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Con una extensa trayectoria, el profesor emérito Elvio Alanís es una figura ineludible del tema a nivel local. En una entrevista con Punto Uno, comentó sobre la fundación del Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional de Salta, el desarrollo de la astronomía local, destacando proyectos y la necesidad de formalizar la ciencia y divulgarla masivamente.

Elvio Alanís es físico egresado de la Universidad de Córdoba y lleva décadas explorando la astronomía. Desde su juventud, se vio atraído por las preguntas que el universo plantea, una curiosidad que lo llevó a los pasillos del Observatorio de Córdoba durante sus días universitarios. Aquí, entre cúpulas y telescopios, nació su fascinación.

"Mi contacto material con la astronomía fue durante un taller estudiantil en el que fabricamos un espejo para un telescopio", recordó Alanís. El paso de los años lo llevó a la Universidad Católica de Salta, donde, por razones laborales, recaló en 1971. Sin una presencia de la difusión astronómica masiva en la cuidad, despertó la iniciativa de Alanís el hecho de descubrir la cúpula del observatorio en el Colegio Nacional.

“Todavía está la cúpula en el colegio Nacional. En esa época, me interesó, fui al colegio y pregunté si estaba funcionando la cúpula. Con un grupo de gente, nos interesó el observatorio, así que en el taller de la Universidad hice fabricar una ruedita que le faltaba para que pueda girar la cúpula y reparamos los movimientos para abrir las puertas. Había una comisión que hicieron en la ciudad de La Plata y fui a visitar su observatorio, hablé con el director por la posibilidad de conseguir un telescopio, pero no prosperó, aunque ya estaba interesado en el tema”, comentó.

La década de los 80 vio el surgimiento de la Asociación Salteña de Astronomía, una iniciativa que describió como el fruto de un taller universitario el cual culminó en la creación de un observatorio propio. Al respecto acotó detalles: “Un profesor de la Universidad que había estado en Estados Unidos, me dijo que tenía un espejo para construir un telescopio y lo hicimos, salió muy chiquito. En esa década, un periodista vino entusiasmado porque había visitado un planetario, en una especia de carpa inflable, redonda, donde proyectaban el cielo y quería hacer uno en Salta. Se acercó la directora de IEM junto a unos cuantos profesores y debatimos ver qué se hacía. Nos dividimos en dos grupos, uno que se iba a encargar de la gestión para instalar el planetario y otro, en el cual me incluí yo, en la fabricación de un observatorio, es decir, construir la cúpula y gestionar la construcción de un telescopio. Así se creó una asociación con personería jurídica. Nos pusimos a construir la cúpula y se terminó a mediados de los 80 en la UNSa. Luego conseguimos un subsidio para comprar un espejo para construir un telescopio”.

12 02 astro2En ese sentido, rememoró: “Conseguimos que un vecino de la Ciudad, un tal Solá, nos de dos telescopios, uno refractor y otro reflector, que eran de su padre, por medio de un contrato de comodato por 5 años para usarlos en la cúpula. Esos telescopios necesitaban reparación; el reflector, tenía el espejo completamente sucio y otras cosas más. Lo llevamos a Buenos Aires para arreglarlo, porque, además, como eran norteamericanos, giraban para el otro lado, porque ellos lo tienen que apuntar hacia el norte al telescopio y nosotros lo tenemos que apuntar hacia el sur. El telescopio reflector, era una joyita, tenía una óptica alemana de mucho renombre del año 25, pero también necesitaba mantenimiento, tuvimos que ponerle un motorcito. Ahí empezó la actividad observacional. Nos visitaban los colegios. Después comenzamos a hacer el telescopio y en el año 94 lo terminamos”.

Alanís señaló sobre la evolución de la astronomía que los proyectos astronómicos en la región comenzaron a tomar forma en la primera década del siglo XXI. Destacó la colaboración del observatorio de Córdoba, que realizó un relevamiento del cielo desde un cerro a 4.600 metros de altura. “En Salta los proyectos astronómicos empezaron en la primera década de este siglo. Particularmente el observatorio de Córdoba hizo un relevamiento del cielo en el cerro Macón, que está en Tolar Grande, es un cordón montañoso que tiene como una especie de meseta a 4.600 metros de altura. Ahí tuvimos contacto con este proyecto. Los cordobeses pusieron dos cúpulas y dos telescopios ahí. Hay otro proyecto, el “Llama”, que está casi en el límite con Jujuy. Ahí están instalando una antena de casi 12 metros de diámetro que es del mismo tipo de telescopios que hay en Chile. Tiene la intención de trabajar con el observatorio chileno. Hay otro ahora, el Qubic”.

En cuanto a la educación en astronomía, Alanís reconoció que es un tema restringido y que la divulgación científica es crucial. “En Salta siempre trabajamos en forma amateur, yo no soy profesional de la astronomía. Había un convenio con la Universidad de Córdoba, pero era para que los estudiantes de física de Salta puedan hacer una especialización en astronomía. Ahora, en vista de los observatorios que se están instalando, se puede pensar que hay una tendencia a formalizar más esta ciencia. Es un tema muy restringido, no cualquiera puede leer artículos sobre astronomía, tiene que tener conocimientos previos”, consideró en una conversación con nuestro diario.

 

Sobre la astrología

La astrología, tema de recurrente debate y ampliamente difundido por la prensa, no encuentra eco en Elvio Alanís. Con más de cinco décadas en el tema, aunque reconoce la existencia de la astrología en el desarrollo del conocimiento, destaca con firmeza su falta de base científica.

Su postura es clara: la astrología, a pesar de su arraigo histórico, carece de fundamentos sólidos. Alanís no vaciló al afirmar que, desde su extensa trayectoria, no encuentra respaldo científico para las creencias astrológicas ni desde las constelaciones.