07 02 peronEl 1 de julio de 2024, se conmemoraron 50 años desde la muerte del general Juan Domingo Perón, una figura que dejó una huella indeleble en la historia de Argentina. En medio de una crisis política, económica y social que atraviesa el país, las palabras y el legado de Perón resuenan con una vigencia notable.

El profesor e historiador Miguel Ángel Caseres compartió sus reflexiones sobre esta fecha tan especial, analizando la relevancia del pensamiento y la doctrina peronista en el contexto actual.

"A 50 años de la muerte de Perón, estamos viviendo una crisis espantosa", señaló Caseres en diálogo con Punto Uno, refiriéndose a la compleja situación que enfrenta el país actualmente. "Perón decía va a llegar el momento en que ningún argentino no sea peronista. En esta frase, anticipaba un futuro en el que su movimiento trascendería las etiquetas políticas para convertirse en un marco filosófico y doctrinario insustituible, que iría en permanente crecimiento".

Caseres subrayó la importancia de la historia y la trayectoria política del peronismo, destacando que "hoy más que nunca el pueblo se va a dar cuenta de la profundidad del legado de Perón". Recordando el golpe de Estado de 1955, el profesor mencionó que en aquel entonces "se escribieron muchísimos libros donde se acusaban a todos los peronistas habidos y por haber, pero 18 años después, el pueblo argentino demostró que esas acusaciones no habían logrado destruir el espíritu peronista".

El historiador reflexionó sobre la visión de Perón como un hombre conciliador con todos los sectores de la sociedad. "Perón era un hombre que buscaba la concordancia, el equilibrio de todos los sectores si es que de verdad querían una Argentina en paz con verdad y justicia. Hasta los militares debieron aceptar la necesidad de su liderazgo", afirmó Caseres.

Sobre su último mandato, dijo: "Perón tenía las mejores intenciones en su último gobierno, pero no tenía el mejor estado físico para aguantar la presidencia. Perón se fue como agua de entre las manos cuando más lo necesitábamos. Era crucial y no llegó", lamentó.

Tras su muerte, Argentina experimentó un periodo de inestabilidad, con los antiperonistas, liderados por Ricardo Balbín, encabezando un "desbarranque absoluto".

Una de las mayores cualidades de Perón, según Caseres, fue su capacidad para evitar la violencia interna. "Perón podría haber desatado una guerra civil, pero siempre eligió la coherencia," señala el historiador. Esta capacidad para buscar la paz y la justicia en tiempos de división es uno de los aspectos más destacados de su legado.

Caseres también resalta la esperanza y el valor del esfuerzo en el pensamiento peronista. "Todos los seres humanos, compatriotas y paisanos, tenemos la obligación de comprometernos políticamente. Este país está lleno de compañeros, la generosidad de un pueblo inocente que es ultrajado permanentemente. Las dirigencias políticas no son agradecidas, salvo el peronismo, todos los demás manosean y ultrajan al pueblo como pasa hoy".

El profesor destacó su compromiso personal con el peronismo, señalando que "soy peronista porque hasta el momento es el único proyecto político que tiene la carnadura y el compromiso más allá de todo, porque es nacional, popular, cristiano, americanista y revolucionario. No hay nación sin pueblo, y el pueblo merece los mejores esfuerzos".

Concluyó subrayando que el marco filosófico y doctrinario del peronismo es insustituible y seguirá en constante crecimiento. En tiempos de crisis, la figura de Perón y sus enseñanzas se convierten en una guía para muchos argentinos que buscan soluciones y esperanza.