03 18 luz

Usuarios diversos sectores de la ciudad de Salta han expresado su creciente malestar y preocupación debido a los significativos aumentos en las boletas de luz. El impacto económico que estas alzas están generando en los hogares locales generan incertidumbre sobre cómo afrontarán futuros incrementos en los servicios públicos.

Una residente del barrio Santa Ana compartió en redes sociales su situación al ver cómo su factura de luz pasó de $20 mil a $40 mil. Esta situación la lleva a cuestionar la sostenibilidad de los servicios básicos para familias como la suya, que subsisten con ingresos limitados. "Ya ni siquiera alcanza para sobrevivir, ni hablemos de vivir", expresó Adriana, haciendo eco de las dificultades que enfrentan muchos trabajadores con salarios mínimos.

Por otro lado, un vecino del barrio 20 de Febrero, reconoció la necesidad de ajustes, pero abogó por una estrategia más gradual que refleje la realidad económica del país. Además, instó a recortes en los sueldos de la clase política para equilibrar la carga económica sobre los ciudadanos comunes.

La historia se repite con un vecino del barrio Bancario, quien se vio obligada a buscar ingresos adicionales vendiendo empanadas para hacer frente al aumento de su factura de luz. Su testimonio subraya la necesidad de un ajuste equitativo que considere las disparidades económicas entre la población.

Los emprendedores también están sintiendo el impacto. Un kioskero del barrio Aráoz, describió cómo el aumento abrupto en su factura de luz de $28 mil a $60 mil está afectando su negocio y, por extensión, a la comunidad que atiende.

La propietaria de un gimnasio en el macrocentro, resaltó cómo el aumento de su factura de $40 mil a $84 mil la pone en una situación insostenible, poniendo en riesgo la estabilidad de su emprendimiento y la continuidad de sus servicios.

Incluso los jubilados se ven afectados por estos aumentos, enfrentando dificultades adicionales para llegar a fin de mes con una jubilación mínima.