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La Universidad Nacional de Salta atraviesa una situación económica complicada según lo dejó en claro el flamante rector Miguel Nina, durante su discurso de asunción.

En una ceremonia marcada por un fuerte tono de preocupación, reveló que la Casa de Altos Estudios enfrenta un déficit del 5% en las partidas salariales, lo que representa un desfasaje de casi 950 millones de pesos solo en el primer cuatrimestre del año.

“Esta situación compromete no solo el pago de salarios, sino también las actividades académicas, administrativas, de investigación y extensión”, advirtió Nina ante un auditorio que incluía autoridades provinciales, municipales, judiciales, representantes de organizaciones sociales y, sobre todo, miembros de la comunidad universitaria.

La advertencia se dio en el marco del acto oficial de asunción del nuevo rectorado, que marca el inicio de la gestión 2025-2028, encabezada por Miguel Nina y la nueva vicerrectora, Dra. María Rita Martearena.

 

Riesgo

Nina fue claro: la UNSa no solo enfrenta un problema de números, sino un escenario que amenaza con afectar el funcionamiento diario de la universidad. La falta de actualización de las partidas por parte del gobierno nacional, sumada al avance inflacionario, deja a la institución en una situación delicada que pone en riesgo el pago de sueldos y el desarrollo normal de las funciones universitarias.

“Lo que está en juego no es solo la estabilidad laboral de quienes trabajan en la universidad, sino también la continuidad de las clases, los proyectos de investigación y los programas de extensión que vinculan a la UNSa con el territorio”, explicaron desde su equipo.

 

Un mandato que arranca con urgencias

Nina trazó un rumbo: una gestión que arranca con los pies sobre la tierra y con prioridades definidas. Junto al diagnóstico económico, propuso un plan de acción basado en tres ejes: transparencia, calidad académica y descentralización institucional.

Pidió a toda la comunidad universitaria y a los gobiernos locales acompañar este momento con compromiso, unidad y participación: “Queremos construir colectivamente una universidad más justa, moderna, inclusiva, federal y comprometida con su entorno. Pero para eso necesitamos recursos. Defender la universidad pública no es solo un lema, es garantizar su funcionamiento”, afirmó.

En ese mismo sentido, la vicerrectora María Rita Martearena reforzó el mensaje de compromiso institucional y celebró el avance de las mujeres en cargos de gestión, aunque también remarcó la necesidad de “una gestión de puertas abiertas, con escucha y trabajo colectivo”.