Mario Bernaski, actual director del museo en diálogo con el streaming de Punto Uno dijo que enfrentan el desafío de actualizarse constantemente para cautivar a un público joven y adaptarse a los tiempos actuales.
"El desafío del MAAM hoy es volverse más atractivo para los jóvenes y acompañar los tiempos que vivimos", explicó Bernaski, destacando el trabajo que se está llevando a cabo para incorporar nueva tecnología al museo. Desde su inauguración, hace más de dos décadas, fue concebido con una visión a largo plazo. "Cuando se inauguró, se pensó a 30 años, y hoy estamos trabajando en la incorporación de tecnología de punta para continuar con nuestra misión de resguardar el patrimonio y nuestra identidad cultural", agregó.
La conservación de uno de los hallazgos más importantes de la arqueología mundial son los cuerpos de los niños del Llullaillaco. Estos niños, sacrificados en el siglo XV por la cultura Inca en una ceremonia ritual, fueron hallados en la cima del volcán Llullaillaco el 16 de marzo de 1999, a más de 6.700 metros de altura. Su preservación ha sido todo un desafío y un logro científico.
"El MAAM es el único museo que pertenece a la red nacional de biobancos. Conservamos no solo los cuerpos, sino también semillas de ajíes, papines, y otros elementos de la cultura andina. Todo esto se mantiene con la ausencia de oxígeno, lo cual ha sido posible gracias al desarrollo de técnicas innovadoras", explicó.
El proceso de conservación, en el que los cuerpos de los niños se mantienen a -20 grados Celsius, fue posible gracias a la colaboración de un equipo multidisciplinario de científicos y especialistas. Este proceso, que empezó en 2001, fue un verdadero desafío, tanto a nivel técnico como logístico, especialmente por las condiciones extremas de Salta, pero el resultado ha sido un modelo de conservación único en el mundo.
“En su momento, fue un gran acierto del gobernador de esos años, Juan Carlos Romero, apoyar esta iniciativa. Fue un desafío afrontar el cuidado del patrimonio y mantenerlo a lo largo del tiempo. No había un hallazgo similar, así que tuvimos que aprender y adaptarnos a nuevas técnicas de conservación", recordó Bernaski.
El hallazgo de los niños del Llullaillaco no estuvo exento de controversia, especialmente en cuanto a la cuestión ética de ese momento de mostrar o no los cuerpos de los menores. Bernaski recordó las palabras de una cacique local que se acercó y le dijo: "Déjenlos que cuenten su silencio".
“Estos niños tienen muchísimo que contar, y en su silencio nos hablan de lo fabuloso que fue la cultura del Incario. La propuesta del MAAM hoy es ampliar esa experiencia sensorial para los visitantes. Queremos transmitir la cultura ancestral de una manera más amplia, incluyendo también una propuesta gastronómica, con un bar de altura, donde se podrán degustar sabores típicos de la región", añadió Bernaski.
Y finalizó: “Es un lugar que forma parte de nuestra cultura, nuestra historia, y es fundamental que sigamos transmitiendo este legado a las generaciones futuras. Hoy, el museo está abierto de martes a domingos, con entrada gratuita para los salteños los domingos. Es una excelente oportunidad para que todos, locales y visitantes, conozcan nuestra historia y nuestro patrimonio”.