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En una jornada marcada por la movilización, miles de personas -docentes, alumnos de diversas facultades de la Universidad Nacional de Salta, representantes de sindicatos y partidos políticos- se unieron en un reclamo que resonó por toda la ciudad.

La marcha, que comenzó en el monumento 20 de febrero, avanzó por calle Sarmiento, dobló por Entre Ríos hacia la Legislatura provincial, donde los senadores los esperaban y culminó en la plaza 9 de julio.

A lo largo del recorrido, los participantes alzaron carteles tales como: "Luchemos por el futuro de nuestros hijos, nietos, hermanos, sobrinos, para que la universidad pública siga existiendo", "No al veto", "Un pueblo educado jamás será sometido" y "Educación pública igual a movilidad social". Las pancartas no solo reivindicaron la importancia de la educación, sino también reflejaron la preocupación por el futuro del sistema educativo en el contexto actual.

La ministra de Educación, Cristina Fiore, se hizo presente para expresar su apoyo a la causa. "Desde el inicio de la marcha, uno puede entender la necesidad del equilibrio fiscal, de hecho, la provincia lo tiene, pero todo tiene su límite. Me parece clave la educación para que el país pueda salir adelante", declaró.

Y criticó el veto a la ley de financiamiento universitario y los recortes en los presupuestos para la educación técnica, afirmando que "el futuro está de la mano de todo eso".

"Si tenemos menos educación, no podemos tener futuro ni progreso. Esa es la razón por la cual apoyo esta marcha", concluyó Fiore, subrayando el papel fundamental de la educación en el desarrollo social y económico del país.

El ruido de la marcha fue inconfundible, resonando en el aire con cánticos que retumbaban contra Milei: “A ver, a ver, quién dirige la batuta, los estudiantes, o el Gobierno y la yuta, yuta…” se convirtió en uno de los canticos más repetidos entre los manifestantes, junto a “el que no salta es liberal”.

 

Calleti en contra del veto

En una entrevista con Punto Uno, la diputada nacional Pamela Calleti expresó su adhesión a la ley de financiamiento. En ese sentido destacó: “voy a insistir con la ley de financiamiento”, la cual, recordó, tiene como base un proyecto de su autoría.

Calleti, integrante del bloque Innovación Federal, subrayó que entre los diputados de Salta. “Los tres diputados de Salta vamos a decirle no al veto”, adelantó.

Y resaltó que se encuentran realizando negociaciones para bloquear la iniciativa del gobierno. “Estamos trabajando para que el gobierno no logre, como la vez pasada, los 87 votos. Los llamo ‘los 87 héroes de la vergüenza’”, añadió.

La diputada también comparó la situación actual con la de meses pasados. “A diferencia de jubilados, nosotros teníamos los votos para sostenerlo hasta el lunes, pero aparecieron los cinco radicales a sacarse fotos con el Presidente. Parece que hoy no tienen los votos y están jugando con las ausencias en el recinto”, explicó. Según Calleti, la capacidad del gobierno para avanzar en sus decisiones depende de un delicado equilibrio en la Cámara: “Con 87 votos, el gobierno nacional se blinda de todo. Necesita un tercio de los presentes; si la base es más pequeña, puede lograrlo con menos”, aclaró.

Finalmente, Calleti anunció que si el presidente decide vetar la ley, su bloque solicitará una sesión extraordinaria para el miércoles siguiente. “Estamos trabajando para que los diputados vayan al recinto y, si es necesario, daremos la batalla en la ley de presupuesto”, concluyó.

 

La universidad argentina es modelo en Sudamérica

La secretaria general de APUNSA, Stella Mimmesi, en dialogo con Punto Uno resaltó que la marcha tiene un contenido político aunque aclaró que “no es el contenido político partidario”.

En ese sentido dijo: “Estamos reclamando las acciones políticas de un gobierno que no está atendiendo derechos ni las necesidades del sector de la Universidad Pública y de los trabajadores docentes y no docentes que lo sostienen”. Este reclamo trasciende la política partidaria; se trata de “sostener la educación pública que es un derecho humano y que es una responsabilidad del Estado”.

Aclaró que “nosotros tenemos una escala salarial que está publicada en las redes de nuestro sindicato y en los estudios que se hicieron de la pérdida del poder adquisitivo”, y la realidad es que “el 1.000.000 no le gana a la categoría 6 y 7, menos a la 5”. En un país donde “la canasta básica supera los $600.000”, la categoría 7 en su tramo inicial “no llega a los $690.000”. Por lo tanto, pregunto: “¿en qué parte del país un trabajador no docente gana un millón?”

 “Estamos en el banquillo de los acusados con un Poder Ejecutivo que nos señala como lo peor del sector público”, y se apunta a los estudiantes porque “demoran en recibirse”. Me pregunto: “¿alguno pensó por qué ese estudiante demora en recibirse? ¿Alguno pensó en la trayectoria de vida de ese estudiante?” La realidad es que “algunos se reciben en 5 años, otros lo hacen en 10-12 años”. Si el Estado tiene la responsabilidad de “garantizar políticas para que terminen sus carreras a término”, entonces debe “generar fuentes laborales a sus padres y a los que estudian”, dijo.

Este gobierno ha fomentado una cadena de “liviandad” al acusar a los estudiantes de ser “vagos”. Esta narrativa, “lamentable”, ha encontrado eco en la sociedad, olvidando que “hay mucha gente que se hace eco de ese discurso”.

Subrayó que “el sistema de educación de la Argentina es único en América Latina”. La cantidad de científicos y profesionales que han surgido de nuestras universidades “son parte de la construcción en el desarrollo de un país”.