La Academia sacó pecho en la Nueva Olla y volvió a ganar un título internacional después de 36 años. Jugó un partidazo en el primer tiempo y se fue al descanso ganando 2 a 0 con goles de Martirena y Maravilla Martínez.
En el complemento lo aguantó después del descuento de los brasileños hasta que apareció Roger Martínez para sellar la victoria en el final del partido para desatar la fiesta en Asunción, en Avellaneda y en todo el país.
La espera de 36 años llegó a su fin y fue Gustavo Costas -participe de esa última conquista- quien comandó a un férreo equipo que jugó con el corazón en la mano y que consiguió gritar campeón tras un arrollador inicio al juego.
El encuentro trajo consigo una actuación consagratoria de Gastón Martirena, quien logró adelantar a la Academia a los dos minutos del pitazo inicial aunque su tanto sería invalidado de manera polémica por un supuesto offside de Salas. Pese al acalorado reclamo, el equipo de Costas no se dejó desanimar y fue el mismo lateral derecho quien logró firmar definitivamente su apellido en la columna goleadora con un golazo a los 15 minutos.
El envión anímico se sostuvo y solo cinco minutos después de la apertura llegaría la extensión a la ventaja. Salas picó al vacío y con un pase al medio permitió a Adrián "Maravilla" Martínez empujarla y traer tranquilidad a las almas racinguistas.
El segundo tiempo trajo consigo a un Cruzeiro con más vocación y agresividad en el plano ofensivo, actitud que se tradujo en el descuento por parte de Kaio Jorge al aprovechar el rebote de Arias a su propio disparo. La Academia contó cada segundo que lo separaba de la gloria y resistió con aguante cada nuevo embate del Cabuloso, que en su afán de empatar empezó a dejar cada vez más espacios y abrió la ventana de oportunidad para que el elenco racinguista liquide la historia. Finalmente dijo presente Roger Martínez y logró el anhelado 3-1 que liquidó la historia en el minuto 95 de juego, al recibir solo y no perdonar a Cassio con su disparo cruzado que terminó por confirmar la consagración académica en Asunción.
Con el pitazo final se terminó por confirmar el desahogo de Racing y el final a su larga espera de 36 años por conseguir su cuarta corona en el plano continental; un último antecedente donde su entrenador Gustavo Costas vivió como jugador y se dio ante el mismo adversario.
Volvió a llenar dos canchas el mismo día
Muchos hinchas vivieron un momento único en la Nueva Olla de Asunción y quienes no consiguieron entradas, observaron el partido desde el Cilindro por pantalla gigante. Como en el 2001, Hace 23 años atrás miles estuvieron en el José Amalfitani, presenciando el empate 1 a 1 frente a Vélez que los coronó en el Apertura de aquel año. Otros tantos se encontraban en el Presidente Perón, viendo lo que pasaba en Liniers.
Las 12 mil entradas disponibles para el equipo argentino se agotaron en pocos minutos. A esas hay que sumarles los lugares para "neutrales", que fueron adquiridas en su mayoría por los fanáticos académicos. Más allá de que habrá aproximadamente 20 mil fanáticos de Racing en el estadio de Cerro Porteño, se estima que más de 40 mil viajaron a Asunción.
Maravilla, el goleador de la Copa
Adrián Maravilla Martínez marcó un gol muy importante porque puso el segundo en la victoria ante Cruzeiro por 3-1 en la final de la Copa Sudamericana. Con este tanto, el exdelantero de Instituto, quien arribó en el mercado de pases de verano tras una gran temporada en el conjunto de Córdoba, llegó a 29 goles en 47 partidos, todos en esta temporada. Y con 10 tantos alcanzó en el primer puesto a Alberto de Corinthians.
De mascota a campeón
Gustavo Costas fue mascotita a los 3 años del equipo de Pizutti que salió campeón de la Libertadores y la Copa Intercomtinental en 1967. Es hincha fanático de la Academia. Hizo todas las inferiores en Racing y llegó a Primera. Fue capitán e ídolo del club. Salió campeón y descendió con el club de sus amores. Estuvo cuando el club casi desparece. Hoy se dio el gusto de darle un titulo internacional después de 36 años a su Racing.
También se festejó en Salta
El festejo de la Academia tuvo varios epicentros de festejo. La vuelta olímpica fue en Asunción y la alegría se replicó en el Cilindro de Avellaneda primero y luego se trasladó al obelisco y s reprodujo a lo largo y a lo nacho del país. Salta no fue la excepción. El punto de encuentro para los fanáticos de la Academia fue la plaza 9 de Julio donde se desató la fiesta tras el pitazo final.