El intendente de Salta, Emiliano Durand, publicó en las redes un video luego del hallazgo del cuerpo del ex comisario en San Lorenzo, y en un tono crítico pidió “poner límites” y cuestionó a la diputada nacional de La Libertad Avanza, Emilia Orozco, por “hacer política con la desgracia”.

Tras la confirmación del hallazgo del cuerpo del ex comisario salteño Vicente Cordeyro en la jornada de ayer en cercanías del cerro Elefante, el intendente de Salta, Emiliano Durand, difundió un mensaje en redes sociales.

Pidió “poner límites” y cuestionó a la diputada nacional libertaria, Emilia Orozco, por “hacer política con la desgracia”.

“No puede valer todo, no puede valer todo. No se puede hacer política con la desgracia, hay que tener límites. Los límites son buenos”, manifestó el jefe comunal.

Luego señaló que “diputada nacional Orozco, usted tiene un rol institucional. Usted es diputada nacional de la provincia de todos los salteños. Póngase al servicio de la provincia, póngase a disposición del gobernador”.

El intendente capitalino agregó que “hay cosas mucho más importantes que ganar una elección” y pidió “no hacer política con la angustia de una familia”.

Reprochable palabras

Cabe recordar que en un vídeo ampliamente criticado desde diversos sectores políticos, la diputada nacional libertaria por Salta, señora María Emilia Orozco, responsabilizó veladamente al gobierno provincial por la desaparición del comisario retirado Vicente Osvaldo Cordeyro.

La legisladora incurrió en un imperdonable exceso verborrágico, al reclamar -sin decir exactamente a quién- la “aparición con vida” de Cordeyro; una expresión que se utilizó y se sigue utilizando en los casos de desaparición forzada de personas durante la dictadura militar.

Con la poco disimulada intención de influir en la campaña electoral, y sin tener ningún elemento de juicio contrastado y firme, María Emilia Orozco ha relacionado al gobierno provincial con la desaparición y muerte de Cordeyro, atribuyéndole claramente conexiones políticas con el narcotráfico y una inocultable inclinación antidemocrática.