Javier Milei se enfrentará a la realidad política, o a la burocracia política, o a la democracia, que requiere de debate y diálogo. No hay imposiciones porque sí. No hay caprichos, pese a las buenas intenciones. Hay negociaciones, y conversaciones con todos los sectores de la sociedad.
Por Natalia Aguiar
El presidente ya se dio de frente con los “checks and balances”, “frenos y contrapesos”, en criollo básico. Y quizás sea momento en que el presidente, pese a los halagos que recibió en Davos de parte de Kristaliana Georgieva, medite un poco.
Una cuestión es la teoría, y otra la realidad en la que la gente se abstiene de comprar alimentos de primera calidad, y la mayoría hace malabares para llegar a fin de mes, y comer.
¿Qué dirían John Locke y Charles Louis de Secondat, el Barón de Montesquieu? ¿Se agarrarían la cabeza o les atraería la posibilidad de analizar la forma de administrar de Javier Milei? Ellos son los primeros pensadores en alertar sobre las necesidades de controles ante los flagelos del autoritarismo monárquico. Si bien fue Montesquieu el autor del principio de la división de poderes y los “frenos y contrapesos”, fue John Locke quien advierte sobre lo que conlleva la centralización de poder, los abusos, vulneraciones de derechos de los hombres y mujeres, niños y ancianos de una sociedad.
Los “Checks and Balances” frenan la autocracia. Surgen frente a “la necesidad de evitar que el poder público se concentre de manera tal que pueda someter y subordinar al pueblo a sus dictámenes,” explica el profesor Torres Avila.
Estos fueron pensadores libertarios por excelencia, y no permitirían la ley ómnibus de ninguna manera, mucho menos sin debate parlamentario racional, en tiempo y forma. Es que lo que se discute repercutirá de manera directa en la gente, en su día a día.
Un sacudón democrático
Salvo el gobierno que pretende aprobar la ley ómnibus cuanto antes, la CGT, los radicales y un grupo de opositores le dicen que no a la frenética intención de no debatir cuestiones laborales, movilidad jubilatoria, privatizaciones de empresas estatales y mucho más.
A horas del primer paro contra el gobierno de Javier Milei, el secretario general de la CGT; Héctor Daer, dijo que la medida es “inamovible” porque es el resultado de una cantidad de hechos que terminan agrediendo el derecho de los trabajadores, a prácticamente 90% de la sociedad productiva de nuestra Argentina. Y eso “no va a cambiar de acá al miércoles”. En una entrevista a Radio Splendid, Daer explicó que la única forma de que se levantará la medida es si el Gobierno retira el DNU y la ley ómnibus, y si establece un “debate serio” sobre cada uno de los puntos que quiere cambiar, con interlocución con la política, las organizaciones sindicales y las pequeñas cámaras empresariales. “El marco de agresión colectiva es muy grande y entonces eso, de que ahora haya diálogo, es una hipótesis absolutamente imposible, con lo cual no hay ninguna otra posibilidad más que ir al paro”, remarcó.
Héctor Daer, advirtió a la oposición “dialoguista” con La Libertad Avanza, Pro, a la Unión Cívica Radical (UCR) y a Hacemos Coalición Federal, el nuevo bloque que comanda Miguel Pichetto, que “no van a poder caminar por la calle si van y entregan el Banco Nación, porque el Banco Nación no es un tema de los trabajadores, es el que generó la posibilidad de desarrollo de todo el país, del interior del interior”. La entidad bancaria es otra de las que integra el listado y que quedaría incluida en el dictamen de mayoría. De esta manera, Daer se mantuvo contra el plan de Gobierno y ratificó la protesta y se quejó por los intentos de privatizar las empresas públicas y los beneficios impositivos de algunas empresas como Mercado Libre.
Las sorpresas de la vida
Ahora el kircnerismo duro y el radicalismo se oponen a la ley ómnibus en defensa del debate democrático. ¿Quién lo hubiera imaginado?
Desde el oficialismo toman nota, aunque mantienen su postura. El ministro del Interior, Guillermo Francos, dijo que “no podemos debatir todo el año”, luego que el debate por el DNU se extendiera hasta el 15 de febrero, y advirtió que “podría haber más DNU si se traba la Ley Ómnibus”. ¿Suena a amenaza? ¿Soberbia? ¿Se dará cuenta de lo que dice a viva voz? No puede el Gobierno pasar por encima de la Ley suprema: la Constitución Nacional.
Una parte de la oposición “dialoguista” destacó que el Gobierno entendió que no puede gobernar solo”, y así lo detalló el diputado nacional Nicolás Massot de Hacemos Coalición Federal. “Esta semana el Gobierno mostró vocación de acordar y mostró haber entendido que no puede gobernar solo, y que las modificaciones que estábamos planteando tenían que ver con mejorar la ley”, sostuvo Massot. El diputado añadió que “lo más importantes es definir quién paga el ajuste” y que las autoridades “llegaron al Gobierno diciendo algo pero hicieron otra cosa. En vez de meterse con los tratamientos especiales de impuestos se tomó el camino más fácil e injusto que es ajustar a los jubilados, a los asalariados con el impuesto a las ganancias y a las economías regionales con las retenciones”.
Sin embargo, el radicalismo desde la Convención Nacional se puso firme y no avalará la ley ómnibus al considerarla “improvisada y poco democrática”. El partido pretende impulsar un “un dictamen propio y autónomo”. Se pronunciaron contrarios a la forma y fondo del proyecto. “Sobre el modo de haber llevado al parlamento estas iniciativas somos sumamente críticos, sobre todo teniendo en cuenta las convicciones republicanas que enarbolamos históricamente desde el radicalismo”, sostuvo el órgano partidario en el comunicado que difundió en sus redes sociales.
También destacaron el trabajo que están realizando para conciliar dos aspectos: “Dar las herramientas indispensables de gobernabilidad al nuevo gobierno, votado por 15 millones de argentinos” y, a la vez, “mantener sin menoscabo nuestros ideales.
A su vez, el peronismo se hará ver el próximo miércoles en la jornada contra el gobierno de Javier Milei. Pondrán en la calle todo su poderío y es en esa resistencia al oficialismo la razón que los mantiene unidos, pese a las internas que intentan mantener bajo cuatro llaves.
Axel Kicillof, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, será uno de los protagonistas de la demostración de fuerza callejera que planean los gremios, pero que tendrá respaldo también de intendentes del conurbano bonaerense, sectores aliados como el Frente Renovador y el partido Nuevo Encuentro, y los movimientos sociales que apoyaron a Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Tanto el Congreso como la calle, serán pruebas de fuego para el presidente.
No serán temporadas de verano las que avecinan. Sin embargo, pese a todas las diferencias, los pesos y contrapesos de la democracia funcionan. Además de que Milei logró que los diputados trabajen bajo el calor de enero y febrero.
El principio constitucional de la división de poderes y los “Checks and Balances” resultan imprescindibles y fundamentales para la consolidación del Estado de Derecho, para el ejercicio de la democracia, para el modelo republicano, así como para garantizar los Derechos de los individuos y también para evitar la autocracia. “Checks and Balances”, la prueba que atraviesa la Argentina para garantizar su futuro, gobierne quien gobierne. Gana Argentina, gana el país, gana la gente, ganan los argentinos.