Gran especulación se ha generado durante los últimos días en India sobre la posibilidad de que el gobierno cambie el nombre del país a Bharat. El gobierno de Narendra Modi, del Partido Bharatiya Janata (BJP), provocó revuelo cuando se refirió al país como "Bharat" en las invitaciones oficiales para la cumbre del G20.
La controversia se ha avivado más por un tuit de un portavoz del BJP, que también usó el término "Bharat" para describir la nación en el contexto de una cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
El nombre "Bharat" literalmente significa lo que soporta o carga. India es entendida como la madre que soporta a un pueblo cuantioso y diverso. La palabra bhārata ha sido usada en textos sánscritos escritos hace más de 2,000 años. Este término se refiere a un territorio ambiguo, Bharatavarsa, que se extendía más allá de las fronteras actuales de India. Por otro lado, el término "India" se asocia ampliamente con el período colonial y es el más comúnmente utilizado en el ámbito internacional.
El BJP argumenta que el nombre "India" es un remanente del colonialismo y un símbolo de "esclavitud colonial". Este no es el primer intento del partido de cambiar nombres asociados con el período colonial o Mughal. El Jardín Mughal en Nueva Delhi fue renombrado el año pasado como Amrit Udyan.
La oposición ha advertido al BJP que se abstenga de eliminar el nombre "India". Shashi Tharoor, miembro del Congreso Nacional Indio, destacó el "valor incalculable de la marca" que el nombre 'India' ha acumulado a lo largo de los siglos. El debate ha alcanzado tal relevancia que la recientemente formada alianza de la oposición, la Alianza de Desarrollo Nacional Inclusivo Indio o INDIA, ha hecho del cambio de nombre un tema.
Es importante destacar que la constitución india reconoce tanto "India" como "Bharat" como nombres oficiales del país. Roop Rekha Verma, profesor de filosofía y ex vicerrector de la Universidad de Lucknow, señaló que la controversia radica en la intolerancia demostrada por el gobierno de Modi, que ha mostrado un "desprecio continuo por la constitución y las leyes".
Aunque el gobierno ha convocado una sesión parlamentaria especial para el 18-22 de septiembre, no se ha anunciado ningún orden del día, lo que ha llevado a especulaciones de que podría usarse para cambiar el nombre del país.
El debate del nombre no es solo una cuestión de identidad nacional, sino que también está fuertemente ligado a los entramados políticos, históricos y culturales del país.