Desde siempre los Esteros del Iberá, como la Patagonia, el sur y el norte del nuestro país han sido atractivos para turistas del mundo que vienen a apreciar la naturaleza con la que Dios bendijo a estas tierras.
Por Natalia Aguiar
Sin embargo, los argentinos no valoran los recursos naturales, las imágenes impactantes que la naturaleza brinda de manera casi circunstancial, pasan inadvertidas en la mayoría de argentinos.
El tema es que las cuestiones ambientales, los recursos naturales, son derechos humanos inherentes a los hombres por su condición de tal. Sin un contexto de naturaleza sana, la vida del hombre peligra. Pero para los gobiernos de países en desarrollo parece no importar. Menos al gobierno argentino que está centrado en combatir el incendio con el Fondo Monetario Internacional.
Gustavo Valdés pidió ayuda a Estados Unidos
El gobernador de Corrientes, desesperado ante los incendios descontrolados que ya arrasaron con más de 785 mil hectáreas, solicitó recursos a Estados Unidos para combatir el fuego. Este pedido, Valdéz lo realizó el sábado pasado vía Twitter.
“Puesto que #Corrientes necesita de más recursos para superar la Emergencia Ígnea que atraviesa, solicité la colaboración de #EstadosUnidos a través de su embajador en #Argentina, Marc Stanley”, escribió en su red social.
Valdés evitó cruzarse con Nación pero en una entrevista expresó que la situación “es muy compleja” y que sólo la “naturaleza” lo puede terminar. Además, reconoció: “No, no hablé con el Presidente. Sé que el ministro Cabandié sobrevoló la zona, pero no voy a seguir polemizando con el Gobierno, pero seguramente -Fernández- está mandando ayuda y colaboración a través de sus ministros”, detalló. Puntualizó que debe dejarse de lado “la grieta” cuando se trata de problemas ambientales porque “los daños que ha sufrido la producción, la flora y la fauna son muy importantes. Tuvimos que evacuar a muchas especies. Vamos a necesitar mucha ayuda cuando el fuego se vaya, pero, hoy, la prioridad es apagar los focos”. Además, reconoció que otras provincias como “Jujuy, Córdoba, CABA, Misiones, Buenos Aires y Mendoza” enviaron refuerzos, pero que “lo único que puede parar esto es la misma naturaleza. Esperemos que el pronóstico no se equivoque”, sentenció.
La cobertura vegetal más afectada son los esteros (y otros bañados), donde se duplicó el área dañada, que pasó de 124.000 hectáreas a más de 245.000, según el informe del INTA.
Corrientes tiene afectada una superficie superior al 10% de su territorio y solo la lluvia, pronosticada para el jueves, puede dar un respiro. La cuestión es que los incendios se iniciaron en noviembre y la ayuda arribó recién hace dos semanas cuando todo era inmanejable, explica un brigadista totalmente alejado de las internas políticas. La infraestructura de Corrientes para enfrentar los incendios es vulnerable, pese a los 40 destacamentos de bomberos que hay en la provincia, ante la magnitud de los incendios. “Hay muchas voluntades, poca logística y mucha desorganización”, destaca otro brigadista que junto sus compañeroshace más de 50 días se encuentran trabajando en la línea de fuego sin cesar.
Juan Cabandié, en el centro de las críticas, responsabilizó a la provincia por la propagación de los incendios, ya que “desde el 23 de enero venimos ofreciendo medios, y recursos humanos (brigadistas) a Corrientes y la solicitud de ayuda de la provincia fue enviada el 5 de febrero”, deslizó el titular de la cartera. Nación sostiene a Cabandié en su cargo, quien agregó que “los recursos de Nación” para hacer frente a la situación “estuvieron disponibles desde un principio” al tiempo que se detalló que los mismos fueron ofrecidos antes que los solicitara la provincia. Los colaborades del gobernador correntino, Gustavo Valdés, rechazan estas declaraciones, es decir niegan que la ayuda haya estado disponible pero destacan la actitud de Sergio Berni que pese a estar en polos opuestos de la situación política, “se comportó como un señor y se puso a disposición”. Lo mismo opinaron de Sergio Federovisky, quien secunda a Cabandié en la cartera nacional. “Él vino acá antes, sabe del tema y es una persona con la que se puede hablar”, aseguraron.
Por su parte, Sergio Berni, ministro de Seguridad de Buenos Aires, dispuesto a cortar el cordón umbilical con el kirchnerismo y Cristina, se encuentra en el lugar del desastre y advirtió: “Todo el mundo critica pero acá no vi a nadie”.
“Nuestra presencia acá molesta porque deja en evidencia a inoperantes y miserables”, continuó Berni o “Súper Berni “ como le dicen sus adversarios.
“El peor de todos los pecados es equivocarse por no hacer”, dijo el ministro de Seguridad bonaerense, que mostró el despliegue de efectivos de la Provincia y dijo que llegó allí por orden de Kicillof.
El Gobierno nacional deberá entonces tomar medidas serias respecto el cuidado y preservación de los recursos naturales a lo largo y ancho del país, porque no se trata de cuestiones provinciales, sino de Derechos humanos que incluso superan la jurisdicción nacional. Son recursos de la Humanidad. No puede ocurrir otra vez este tipo de desastres, ni en Corrientes, ni en Córdoba, ni en ninguna provincia, porque se trata de una responsabilidad gubernamental y política.
El otro foco de incendio, al Congreso
Martín Guzmán, enviará el acuerdo con el FMI al Congreso, no será secreto y los representantes del pueblo tendrán acceso a todos los detalles. Ahora bien, el Congreso, deberá aprobar todo el acuerdo con el Fondo. Todo significa el acuerdo más la carta intención y el memorándum de entendimiento. Los legisladores nacionales, diputados y senadores, estudiarán y discutirán la letra grande y la letra chica del acuerdo.
El convenio con el Fondo Monetario se aprobará, es algo que incumbe a todos. Oposición y oficialismo. La cuestión es cómo se llegará a esa instancia. Por su parte, Juntos por el Cambio adelantó que dará quórum en cualquier caso, pero podría abstenerse si lo obligaran a aprobar la carta de intención enviada al Fondo. El tema es que la carta de intención incluye decisiones que involucran cuestiones de la política económica del oficialismo, y la oposición no quiere asumir esa responsabilidad que no es propia, sino del Gobierno. Quizás prefieran una norma, una ley que autorice al Gobierno a suscribir el préstamo con el FMI. Algo más sencillo, sin asumir costos políticos. Entonces en ese contexto el Gobierno contaría con total apoyo de los opositores. El Gobierno enfrenta esa disyuntiva: una aprobación con solo 90 o 92 votos de los 257 diputados, porque el resto se abstendría o votaría en contra, o si pretende una aprobación con más de 200 votos.
Las abstenciones no serán consideradas pero una aprobación del acuerdo lograda con pocos diputados dejará en evidencia la vulnerabilidad del gobierno de Alberto Fernández, ante los ojos del mundo, ante el Fondo Monetario.
Así pues, Alberto ya está con el traje de bombero porque debe apagar todos los incendios que se podrían haber evitado con políticas de consenso y proyección a futuro. Tanto el fuego de Corrientes, los fuegos internos y los que mantenemos con el FMI deberían resolverse en unidad. Es que afecta a todos los argentinos. Alberto se prepara para dar un mensaje de unidad el 1º de Marzo. Que no se quede en palabras... hechos, acción, compromiso.