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Tras las elecciones del pasado domingo hay varias reflexiones para hacer, y entre ellas que el 57 por ciento de los votantes votaron en contra de la administración saliente y la historia de corruptela que el kirchnerismo acarrea.

Por Natalia Aguiar

El triunfo de Milei fue en contra de lo que se vivía hasta ese momentos, se debe única y exclusivamente a la incapacidad de los administradores salientes de encontrar las cuestiones técnicas que evitaran altísimos índices de inflación contra altos gastos públicos, una pobreza in crescendo cada día más, desempleo, trabajo ilegal, y la mitad de la población infante que carece de alimentación digna. Estamos ante un sistema político en crisis, y ante ésta la gente en general, se inclinará a un cambio.

Tal era el deseo de la mitad más uno de los argentinos de un cambio, que incluso votó a un out sider de la política, un total inexperto y desconocido. Se prefirió el desparpajo, la inexperiencia, los exabruptos, las propuestas irrisorias de Milei, antes de continuar por el mismo camino. Quizás sea cierto eso de que para realmente cambiar, hay que hacer algo distinto, sino todo seguirá de igual manera.

El triunfo de Milei se debe a la ineficacia de los políticos tradicionales, a aquellos con gran capacidad de oratoria pero sin corazón, sin empatía ante la desgracia de la mayoría. Milei es un desconocido, una persona carente de experiencia en el ámbito estatal y ello lo demuestra en muchas de sus propuestas que desde ya no podrán llevarse a cabo porque tendrá varios obstáculos legales en contra. Además la forma de trabajo privada, dista completamente a la estatal.

Como dicen en el campo, Milei ya anda a los ponchazos y poniendo de manifiesto que ni él pensaba en ganar, porque a dos semanas de la asunción presidencial no tiene bien en claro el nombre del ministro de Economía. Un cargo central en el contexto actual.

 

Ruido en el gallinero

La era de Javier Milei ya comenzó con alteraciones en el espacio. Es que parece que su socio en la consecución de votos, Mauricio Macri, le ha copado los cargos y quiere más y más poder. Por eso entre los libertarios las críticas aumentan segundo a segundo, y al enterarse de que sonaba como ministro de Economía, Nicolás Caputo, Emilio Ocampo quien iba a presidir el Banco Central, pegó el portazo de manera indeclinable.

Por su parte, Patricia Bullrich, de ser candidata a presidenta de la Nación, ahora pasaría a ser Ministra de Seguridad. De esta forma y con varios referentes del PRO que avanzan en la originaria estructura libertaria, el espacio de Milei está que arde y quizás con razón. Entre ellos la crítica es: “Milei al gobierno, Macri al poder….”

¿Quién tendrá el verdadero bastón de mando? Es tal el malestar por la configuración del gabinete, que muchos libertarios se muestran ya desanimados ante la manera en que Milei deja avanzar al PRO. Lo cual podría ser algo muy bueno, es decir demostrar que el diálogo entre fuerzas contrarias es factible en la democracia argentina, o algo muy malo: que Javier Milei esté muy perdido y no tenga la más remota idea de qué hacer. La primera semana tras el triunfo se vieron desprolijidades, faltas de certezas, incertidumbre en la supuesta estrategia que tenían, y parece no ser tal. Mucha desorganización, idas y vueltas ante la propia certeza de que no ganaban, pero lo hicieron. El tema es que ahora habrá que gobernar, y no tendrían todas las herramientas para ello. Por lo tanto… hay muchos chispazos internos.

Es muy importante analizar el contexto en el que se da el triunfo de MIlei, y que rápidamente reaccione ante las circunstancias: ganó con el 57% de los votos, voto enojo, voto indignación, voto por un cambio, pero el 57 por ciento al fin. Sus votantes quedaron conformados entre los que se arriesgaron por un cambio total, pero hay otro porcentaje que se inclinó por la certeza de lo que ya se conocía. ¿Cómo logra Milei ese 57%? Gracias a votos de Patricia Bullrich, de Juan Schiaretti, de los indecisos y de aquellos que prefirieron un mal sobre otro. Es determinante para Milei que comprensa la naturaleza de su triunfo para poder entender el mandato que se espera de él.

Desde que ganó las elecciones se lo ve más mesurado, medido, tranquilo y hasta invitó al Papa Francisco a venir a Argentina. Además el sábado pasado recibió la bendición del rabino David Pinto Shita del barrio de Balvanera y piensa viajar a Israel, para visitar la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, muy milagroso. O sea que estamos ante un Milei más introspectivo y tranquilo.

Es importante que Milei reaccione y analice los cimientos de su triunfo para poder encaminar su gestión de gobierno, caso contrario quedará atrapado entre el intento de transformar y las limitaciones de la gobernabilidad, o sus propias limitaciones.

Quizás ni Mauricio Macri, mucho menos Cristina Kirchner, ni Alberto Fernández supieron hacer esa lectura, y basaron las culpabilidades de sus malas gestiones, en el afuera.

 

Descontrol, mal síntoma

La sensación es de total desconcierto. Siempre se vinculó a Emilio Ocampo con el proyecto de “dolarización” , incluso se habían designado a Roque Fernández, Carlos Rodríguez y Darío Epstein como interlocutores ante el Fondo Monetario Internacional. Luego al llegar Macri al gallinero, Ocampo pegó el portazo. Es que Milei se escuda, desde conocer su triunfo, en la frase “opciones abiertas”. Lo cierto es que hubo varias versiones, entre ellas que Caputo no consiguió los fondos, o que las propuestas de Caputo eran más consistentes que las de Ocampo. Aclarando que Ocampo no es bien visto entre los referentes del mercado. Caputo llega a Milei a través de Santiago Caputo, su sobrino segundo, y según las últimas versiones presidiría el Banco Central. Tras estas insinuaciones, Demian Reidel, quien estaba destinado a ese cargo, se apartó antes de quemarse en las brasas de la locura. ¿Podría ser Federico Sturzenegger el titular de Economía? No. Desde el entorno de Milei lo negaron. Entonces desde el viernes a la noche, otra vez la Argentina queda sin nombre frente a la cartera de Economía.

Las personas de confianza de Milei, además de su hermana Karina son Nicolás Posse, que estaría a cargo de la Jefatura de Gabinete. Severo y metódico aunque con algunas ideas excéntricas como las de Milei. “No se pueden lograr resultados distintos haciendo siempre lo mismo”, es la frase de cabecera de Posse. Se conocen de compartir un trabajo en común con fondos internacionales vinculados al desarrollo ferroviario. El otro hombre de confianza es Guillermo Francos, encargado de las negociaciones políticas y quien se reúne con los gobernadores para analizar los efectos en la coparticipación del recorte de Ganancias. Los gobernadores están esperando decisiones, y aunque la diferencia de puntos a favor de Milei en sus provincias fue escandaloso ante la gestión peronista que fracasó, se preparan para enfrentar a Milei en una pelea mano a mano: fondos a cambio de apoyos en el Congreso. Se sacarán los ojos parece. En otro sentido, los asesores de Patricia Bullrich niegan que le hayan hecho una formal propuesta para acceder al Ministerio de Seguridad, y de hecho aclararon que no le gustaría. Por su parte, Victoria Villarreal, ha tenido decisiones autónomas en los últimos días que irritaron a Javier MIlei, como fue ir por su cuenta a visitar a las Fuerzas de Seguridad. El otro nombre fue el de Carolina Píparo que iba al frente del ANSES, y luego la bajaron rápidamente. Las fricciones ante el poder aumentan en La Libertad Avanza. Así pues, muchos se compraron el traje antes de tiempo.

Milei necesitará de sus bastiones Posse y Francos que le brinden tecnicismos, seriedad y cintura política a su gestión. Mauricio Macri aparece como “el salvador “ de Milei, su referente político, pero también está colaborando al desorden y cierta sensación de caos antes de si quiera asumir.

Por otro lado tras ganar fueron a buscar al padre de las “Privatizaciones”, Carlos Dromi y ahora se conoce del viaje relámpago de Diana Mondino a Brasil para limar asperezas con el gobierno de Lula Da Silva. Daniel Scioli y Mondino estuvieron en el Palacio Itamaraty con el canciller brasileño Mauro Vieira.

¿Cuál es el verdadero rol de Macri? Sin dudas le interesa manejar Justicia, Defensa y Seguridad. Sin embargo, para los consultados del PRO, niegan esta supuesta injerencia de Macri en esos sectores de poder, aunque reconocen que el ex presidente sabe que si Milei fracasa, deberá inmiscuirse de lleno. Entonces Macri podría ser la fortaleza política de Milei o quien verdaderamente ejerza el poder en las sombras, como lo hace Cristina Kirchner. Macri será el titiretero de la era MIlei.

 

¿Una nueva forma de administración?

Milei necesita de todos los sectores, no puede hacer oído sordo. Debe evitar un espejo de lo que ocurrió en el 2001. La presidencia de la Cámara Baja en el Congreso de la Nación es otro punto de ansiedad. Los candidatos son Florencio Randazzo y Cristian Ritondo, representando quizás nuevos roles e integraciones para el oficialismo y oposición. El primero es avalado por los libertarios, el segundo es macrismo duro, y fue un gran respaldo en el armado de fiscales a la hora de revisar voto por voto. Si se inclinan por Randazzo se dará una estructura política de gestión más amplia con la representación del peronismo no Kirchnerista, el peronismo disidente. Así pues, aspiran a sumar gente de Schiaretti. La presidencia de Randazzo en Diputados sería una novedosa forma de gobernar con políticos que piensan distinto pero pueden sumar ideas y experiencia, siempre desde el peronismo. Estaríamos ante un nuevo esquema de administrar el poder que aún está en configuración. Necesario por cierto por el bienestar de la gente. El ideario de Milei sería un gobierno con la gente de la Libertad Avanza, el ala dura del PRO junto a Macri, referentes importantes del peronismo disidente y por qué no sumar a kirchneristas con ganas de trabajar por el país. Todo esto está por armarse, mientras se pelean por el poder, por los reconocimientos y cargos altos.

Sea cual sea el verdadero rol de Mauricio Macri detrás del presidente electo, no hay que olvidar que la apuesta fuerte de los votantes fue a las ideas de Milei, que aunque inexperto, desorganizado, a veces violento en sus contestaciones y modales para mujeres y hombres, ha sido el elegido por la mayoría de la sociedad para sacar a la Argentina de la inercia. ¿Podrá lograrlo? Es la gran duda, incluso de sus votantes.