El secretario de Minería de Nación, Luis Lucero, afirmó que "todas las obras para la minería pasarán a manos privadas".
Durante la reciente inauguración de producción de la primera planta de hidróxido de litio en General Güemes, Lucero destacó la importancia de la iniciativa privada en el desarrollo de la infraestructura necesaria para el crecimiento del sector, desligando el rol del Estado.
"La infraestructura está librada a iniciativa privada", reiteró el funcionario, subrayando que el gobierno no planea realizar inversiones públicas para mejorar las condiciones viales y energéticas en la Puna, una región clave para la minería del litio. Este enfoque plantea un desafío dado que la precaria infraestructura en la zona ha sido un cuello de botella para el desarrollo de la actividad minera.
Lucero explicó que la responsabilidad de las mejoras en la infraestructura recae sobre las empresas mineras: "Las compañías saben que el mejoramiento de infraestructura debe incorporarse a su programa de inversión en capital". Esta afirmación deja claro una estrategia clara del gobierno nacional: promover que las empresas asuman un rol proactivo en la inversión en infraestructura, un elemento vital para la expansión de la producción.
Desde luego esto genera incertidumbre. Las empresas mineras tendrán que evaluar si están dispuestas a invertir en la modernización de las instalaciones, especialmente en un contexto económico donde las restricciones cambiarias continúan siendo un tema crítico.
Lucero se refirió a esta situación, señalando que "el país saldrá del cepo cuando se consideren dadas las condiciones para hacerlo de una manera que no perjudique a la economía". Este comentario refleja la cautela del gobierno, que busca equilibrar la apertura económica con la estabilidad.
En este contexto, las empresas del sector deben adaptarse a un nuevo modelo que les exige no solo extraer recursos, sino también contribuir al desarrollo de la infraestructura que facilitará sus operaciones. La iniciativa privada se convierte, así, en un pilar fundamental para el futuro de la minería del litio en Argentina.
El desarrollo de la infraestructura necesaria será clave para capitalizar esta oportunidad. La mirada está ahora puesta en cómo las empresas responderán a este llamado y si lograrán superar los desafíos planteados por la falta de inversión pública. La colaboración entre el sector privado y el gobierno será fundamental para asegurar que Argentina pueda posicionarse como un líder en la producción de litio.