Gobierno de Salta
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Pobre nuestro país, a la Argentina sólo le faltan los marcianos, según su propio presidente, Alberto Fernández, quien reflexionó sobre su gestión en un foro agropecuario, donde parece haber hecho catarsis. “En mi gobierno me ha pasado de todo, solo falta que lleguen los marcianos”, se despachó el mandatario.

Por Natalia Aguiar

Dos días después recibió en la Casa Rosada al director de la NASA, Bill Nelson. Tras el encuentro, el científico y astronauta anunció a la prensa que había creado una comisión de expertos para estudiar la posibilidad de que exista vida extraterrestre.

Es que en la Argentina lo mejor que podría pasar es que los marcianos la conquisten porque los políticos que actualmente dirigen los hilos del país, no encuentran la salida, mucho menos despegue. Sólo la mirada externa podrá salvar el futuro de los argentinos. Si vienen en naves espaciales, mucho mejor. Ya existen evidencias de avistamientos de ovnis en Cachi, Salta y en el cerro Uritorco en Córdoba.

La Argentina no tiene más tiempos, se le acabaron las posibilidades aunque el Gobierno insiste en negociar con el Fondo Monetario Internacional, y rasca la olla para poder pagar el vencimiento de unos 2669 millones de dólares la próxima semana. Quizás sólo les interese la reserva de agua natural, nada más.

Un milagro monetario. La relación con el organismo internacional es engañosa, ya que se devalúa sin nombrar el verbo “devaluar”, porque genera estupor. Aunque las medidas impositivas son tales que se trata de una devaluación encubierta. Somos uno de los países con mayor presión tributaria sobre los habitantes, según un informe de Naciones Unidas, superando ampliamente a Venezuela. Todo este bagaje de decisiones tributarias es para evitar un terrible default, que según los técnicos en la materia, sería muy costoso tanto para el país, como para el FMI.

Massa, que alardeaba de ser el ministro que derribaría la inflación, ahora la cuestión se lo lleva puesto. Ilusionó al oficialismo con que recibiría fondos suficientes para cubrir todas las cuotas del año con el Fondo y que podría controlar las metas fiscales, pero no lo logró. Naufraga. Y además, tampoco puede salir a hacer campaña, a caminar el país. Así que la preocupación entre el kirchnerismo es fuerte, porque creen que es el más competitivo de los candidatos, pero está preso de su propia gestión. Y podría ser fatal para este peronismo unido por la desgracia.

No existe posibilidad de que Massa sea reemplazado en la cartera de Economía, porque como sostienen los cercanos, sería una “explosión catastrófica”.

Cristina está convencida de que el organismo internacional, alimenta una corrida cambiaria durante la campaña, y el día posterior a las PASO es hoy la principal preocupación, aunque también lo es octubre. Se mide día a día en el Gobierno. Hasta ahora Cristina avaló todo pensando en que el desastre es un hecho. La preocupación es extrema en el Gobierno.

Todos coinciden en que Masa fue bendecido por ella, porque es el único capaz de nadar en aguas turbias.

En lo que va de su gestión como ministro aumentó veintisiete impuestos sobre los ingresos, no sobre los gastos, y si fuera presidente podría haber más. Pobre las arcas de los jubilados, de los agropecuarios, de la gente del campo, de los empresarios y ni hablar de la clase trabajadora que no puede cubrir las necesidades básicas. Vivir en Argentina es misión imposible.

De hecho, muchos colombianos y venezolanos que eligieron estas tierras para cobijarse de sus tiranías, ahora deciden abandonar el país, porque saldrán malheridos.

¿Qué inversor extranjero vendrá al país? Ninguno. Eso no sucederá ni ahora, ni si gana Sergio Massa y habrá que ver que pasa si gana Juntos por el Cambio, más dispersos y enfrentados que nunca.

La falta de acuerdo con el Fondo Monetario generó inquietud en los mercados y llevó a una escalada del dólar estrepitosa y peligrosa. El dólar paralelo aumentó 60 pesos durante el mes de julio y el viernes pasado cerró a 551 pesos. Cuando el año pasado lo hicieron abandonar la cartera de Economía a Martín Guzmán, el dólar estaba a 239 pesos. En perspectiva histórica, fue mucho peor que la de la salida de la convertibilidad en 2002. El dólar paralelo es un referente de los precios porque la ciencia, la industria, el campo, la televisión, el cine, requieren de insumos extranjeros que deben importarse y los costos son en dólares. Los empresarios están desesperados y prefieren fijar costos en dólares para no perder, poder vender y comprar otra vez. Caso contrario el negocio se acaba. No existe la seguridad financiera en Argentina.

El gobierno miente y miente, pensando quizás que algo quedará, y la oposición hace su juego que no conduce a nada. Mientras se pelean y acusan entre ellos, desaparece el valor del salario y la inflación es ya una hiperinflación imparable, angustiante, devastadora.

 

Celos

¿Los extraterrestres serán celosos? En los últimos días fue furor en las redes los abrazos del titular de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, primero con Sergio Massa y luego con Horacio Rodríguez Larreta. Luego, el sábado se dio inicio a la histórica Exposición Rural de Palermo, pero si bien se cruzaron miradas con punta de sable, no se saludaron. Los protagonistas de la novela fueron Rodriguez Larreta y Patricia Bullrich pese a estar a sólo quince metros de distancia y ante las cámaras de medios de comunicación, no tuvieron el gesto noble de emitir un saludo. Así están las internas en Juntos por el Cambio. Que arden. Se sacan chispas.

El Jefe de Gobierno porteño acompañó la apertura, pero Bullrich fue ovacionada con aplausos al llegar al palco y saludó con los brazos en alto.

A menos de dos semanas de las PASO, previstas para el domingo 13 de agosto, la economía argentina es un campo minado y los políticos dejan mucho que desear.

¡Que vengan los extraterrestres! Sólo ellos podrán defender a la Argentina. ¡Que se vengan los marcianos! ¡Que se vengan! S.O.S.