Humanos, la defensa de la vida, la identidad y la libre expresión. La justificación de cualquier guerra está tan fuera de la realidad, que asusta, pero permitirá encender las alarmas de la política nacional e internacional.