Quizás sea hora de designar a los donatarios y herederos políticos del kirchnerismo, porque el ocaso de Cristina Kirchner ya es tan evidente que ni ella quiere ser candidata.
Por Natalia Aguiar
Esta semana Cristina salió a mostrar energía y puso en marcha el tablero electoral, en el que Sergio Massa parece tambalear. Eduardo “Wado” De Pedro es el candidato cantado de La Cámpora. Sin embargo, Sergio Massa sigue siendo socio estratégico en estos meses hasta llegar a octubre, además el ministro de Economía es esencial en la estrategia para armar con el Frente Renovador.
Cualquier paso que se dé en el entramado electoral es delicado porque puede traer consecuencias en el aspecto económico. Donde todo pende de un hilo. Por más candidato o candidatos que tenga La Cámpora, Sergio Massa es esencial para Cristina ya que debe bregar por la sustentabilidad económica.
Las reuniones de personas muy importantes demuestran la gran preocupación de Cristina y el oficialismo que no encuentra un rumbo claro, mientras los días pasan y los índices inflacionarios aceleran al ritmo del dólar.
Cristina se reunió con el ministro de Economía el lunes por la noche y al otro día recibió a tres referentes de La Cámpora, Máximo Kirchner, De Pedro y Andrés “Cuervo” Larroque. El jueves, la vice reapareció en televisión y deslizó una frase que puede leerse como una línea directa a los camporistas: “que los hijos de la generación diezmada tomen la posta”.
Las declaraciones de Cristina inmediatamente repercuten en el Gabinete, mientras, Alberto Fernández y Sergio Massa buscaban dólares debajo de las piedras, para el caso de que el FMI no acceda a anticipar los desembolsos de este año. La situación es límite, “dura” la definen en la Casa de Gobierno. Alberto Fernández y Massa esperan respuestas de Estados Unidos pero además tienen un plan B: analizan que Brasil y México puedan financiar las exportaciones argentinas. También Esperan ansiosos que el frente BRICS avale las negociaciones con el gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva.
Entre los dirigentes duros del kirchnerismo, plantean que con una inflación de dos dígitos, Massa pierde las posibilidades de ser candidato. Además ¿Qué hace para ser candidato y enfrentar la campaña? ¿Renunciaría al ministerio? ¿Cómo sería la estrategia? No estarían dadas las condiciones. Hasta hace un tiempo era el candidato de Cristina, ahora no, deslizan los contrincantes del titular de Economía, ya en medio de una pelea electoral.
Cristina busca sus herederos forzosos
Es que en La Cámpora, ya con la bendición de Cristina, los muchachos están eufóricos con la idea de ser los sucesores del poder. No se negarían a una interna. Además, Máximo Kirchner sostiene que habría que nombrar a un candidato que “enamore” y le pidió al intendente de Lomas de Zamora en uso de licencia, Martín Insaurralde, que acompañe a De Pedro a caminar el conurbano. Y así fue que aparecieron pintadas en suelo bonaerense que decían: “Wado con Cristina 2023″. Todo en fina sintonía.
Sin embargo, otro aspirante podría ser Axel Kicillof, el que mejor resultados mantiene en las encuestas, así que todo podría cambiar en un abrir y cerrar de ojos de Cristina.
En la carrera electoral, sólo un objetivo une al massismo, camporimo y kirchnerismo: sacar a Alberto Fernández del círculo de decisiones. No quieren una PASO para ampliar la participación del peronismo federal como impulsa el presidente, como que las listas para las elecciones generales se integren con un sistema tipo D’Hont.
Esta semana, en el acto por el aniversario por los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner, Cristina volverá a acaparar la centralidad como única oradora. Coinciden sus voces cercanas en que ese día será de homenaje y emoción, no lo utilizaría para designar a un candidato. Será el día de Néstor. Un día de ella, porque moverá las entrañas emotivas del poder. Mientras el kirchnerismo parece vivir un ocaso in crescedo. Cristina podría proponer un plan de trabajo, el diseño de un programa, una plataforma política integrada por el kirchnerismo y La Cámpora, junto al massismo.
Massa busca dólares por doquier
Lo que no deja pegar un ojo a Sergio Massa es la búsqueda de dólares como si fuera el tesoro escondido, pero esto no es un cuento, es la realidad que supera a la ficción sin miramientos, sin piedad. Massa teme una corrida bancaria en los próximos meses, lo que sería fatal para la frágil economía argentina. Para Cristina y Massa, si alguna esperanza de mantener el poder existiera, los cierres de listas y tácticas electorales se vinculan de manera directa a la estabilidad económica de los meses por delante.
Entre los asesores de Massa dejan entrever que el ministro cree conveniente evitar una PASO en el Frente de Todos, porque podría ser un boomerang en contra de la gestión. Para Massa no contar con candidatos de peso puede ser contraproducente en los mercados que reaccionarían sin piedad ante la falta de competencia. Si bien advierte a los suyos que cuando solicita un único candidato no habla de él, pero se muestra como el único garante de la estabilidad, y con el poder de fuego para enfrentar al Fondo Monetario Internacional.
Massa está jugando fuerte la interna en el Frente de Todos, y ya lo demostró a los suyos en Tigre y ahora se prepara para mostrarse firme en junio cuando se realice el congreso del Frente Renovador, a días de los cierres de listas y alianzas. Habrá que ver que pasa en junio porque en Argentina es el día a día, para evitar que vuele todo por los aires. Una imagen que los ciudadanos perciben cuando van al supermercado, a comprar ropa, zapatos, y sobre todo medicamentos. De hecho se organizan tours de compras de gente de países limítrofes porque la nafta, el gasoil, los alimentos, los insumos, los productos de cuero, y demás son “baratísimos” para ellos. Compran de a veinte, de a treinta productos, y compran y compran y si bien es quizás bueno para para que los comerciantes y empresarios puedan palear la crisis, es tan triste para los argentinos, que retuerce el corazón.
Mientras los extranjeros de países limítrofes se hacen la fiesta con la pérdida de valor de nuestra moneda, Cristina busca una salida elegante ante las posibilidades de perder que le auguran las encuestadoras más serias.
La oposición sigue en su interna eterna. Los argentinos ante la incertidumbre de candidatos de peso, con nombre propio que puedan entrelazar las fibras del tejido social deshilachado por la inflación y la falta de estrategias correctas. Los argentinos cada vez más alejados del mundo, de la posibilidad de llenar los carritos del supermercado. Agónicos en busca de aire puro. Sin razones, el corazón de los argentinos se entristece ante la dura realidad que toca vivir.