
Las negociaciones entre Diego Santilli y los gobernadores por el Presupuesto 2026 están encaminadas y, de no aparecer ningún cisne negro, todo indica que el proyecto pasará por el Congreso sin sobresaltos.
Las provincias entienden que es necesaria una hoja de ruta para dar previsibilidad luego de dos años sin "ley de leyes". No obstante, en plenas conversaciones, condicionan el apoyo de sus legisladores a distintos ítems que buscan colar en el articulado.
Con el objetivo de blindar la suerte del texto, Santilli se lanzó a una gira federal por el país, en la que se vio con diversos mandatarios. La última parada de ese trip fue en Corrientes, donde se entrevistó con el cacique radical Gustavo Valdés. A la par, recibió a líderes de distintos pelajes en la Casa Rosada. Mañana hará lo propio con el porteño Jorge Macri y el viernes, con el pampeano Sergio Ziliotto, del PJ.
Dentro del ecosistema "amigable", solo le quedarán encuentros con el puntano Claudio Poggi y el santafesino Maximiliano Pullaro. Todavía permanecen vetados los peronistas Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur).
Más allá de la buena sintonía que cosechó en su raid, el "Colo" afina una lista de reclamos variopintos que brotan desde las jurisdicciones. Los principales, claro, son por fondos, aunque también emergen cuestiones como la obra pública, la discusión por la coparticipación federal, las deudas con las cajas previsionales y las rutas. Este último es uno de los aspectos que más preocupación suscitan entre los gobiernos subnacionales.
El ministro de Economía y Producción de Tucumán, Daniel Abad, sintetizó el espíritu que atraviesa a las provincias respecto al Presupuesto 2026. "Queremos que se apruebe. Si no, les da discrecionalidad para hacer lo que quieran", reflexionó el funcionario de la administración de Osvaldo Jaldo. Sobre los debe y haber del proyecto, destacó los aumentos en universidades, discapacidad y jubilaciones, pero marcó que la obra pública sigue ausente: "Primero queremos que se apruebe. A partir de ahí, veremos cómo se normaliza".
Varios dirigentes, incluso del peronismo opositor, consideran que es mejor un mal Presupuesto a ninguno. De hecho, el que rige actualmente es el del 2023 y se redactó en 2022. Javier Milei lo prorrogó dos veces. A esta altura, el desfasaje es insalvable. En ese sentido, la tutela de Washington sobre la Casa Rosada obliga a tener una bitácora clara en el horizonte.
Dentro de los pedidos, Maximiliano Pullaro anticipó que pretende que se incluya en el proyecto la deuda que Nación mantiene con la caja previsional de Santa Fe. La disputa esta judicializada y, más allá de una mediación de la Corte Suprema este año, no hubo avances. "Hoy tenemos una deuda de más de $1 billón y, según algunas estimaciones, cerca de $2 billones que le debe Nación a Santa Fe. Como gesto, quisiéramos que eso pueda estar en el Presupuesto 2026", anticipó Pullaro en una entrevista en la que participó este medio.
Similares menesteres ocupan al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, quien se verá mañana con Diego Santilli. Macri le reclama al Gobierno $274.000 millones en concepto de coparticipación federal. "Desde agosto, la Nación adeuda $274.000 millones por las transferencias semanales del 1,55% de la Coparticipación acordadas tras un fallo de la Corte Suprema", indican en la calle Uspallata.
Otro de los gobernadores que buscan meter mano en la "ley de leyes" es Hugo Passalacqua. El misionero recibió a Santilli la semana pasada en Posadas y le planteó una serie de puntos a tener en cuenta: la inclusión de los aportes y remanentes del Tesoro Nacional; la reactivación de los convenios firmados para la finalización de obras iniciadas por Nación, priorizando rutas, escuelas y viviendas. También el pago de la deuda de ANSES con la caja previsional no transferida, "que se acumula desde 2017 y genera un problema a nuestras cuentas públicas".
