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A pocos días de las elecciones, y con una campaña atravesada por la crisis económica, el salvataje de Estados Unidos y la implementación de la Boleta Única Papel, la candidata a senadora de Política Obrera, Violeta Gil, en una entrevista con Punto Uno se refirió a la situación política nacional, el rol del Congreso en la próxima etapa y el desafío de la izquierda.

¿Qué balance hace de este momento del país?
- Estamos en una situación de extrema gravedad. Lo que hemos escuchado del propio presidente de EE.UU. que dijo que “la Argentina se está muriendo”, y eso es el reconocimiento de que el gobierno de Javier Milei llevó la economía nacional a la ruina en apenas dos años. Esa frase resume todo: hay un reconocimiento, incluso de su principal aliado internacional, de que su proyecto fracasó.En estos dos años, se han pulverizado las jubilaciones, destruido derechos laborales, recortado brutalmente los recursos para salud y educación. Y a pesar de todo ese ajuste, estamos otra vez al borde del default. ¿Por qué? Porque el "rescate" que anuncian desde EE.UU. no es para el pueblo, sino para los bancos y fondos que hicieron negocios con nuestra deuda.

¿Qué se juega el 26 de octubre?
- Este proceso electoral es clave porque, por primera vez de manera tan descarnada, las decisiones no se están tomando en Argentina. Se toman en Washington, en Wall Street. Este acuerdo reciente con EE.UU. incluye cláusulas secretas que los argentinos no conocemos. Es gravísimo. Se negocia la soberanía y los recursos sin ningún control ni debate público.Entonces el 26 de octubre no solo votamos representantes: nos pronunciamos sobre este rumbo. Los trabajadores tenemos que expresarnos, rechazar este acuerdo colonial, y plantear otra salida. Milei será derrotado electoralmente, pero la pregunta es con qué calidad política y desde qué lugar vamos a enfrentar ese fracaso.

¿Cómo ves las fuerzas opositoras?
- No son verdaderamente opositoras. Hay espacios como Fuerza Patria que se presentan como opositores a Milei pero durante estos dos años le han garantizado gobernabilidad: no frenaron la Ley Bases, ni el DNU, ni las reformas laborales. Algunos de sus dirigentes forman parte de las mismas burocracias sindicales que no hicieron nada por defender a los trabajadores.Entonces, el problema es que las alternativas que se nos presentan son parte del mismo régimen que está en crisis. Los trabajadores necesitamos una agenda propia, de ruptura, que ponga los recursos al servicio de un desarrollo real y no del saqueo financiero.

¿Por dónde se empieza a revertir esta situación?
- El punto de partida es político: hay que reorganizar la Argentina desde una perspectiva de clase trabajadora. Recuperar el control de la banca y del comercio exterior, hoy en manos del capital financiero. Desconocer integralmente la deuda externa, que es una hipoteca impagable. Esa riqueza debe destinarse a un desarrollo industrial, productivo, con infraestructura. No es utopía, es necesidad. No se puede reconstruir el país con este régimen de especulación y saqueo.

¿Cuál es tu visión sobre el desarrollo minero?
- Lo que está ocurriendo en Salta es que tenemos un boom minero... para las empresas, no para el pueblo. La actividad minera se desarrolla bajo un esquema de tercerización brutal: trabajadores con contratos precarios, sin derechos, con convenios de comercio o limpieza cuando trabajan en condiciones de altísima exigencia en la Puna. Las empresas pagan salarios miserables y exigen que el Estado les financie rutas, gas, energía... pero ¿qué queda para la provincia? Nada. Se llevan todo. Y ahora incluso la candidata de Milei en Salta no es Emilio Orozco, como se pensaba, sino Flavia Royón, que es la candidata de las mineras, de los grandes grupos extractivistas. No puede haber más concesiones a 30 años que dejan contaminación y desocupación. La explotación del litio, por ejemplo, no puede seguir al servicio del mercado internacional. En los debates, Royón dijo que “el valor agregado está en el suelo”, es decir, en la extracción. Con eso nos está diciendo que no hay ni habrá industrialización del litio en Salta.