12 01 tastil1

Incentivados por el deseo profundo de mantener vivas las costumbres ancestrales, la Comisión vecinal de Santa Rosa de Tastil organizó con gran éxito la segunda edición del Festival de la Tradición “Entre el Cielo y la Tierra”, un encuentro que se convirtió en un verdadero homenaje a la cultura andina y a la memoria de los pueblos que habitan la montaña.

Ubicada a 100 kilómetros de la ciudad de Salta y a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, Santa Rosa de Tastil se vistió de fiesta para recibir a visitantes, copleros y grupos de distintas regiones del norte argentino. El paisaje imponente de la Quebrada del Toro fue el marco perfecto para una jornada que combinó música, rituales, juegos y sabores ancestrales.

Desde el primer momento, el espectáculo transmitió la esencia de la cultura andina. La ceremonia de apertura estuvo marcada por el convido a la Pachamama, un gesto de agradecimiento a la Madre Tierra que simboliza la unión entre lo humano y lo natural. Con hojas de coca, chicha y palabras de respeto, los presentes ofrecieron su gratitud antes de dar inicio al concurso de coplas.

12 01 tastil2El certamen fue uno de los momentos más esperados y sorprendió por la gran participación femenina: más del 90% de los concursantes fueron mujeres, reafirmando el rol protagónico que ellas tienen en la transmisión de las tradiciones. Los varones también dijeron presente, pero fueron las voces femeninas las que dominaron la escena, llenando el aire de versos y melodías que evocan la historia y la identidad de los pueblos andinos.

El festival contó con representantes de distintas localidades y regiones: Nazareno, Santa Victoria, Iruya, los Valles Calchaquíes, Cachi, San Antonio de los Cobres y la Quebrada del Toro. La diversidad geográfica se reflejó en la riqueza cultural de cada grupo, que aportó su estilo y su particular forma de vivir la copla.

Desde Jujuy llegó la cuadrilla “Reviviendo Costumbres Ancestrales”, el grupo emergente “Grito Coplero” y el “Dúo Cuervitas”, que aportaron frescura y energía al encuentro. También se destacó la presencia de “Las Viajeritas”, un conjunto nacido en Santa Rosa de Tastil tras participar en talleres dictados por la reconocida coplera Balbina Ramos, quien ha sido una referente en la formación de nuevas generaciones de artistas populares.

 

Los ganadores y menciones

El concurso de coplas coronó como gran ganadora a Evita Arjona, cuya interpretación conmovió al jurado y al público. El segundo lugar fue para Ernesto Colque, mientras que el tercer premio quedó en manos de Nelson Carrasco, representante de Salta Capital.

La mención de honor fue otorgada a Segunda Lamas, quien viajó desde La Troja para participar del festival. Su presencia fue celebrada como un ejemplo de compromiso y amor por la tradición, demostrando que la copla sigue siendo un puente que une generaciones y territorios.

 

12 01 tastil3

 

Momentos emotivos

El festival tuvo dos instantes particularmente emotivos que dejaron huella en los asistentes. El primero fue la participación de la familia de Elsa Zerpa, presidente de la Comisión vecinal, que presentó en una carroza una colección de vasijas y ollas centenarias. Estos elementos de cocina, con más de 100 años de historia, fueron exhibidos como símbolos de continuidad cultural. Su color y textura reflejaban que, pese al paso del tiempo, siguen vigentes en la vida cotidiana de las familias andinas.

El segundo momento inolvidable fue cuando esas mismas ollas se llenaron de chicha, la bebida ancestral del norte elaborada a base de maíz. La chicha fue repartida entre los presentes, quienes pudieron degustar un sorbo de historia y tradición. El gesto no solo fue un acto de hospitalidad, sino también una manera de compartir la cultura viva de los pueblos originarios.

 

12 01 tastil4

 

Un festival hecho a pulmón

El éxito del 2° Festival de la Tradición “Entre el Cielo y la Tierra” fue posible gracias al esfuerzo de la comisión vecinal, que trabajó a pulmón para organizar cada detalle. La comunidad se unió para poner a Tastil en el mapa turístico y cultural, consolidándola como una parada obligada para quienes viajan hacia San Antonio de los Cobres o Tolar Grande.

Más allá de la fiesta, la comisión continúa recaudando fondos para avanzar en las obras del Salón de usos múltiple, un proyecto que busca fortalecer el patrimonio espiritual y arquitectónico del pueblo.