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Por Natalia Aguiar

La revolución francesa pero con colores celeste y blanco enfrenta a Karina Milei y a Victoria Villarruel, en una escalada que ahora llegó a los Campos Elyseos en París.

Si bien el Gobierno de Javier Milei pasó semanas turbulentas, y el huracán parece haber cesado, la gestión, los frentes, las internas sacuden el amperímetro.

Desde hace algunos meses la tensión entre la vicepresidenta, Victoria Villarroel, y la secretaria general de la presidencia, Karina Milei “El Jefe”, es de profunda enemistad. Ahora la cuestión escaló a nivel internacional.

Todo se desató con el canto xenófobo de la Selección contra los jugadores de ascendencia africana. Primero, el exsubsecretario de Deportes Julio Garro dijo que Lionel Messi y la AFA debían pedir disculpas públicas, lo que generó una serie de críticas de las tropas libertarias en X y el pedido para que el funcionario fuera echado del Gobierno, algo que Javier Milei concretó el miércoles por la noche.

El repudio contra Garro de los influencers libertarios y seguidores de Milei en X fue unánime, coincidente, al igual que la defensa cerrada a los jugadores de la Selección, que estaban siendo cuestionados en Europa con pedidos de sanciones en sus clubes. A esa movida se subió Villarruel con un tuit con perspectiva antiimperialista. Ella le apuntó directamente a Francia, pese a que el gobierno de Emmanuel Macron no había hecho ningún comentario sobre el cántico de la Selección. “Ningún país colonialista nos va a amedrentar por una canción de cancha ni por decir las verdades que no se quieren admitir. Basta de simular indignación, hipócritas. Enzo yo te banco, Messi gracias por todo!”, escribió la vice. Y se desató la tormenta de arena con el Gobierno.

Primero parecía que la administración Milei convalidaba los dichos de Villarroel ya que las tropas digitales mileístas o libertarias, avalaron el mensaje anticolonialista de la vice. De hecho, uno de los cabecillas digitales, Daniel Parisi, conocido en las redes como “Gordo Dan”, compartió el mensaje de Villarroel. Sin embargo, parece que tiene tal influencia que promovió la salida de Garro del Gobierno.

Francisco Sánchez, secretario de Culto, dijo que los argentinos “nunca fuimos colonialistas”, en consecuencia con el discurso de Villarroel. Más aún, hasta el presidente Javier Milei retuitó un mensaje de un seguidor que expresaba que “decir que Messi tiene que pedir disculpas a unos europeos colonizadores por una canción que encima dice la verdad es ir en contra de la ideología del Javo”.

Hasta allí, el discurso de la vice convalidado por la Casa Rosada, sin embargo, fue la misma Karina Milei la que, incluso pasando por encima de la canciller Diana Mondino, se sentó ante el embajador de Francia en Buenos Aires, Romain Nadal, y recortó el problema a un desvío de la vicepresidenta, exponiéndola como ajena a la postura del Gobierno. Fue una actitud brusca la de la hermana del presidente. Pero desde hace rato que existe un destrato desde la secretaria General de la Presidencia para con Villarruel, y se esfuerzan en tratarla sólo como “presidenta del Senado” y como externa a la célula de poder. Es decir, la vice no es parte de los ejecutores de poder, de los que toman las decisiones. Lamentablemente, aunque a Karina Milei no le guste, Sandra Villarroel es parte del poder Ejecutivo porque así lo dice la Constitución Nacional y además, fue elegida por el pueblo, al igual que Javier Milei.

Lo llamativo es la manera de ejercer poder de Karina Milei, la que parece perdió la brújula, en pos de lograr sus objetivos. No acepta las diferencias dentro de su espacio, y según cuentan los que la conocen, somete a los que la rodean, no le gusta que la cuestionen, no acepta opiniones contrarias, porque caso contrario, ruedan cabezas. De hecho, desde el inicio de la gestión, se desvincularon a 55 funcionarios de alto rango por pensar distinto o emitir opiniones propias. Este tipo de ejercicios del poder no es saludable de ninguna manera. Se parece cada vez más a las formas autoritarias de Cristina Kirchner. Se ve que el poder transforma a las personas. Karina ya no es la misma, aquella que organizaba eventos, hacía tortas para vender y leía el tarot. Es ahora la persona con mayor poder en la Argentina. Cuidado con “El Jefe”.

En la Casa Rosada aseguraron que Karina Milei asistió a la embajada de Francia por iniciativa propia y no porque el gobierno de Macron haya hecho llegar un malestar a la Casa Rosada. De hecho, la canciller Diana Mondino y su par francés Roiman Nadal se encontraron en la conmemoración por el atentado a la AMIA, pero no tocaron el tema de la Selección. Pero a ningún funcionario sorprende la actitud de Karina Milei, ni que asuma facultades diplomáticas que no le corresponden. Ella es “El Jefe”, está por encima de todo.

“Fue un comentario desafortunado”, dijo el mandatario sobre el tuit de Villarruel en una entrevista en apoyo a su hermana.

En el seno del poder hay malestar con Villarroel. Señalan que no renunció a las jubilaciones de privilegio y se mostró a favor de subir las dietas de los legisladores, a contramano de la línea del Gobierno, y que mantiene agenda propia. La acusan también de haber “pisado la Ley de Bases para que no se pueda firmar el Pacto de Mayo, en mayo” y que no fue al acto en Tucumán, justificándose que estaba engripada y al día siguiente “estaba deslumbrante en el desfile militar”.

Todo este episodio de mal gusto se da unos días antes de que Javier Milei viaje a París para participar de la apertura de los Juegos Olímpicos. El Presidente primero había confirmado su asistencia y luego dijo que no asistiría. Ese giro fue en base a una recomendación de seguridad, es que la custodia presidencial atraviesa un momento de vulnerabilidad por los cambios en la ex SIDE. Pero Milei viajará a Paris y se organiza un encuentro privado con Emmanuel Macron.

Sea como sea la cuestión, la intolerancia a las diferencias de opiniones del presidente y su hermana resultan obstructivas de la libertad, de la Democracia.

 

Una nueva etapa en Economía

El Banco Central comenzará a ejecutar este lunes su nueva política monetaria de “emisión cero”, la misma que anunciaron el presidente de la entidad, Santiago Bausili, y el ministro de Economía, Luis Caputo, en la conferencia de prensa del viernes 28 de junio y, casi tres semanas después, entrarán en juego los títulos de deuda del Tesoro: las Letras Fiscal de Liquidez, también conocidas como Lefi.

De esta forma el Gobierno trasladó la deuda del Banco Central al Tesoro y, en consecuencia, buscó transmitir el mensaje de “emisión cero”. Por lo que el Banco Central no imprimirá más pesos para financiar la renovación de dichos pasivos que equivalen a aproximadamente $20 billones. Será una gran exigencia para el Tesoro que, ya sin maquinita de impresión, el 17 de julio de 2025 tendrá que asumir el vencimiento de esta deuda que se irá capitalizando día a día, según la tasa de interés nominal anual. Razón esta por la que había expectativas en el sector financiero sobre una presunta suba de la tasa del Central pero Milei, en una entrevista con el medio Neura, le restó importancia a dicha posibilidad aunque desde la entidad monetaria no se expresaron al respecto.

¿Qué pasará entonces? Los pasivos del Central se transformarán en letras del Tesoro que estarán en manos de bancos. Esto no afecta a la gente, pero para el Gobierno es importante este “traspaso de manos” de quién paga la deuda “, ya que marca la segunda fase de su programa con el objetivo de “destruir a la inflación”, como lo explica el presidente. Y continuó: “Para avanzar en la salida del cepo, necesitamos la convergencia de los aumentos de precios con el crawling peg, que es devaluación mensual del 2%”. Previo a esto, la “emisión cero”.

A fines de junio comenzó esta etapa crucial para el Gobierno. Los analistas explican que “el contado con liquidación bajó 1,7% con un Central que vendió dólares en el mercado financiero, la brecha se achicó pero el blue aumentó 5,8% y el riesgo país subió 134 puntos”.

Respecto los vencimientos en dólares con el Fondo Monetario, Milei aseguró que las deudas se pagarán “como sea” y, a su vez, Caputo expresó en redes sociales que va a secar la plaza de pesos y que la gente va a “vender dólares para pagar impuestos”. A lo que Cristina no dudó en contestar: “Más perdido que turco en la neblina”, criticó la exmandataria. Y la verdad es que hay argentinos que en su vida vieron un billete de dólar.

Mientras tanto, la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzabal, detalló que la reglamentación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) está demorada. Parece que la mesa chica trabaja en el texto para que los empresarios con inversiones previas puedan adherir al régimen de 30 años sumando capital para llegar al piso de US$200 millones. Además, el Gobierno impulsa la venta de más de 370 terrenos y edificios públicos para recaudar al menos a US$1000 millones. Necesita fondos.

En este tira y afloje de internas del Gobierno y pase de facturas de referentes políticos de Argentina, la gente trabajadora, el comerciante, el emprendedor, el profesional quedan en medio como pelota de ping pong, rebote y rebote, sin salida concreta. Sin posibilidades, sin esperanzas al corto plazo.

Tan golpeado está el pueblo argentino que soporta estos ajustes inhumanos con la fe de cambio. Ojalá llegue, por el futuro de los jóvenes.