medranoPor Josefina Medrado

Y va terminando el largo mes de agosto y la ciudad se viste de fantásticos colores con esos lapachos en flor, los plataneros comienzan a liberar ese polen altamente alergénico provocando grandes alergias respiratorias y en la piel, que a muchos nos tendrán locos con estornudos y rinitis.

Si bien empezamos a vivir con esperanzas renovadas el tiempo del Milagro, aparece también una preocupación por la llegada de una nueva enfermedad o enfermedad desconocida por nosotros. ¿La viruela del qué?

La viruela del mono o viruela símica, enfermedad descubierta en Dinamarca por el año 50 en monos de laboratorio, emergente en la República del Congo por los años 70 y responsable de un significativo aumento de casos en 2022 (brote), tiene destacado protagonismo en el mundo por esto tiempos. Dado este recrudecimiento de la viruela del mono, la OMS ha declarado la Emergencia en Salud Publica de importancia internacional, siendo este el máximo nivel de alerta de esta agencia frente a una enfermedad.

Algunos en su pensamiento mágico podrían imaginar que al contraer esta enfermedad, de alguna manera comenzaran a parecerse a esos mamíferos peludos, como aquel que se colgaba de los edificios de la gran manzana, o a los pequeños alborotados y chillones de nuestra selva subtropical. ¡Pues tranquilos! que esto no es así pero claro está que para evitar estigmatizaciones lo deberemos llamar “mpox “. Pox porque el virus de la viruela pertenece a la familia Poxviridae y M” en donde fue descubierto, los monos.

Recordemos que la viruela humana o smallpox fue la responsable de la muerte de millones de personas en el mundo y su erradicación se dio frente al inicio de una campaña organizada por la OMS en 1966, donde se preveía una campaña de vacunación en masa de diez años de duración a los fines de erradicarla. Esta enfermedad, cuyas epidemias cambiaron el curso de la historia ha sido eliminada de la faz de la tierra siendo la primera vez que una epidemia se erradica por la intervención del hombre. Tal vez algunos recordarán, o dependiendo de la edad, tendrán una lesión dentada en la parte superior del brazo, cicatriz que sirve como recordatorio vivo de una enfermedad erradicada por una adecuada y oportuna política de salud.

La mpox se presenta con fiebre, una erupción extensa, y generalmente con ganglios linfáticos inflamados. El período de incubación puede variar de 5 a 21 días. La fase febril de la enfermedad generalmente dura de 1 a 3 días, con síntomas que incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), dolor de espalda, mialgia (dolor muscular) y una intensa astenia (falta de energía). La fase febril es seguida por la fase de erupción cutánea, que dura de dos a cuatro semanas. Las lesiones evolucionan de máculas (lesiones con base plana) a pápulas (lesiones firmes, elevadas y dolorosas), a vesículas (llenas de líquido claro), a pústulas (llenas de pus), seguidas por costras o escaras. El contagio puede producirse de persona a persona a través del contacto cercano con alguien infectado: estar cara a cara, hablando o respirando cerca de una persona infectada, en contacto con la piel, boca a boca o boca a piel. Se estima que esta variante que circula actualmente es más trasmisible que la del brote de 2022 donde la enfermedad se contagiaba por contacto muy íntimo, hasta tal punto que la mayor parte de los casos se transmitían en relaciones sexuales. Al igual que la mayoría de las enfermedades virales el tratamiento está encaminado a mitigar los síntomas.

Como decía alguien por ahí, los virus son malas noticias envueltas en proteínas y resulta inevitable que la declaración de la emergencia internacional recuerde a la del covid, pero ni el virus ni la situación tienen nada que ver lo cual es una buena noticia para todos.

Nadie quisiera pensar en volver a aquellos tiempos de pandemia y menos los que estuvimos en lugares estratégicos con toma de decisión frente al avance de un desconocido. Hoy la ciencia asegura que estamos lejos de eso y con buenos fundamentos sobre todo por la transmisibilidad del virus. Imaginemos como ejemplo a una persona en un colectivo viajando 20 minutos donde el que va sentado al lado suyo podrá contagiarse y no así el chofer ya que el mpox es 2 veces de mayor tamaño que el sarscov 2, lo cual no permite su aerolizacion a distancia.

Es un virus de ADN y no de ARN por lo cual sus mutaciones son menores y mucho más lentas. Esto hace que aquellos mayores de 50 o 60 años que tienen ese indicador de vacunación en su brazo cuenten todavía con memoria que les servirá como protección. Y como si esto fuera poco, para este viejo conocido contamos con vacuna.

Entonces mis queridos lectores, a estar atentos a los síntomas, ser precavidos y consultar oportunamente porque es más importante ocuparnos que preocuparnos por la ¿viruela del que? La viruela del mono.

 

Josefina Medrano fue ministra de Salud de Salta.