Por Natalia Aguiar
El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional mantienen en vilo al Gobierno, Alberto Fernández está quemando todos los cartuchos.
Será un martes a todo motor. El presidente y Sergio Massa, titular de la Cámara de Diputados, intentan acercar posturas con los gobernadores de la oposición para definir los puntos del ansiado acuerdo que nunca llega. Tratan de acortar diferencias con el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien será el nexo clave para mostrar unión ante el organismo internacional.
Por otro lado, el canciller Santiago Cafiero viajó a Washington DC, tras acordar una reunión con el secretario de Estado, Antony Blinken, y para acercar diferencias con el FMI respecto el refinanciamiento de la deuda argentina, tan externa como eterna.
La reunión entre el ministro de Economía y los gobernadores opositores parece ser una especie de laberinto que nunca llega a buen puerto, ya que las diferencias son amplias y cada vez más complejas, pero deberán acordar por el bien de todos los argentinos.
Además, tanto el oficialismo como la oposición atraviesan movimientos sísmicos por sus propias internas, por lo que el anhelo es que puedan superar esas diferencias por el futuro de Argentina, ya que el acuerdo con el FMI atraviesa a ambas posturas, sean o no gobierno a futuro. Es un Karma, un mal, una pandemia, una endemia, pero en este caso, bien Argentina.
Cafiero saca lustre al discurso que dará en Estados Unidos, y el gobierno en pleno trabaja para saldar diferencias y llegar a un consenso.
Alberto Fernández mantiene las esperanzas de que ambos eventos del super martes, sean productivos respecto del diálogo que mantendrá Guzmán con los técnicos del Fondo. Argentina está contra reloj para cerrar filas, ya que los tiempos se acortan ante el inminente vencimiento de casi 3.000 millones de dólares de finales de marzo. Sin previo consenso y acuerdo, el default espera al país.
Cafiero viajó el domingo por la noche a Estados Unidos y su encuentro con Blinken, será mañana martes. En la Rosada esperan el apoyo estadounidense para cerrar filas con el Fondo. Y aunque la Casa Blanca no tomó posiciones firmes al respecto, se opuso al reciente informe crítico del organismo respecto de la toma de deuda de Mauricio Macri en 2018, al que el Gobierno de Alberto denominó “lapidario”, y la mayoría cree que así fue. Pero claro, en Juntos por el Cambio dan otra versión de los hechos que lleva a ver la cuestión como una “decisión límite” que debió tomar Macri. Todos son víctimas, ni un victimario.
Cafiero lleva consigo la finalidad de lograr un encuentro entre el presidente Fernández y Joe Biden, foto que respalde la postura de Argentina. ¿Cuál es esa postura? La necesidad de postergar los plazos de pagar y plantear políticas económicas de “manera soberana” para fomentar crecimientos que habilite al país a solventar los vencimientos. El Gobierno busca posicionar al Presidente como líder de la región y al país como defensor de derechos humanos. Así es que en la agenda priorizan también temas como el calentamiento global, y lograr en Naciones Unidas la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos.
Los gobernadores opositores resisten. Internas arden
Al Gobierno le interesa la reunión con los caciques provinciales de la otra vereda, porque eso demuestra consenso, diálogo ante el organismo internacional. Un requisito ineludible para el FMI. Una ilusión que por ahora desvela al Gobierno, pero que en realidad debería ser prioridad para la oposición. Sin embargo, en los últimos días sólo se brindó una pésima postura, mensajes irracionales en redes, casi como un culebrón de intrigas y pasión sin razón. Es que las internas del Frente de Todos y Juntos por el Cambio están como vulcanizadas, a punto de explotar.
Luana Volnovich, la titular del PAMI y referente de La Cámpora, le puso un poquito de leña al fuego y se fue a vacacionar al Caribe, desafiando al propio Alberto que había ordenado a su tropa perfil bajo, no salir del país, y vacacionar algunos pocos días en Argentina. Ese tema se analiza en el seno de la Rosada de especial manera, porque Volnovich es una especial referente de La Cámpora. Arden chispas. Por otro lado, Horacio Rodríguez Larreta advierte que Mauricio Macri no mostró en su espacio intenciones presidenciales para 2023, lo que desató otro maremoto en Juntos por el Cambio, mientras, Macri apoya a Patricia Bullrich, aunque no descarta su propia candidatura. Así pues, entre las internas cruzadas de ambas facciones, el acuerdo con el FMI parece quedar atrás, aunque sorprenderá a todos los dirigentes políticos, porque es una cuestión a la que nadie puede esquivarle el costo. Si la oposición no reacciona, sólo estaría mostrando más caprichos que acción en una situación que amerita respeto y seriedad.
Ahora la pelea entre oficialismo y oposición para llevar adelante el encuentro se diluye porque la organización oficial pretende realizar el encuentro en el Ministerio de Economía. Pero los caciques provinciales de la vereda contraria quieren que la sede sea el Congreso Nación. A palabras necias, oídos sordos.
Pero el lugar de encuentro también fue eje de discusión la semana pasada, hasta que se decidió que el evento junto a Alberto Fernández y Martín Guzmán, se llevaría a cabo en el Museo del Bicentenario con los jefes provinciales oficialistas y funcionarios que participaron como delegados de los opositores gracias a negociaciones de Alberto de último momento. Cuando lo importante no es lo importante. Cuando la realidad supera a la ficción. Cuando los políticos argentinos no están a la altura de la circunstancia y las dispersiones son tan pequeñas, porque la realidad supera las mentes políticas.
Alberto leva anclas
El presidente viajará en los próximos días por varios lugares de Argentina, durante varias semanas. Están en foco varios destinos turísticos donde se lo verá acompañado de Matías Lammens, ministro de Turismo. También recorrerá localidades del conurbano bonaerense.
Pero además, Alberto viajará al exterior. Primer gtan destino con muchas expectativas es el que tiene previsto a Rusia, Moscú, donde se reunirá con su par Vladimir Putin. Para luego dirigirse rumbo a China, donde participará del lanzamiento de los Juegos Olímpicos de invierno de Beijing, ya que es invitado de Xi Jinping.
Una gran oportunidad de mostrarse al mundo también. “La Ruta de la Seda” era el otro destino que estaba previsto para Alberto, pero las otras dos visitas, al Kremlin y a Beijing, ya podrían resultar desafiantes para Estados Unidos en medio de tratativas desmesuradas para cerrar con el FMI. Aunque desde el Gobierno, advierten que es importante mostrarse distantes de las políticas de la Casa Blanca, para demostrar independencia pese a la indudable conexión económica que une a Argentina con Estados Unidos. Que leven anclas, y Argentina pueda cerrar con el Fondo. Que la oposición salga de su propio encierro y tenga la generosidad de dejar de mirar su propio ombligo, y pueda mirar a los argentinos, al futuro de todos. ¡Que se leven anclas!.