El primer mes como presidente de Javier Milei ha sido intenso, movilizador, inquietante y arduo para él y para la gente. El panorama por delante es complejo para todos. Para la Casa Rosada, los altos índices de inflación de diciembre y enero se suman a la caída del consumo y a las alertas que se encendieron en el ámbito monetario, que había estado expectante hasta el momento. La tensión aumenta.
Por Natalia Aguiar
En el mercado llamó la atención el escaso aval de los importadores al bono impulsado por Luis Caputo y el aumento de la brecha cambiaria entre las cotizaciones financieras y la oficial también es alarmante. Esta situación hace dudar sobre las repercusiones de la devaluación inicial y desde el Gobierno ya se analiza la necesidad de un nuevo reajuste mucho antes de lo previsto. Este sería el peor de los panoramas para la flamante administración y las proyecciones que hicieron para este año.
Con el lanzamiento del DNU ómnibus, Javier Milei conoció la expresión de los argentinos a través de cacerolazos en todo el país, a los que el presidente minimizó con declaraciones: “Fue el populismo quien mató los ingresos de los argentinos” y que “es a eso a lo que hay que tenerle miedo”. “Le están trasladando su propio miedo a la gente.” “¿Cómo pueden haber leído un DNU tan grande en pocas horas? Para Milei esto estaba armado desde antes, aunque la gente salió a las calles y plazas de las provincias de manera genuina y sin organización previa. “Hay gente que sufre del Síndrome de Estocolmo”, destacó el libertario y aclaró que: “la mayoría de la gente entendió de qué se trata. Estamos llevando la economía a déficit cero, y cerrando los grifos de la emisión monetaria. Eso va a tardar 18 ó 24 meses en ver los resultados, pero si no lo hacíamos íbamos a la hiperinflación”, le explicó a Mirtha Legrand en su programa.
La cuestión es que a la gente le cuesta mucho cubrir los gastos mínimos de manutención y alimentos básicos. La Argentina está empobrecida y los argentinos dando pelea cuerpo a cuerpo contra la inoperancia política anterior, y más anterior también, incluido Mauricio Macri.
El DNU ómnibus que lanzó el Ejecutivo ahora ingresó a la nebulosa judicial ya que el fuero laboral asumió algunas cuestiones contrarias a la Constitución y a los parámetros de las normas laborales. Además, el fuero contencioso administrativo que trata todos los temas de la Administración Pública, desarticuló la acción colectiva de la presentación judicial de la CGT y ahora el decreto podrá ser cuestionado en todos los juzgados del país, sin distinción. Los temas terminarán siendo tratados en las Cámaras de Apelaciones y en la Corte, donde según el Procurador del Tesoro, Rodolfo Barra, podrían darse marcha atrás los traspiés judiciales.
Esperemos que no se implemente la modalidad de la época de Carlos Menem en que las causas judiciales pasaban por la Corte menemista y todo quedaba en la nada misma, pasaban por arriba leyes, derechos y garantías a favor del Gobierno. Que eso haya quedado en el pasado nefasto de la Argentina.
Respecto la situación del DNU en el ámbito legislativo, también viene sinuoso el camino porque tendrá un doble tratamiento: en la bicameral se analizarán los decretos que pueden ser rechazados o aceptados porque se trata de temas de constitucionalidad o inconstitucionalidad, pero en el caso de la ley ómnibus, podrían abrirse varias aristas por su contenido. Aunque para el presidente y su equipo se trata de un tema superado, en el ámbito político y judicial, podrían generarse algunos traspiés.
De hecho, se cuestiona que Milei haya reclamado facultades extraordinarias en forma permanente -para todo su mandato hasta 2027, con una prórroga en 2025-, lo que colisiona con el segundo párrafo del artículo 76 de la Constitución Nacional, en el que se aclara en forma explícita que las delegaciones legislativas en el Poder Ejecutivo deben caducar.
En el Congreso, no le aprobarán la ley ómnibus tal cual está redactada. Hay muchas condiciones impuestas por el Gobierno que se muestra terco a generar cambios en la letra, los temas a tratar son densos por su magnitud política. Empezó la puja de poder. Oficialismo y oposición se ponen a prueba. La norma empezará a tratarse esta semana y el acuerdo de la mayoría de los bloques de la Cámara de Diputados, es que sólo las modificaciones al proyecto podrían garantizarle su aprobación. De otro modo, el oficialismo se encaminaría a un fracaso legislativo que dejaría expuesta la debilidad política del presidente.
Los temas más duros del megaproyecto serían la concesión de facultades delegadas sin límite temporal, la suspensión de la movilidad jubilatoria, el aumento de las retenciones, el permiso para tomar deuda sin aval del Congreso, las empresas que podrían ser objeto de privatizaciones y los habilitados para ingresar al blanqueo de dinero.
Por todo este contexto, y mientras ya hay internas entre funcionarios, el Gobierno está frente a una crucial encrucijada: se pone a prueba el plan original de Javier Milei versus la realidad política y social. Esta cuestión pondrá a pruebas la fortaleza del presidente. Seremos testigos vivientes de si realmente las fuerzas del cielo lo acompañan para doblegar la forma de hacer política en Argentina o si necesitará de mayores consensos, acuerdos y discusiones con la misma casta que tanto cuestionó y a la que debió acudir para armar su gabinete. Un golpe de realidad para el presidente, quizás alejado de las prácticas políticas oxidadas pero enquistadas en los poderes del Estado.
Milei se percibe como un gladiador contra el sistema corrompido, viene por un cambio total, una refundación del país, una nueva Argentina. Pero no sabe a lo que se enfrenta, o quizás sí, por eso según sus creencias, hizo hacer un fuerte trabajo de energías positivas en la Quinta de Olivos donde se trasladará esta semana junto a sus perros. Allí será su sede de trabajo de aquí en más. Que sea por Argentina y que esta puja entre libertarios y casta política enquistada pueda dar resultados fructíferos para los argentinos. No hay plata, ni tiempo.
Ahora veremos si se trata sólo de ganar con buenas estrategias mediáticas o si al gestionar, administrar y gobernar, la cuestión es radicalmente distinta. La pulseada se da y es a todo o nada.