Gobierno de Salta
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“¿Qué pasó amigo?” Fue la frase que recibieron varios gobernadores tras las PASO de agosto. Es que parece que Sergio Massa y la troup que lo rodea liderada por su jefe de campaña, Eduardo de Pedro, salieron a buscar votos bajo las piedras.

Por Natalia Aguiar

 “¿Qué pasó amigo?” Escuchó uno de los mandatarios provinciales de sello peronista pero que si bien se define como amigo personal de Sergio Massa, coqueteó, apostó y hasta se fotografió junto a Horacio Rodríguez Larreta. Un verdadero papelón para la lógica de las personas de bien. Pero, para los políticos que cambian de color según la ocasión, es parte de las negociaciones políticas. Se vale por lo que podría llegar a tener, ganar, votos a lograr, caja a manejar. Y no caja de cambio… la caja del Estado. Es que para muchos gobernadores, operadores políticos, dueños de medios de comunicación, etc, el candidato ganador era Larreta, quien hace más de dos años pone pauta publicitaria, y paga a mucha gente para que lo acompañe en este proyecto a presidente de la Nación. Pues no salió como pensaban y ahora parece que ni Larrreta, ni Massa, ni Bullrich: Javier Milei.

¿Qué pasó amigo? Escuchó detrás del teléfono rojo un gobernador que ganó en su terruño por segunda vez, y donde Javier Milei, arrasó con el 50% de los votos en las PASO. El primer mandatario provincial se quedó sin palabras, no sabía qué decir, pero recibió órdenes de Sergio Massa de salir en busca de votos y a reunirse son su gente y sus intendentes. La orden fue clara: “Se gana o se gana o no hay efectivo”. “Se cierra el grifo”. “Se terminó la amistad”. Parece que Massa en su mensaje fue rotundo, porque a los dos días, el gobernador había reunido a los intendentes y bajó línea de adoctrinamiento peronista: “Se gana o se gana muchachos. Se gana”, expresó ese gobernador que tanto se codeó con Larreta y le salió el tiro por la culata. Ahora simpatiza con Milei, dicen sus allegados que no comparten este posicionamiento oportunista.

Es que la cuestión para el oficialismo se puso muy, muy, muy, muy difícil y están dispuestos a todo o nada. Si bien el peronismo está fracturado, Massa salió a intentar unirlos. Estaba la semana pasada, tras logar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, de gira por Córdoba y Santa Fe, mientras Eduardo de Pedro lideró un encuentro nacional del Frente Renovador en el complejo porteño Parque Norte. Objetivo: octubre, remontar los números y ganar. Algo realmente imposible para muchos, pero… no está muerto quien pelea.

Massa apuesta a darles alivio económico a esas dos provincias, a través de anuncios, ya que a nivel electoral son centrales para dar vuelta una elección nacional. “Massa es la persona, es el candidato indicado para la Argentina que viene”, dijo De Pedro al afirmar que “además de necesitar acuerdos, el país necesita capacidad de gestión, coraje y decisión. Y eso va a ser bajo la conducción de Sergio”.

Unos días atrás, créalo o no, el propio Massa fue quien apostó por un gobierno de “unidad con radicales y peronistas del PRO”, en referencia a los votantes de Horacio Rodríguez Larreta. ¿Lo puede creer? Si, si… todo vale en la guerra y en el amor. Una jugada riesgosa pero de plena batalla.

En ese contexto, la gente no entiende lo que ocurre y analiza estas actitudes como “incoherentes”, una táctica que quizás le daba más votantes a Milei.

Sin embargo, en el discurso peronista, De Pedro se refirió a los radicales: “Empezaron a surgir voces de sus dirigentes históricos donde dicen ‘no es con Bullrich, no es por acá, no es prendiendo fuego la educación pública, no es sacándole lo poco o mucho que tenga cada uno de los jubilados, no es prendiendo fuego el Banco Central, no es sacándole cosas a la gente sino dándole más’”, agregó.

Tras el discurso de De Pedro, Massa se mostró en Córdoba, donde encabezó la puesta en marcha de obras vinculadas al Gasoducto Norte con los gobernadores de Tucumán, Juan Manzur; La Rioja, Ricardo Quintela; Salta, Gustavo Sáenz; Santiago del Estero, Gerardo Zamora; y Carlos Sadir, electo en Jujuy. Este último, justamente, es radical y heredero político de Gerardo Morales, quien fue compañero de fórmula de Horacio Rodríguez Larreta en la interna de Juntos por el Cambio.

Se ve que estos mandatarios recibieron el llamadito del teléfono rojo y ahora se muestran “mansitos” al lado de Massa. Es que los gobernadores son centrales para la nueva etapa rumbo a las elecciones generales. ¿Qué pasó amigo? Esa fue la frase que les taladró Massa a los referentes provinciales, es que en la mayoría de ellas Javier Milei arrasó en las urnas, en contraposición a los antecedentes locales en los que ganó el oficialismo. Massa quiere que salgan a repartir bolsones, a conversar con la gente, a convencer a la gente, a caminar los barrios, a realizar reuniones políticas, a convencer a la dirigencia sindical de cada jurisdicción, y lo están haciendo hasta los diputados provinciales electos. Todos salieron a repartir bolsones a los barrios. Una campaña encubierta pero que ya es sangrienta.

Los gobernadores también desfilaron la semana pasada por el comando de campaña que Massa tiene en Buenos Aires, sobre la calle Mitre. Se les pidió compromiso, se les pidió coherencia, que cuiden cada detalle, que no se sacaran fotos ni con Bullrich ni con Milei, que sean fieles, se les pidió una y otra vez que trabajen de manera dura y activa por la candidatura de Massa. Es que a nivel provincial ocurrió lo mismo que sucedió con los municipios del conurbano, donde se registró un importante porcentaje de boletas cortadas.

De Pedro usó su cuenta de la red social X para dar otro mensaje: “Encendamos el motor de la militancia para construir una nueva mayoría. Salgamos a defender a la patria con coraje, decisión y con el sueño de una Argentina mejor. Vayamos a buscar cada voto para que Sergio Massa sea el próximo presidente”, expresó. “Lo que está haciendo Sergio es administrar las consecuencias de la peor decisión de un gobierno de los últimos 40 años, que fue la vuelta al Fondo Monetario Internacional que trajo Mauricio Macri para financiar la fuga que generó el peor negocio para la Argentina de los últimos 40 años”, remarcó.

Fue poco después de eso que el titular de Interior aseguró que en las últimas semanas “empezamos a ver cómo desde sectores de radicalismo, un partido centenario, apegado a las instituciones, apegado a la industria nacional, apegado al desarrollo de la Argentina, muy identificado con la educación pública, con valores similares a los del peronismo, empezaron a surgir voces de sus dirigentes históricos donde dicen “no es con Bullrich, no es por acá, no es prendiendo fuego la educación pública, no es sacándole lo poco o mucho que tenga cada uno de los jubilados, no es prendiendo fuego el Banco Central, no es sacándole cosas a la gente sino dándole más”.

“Wado” apuntó además a la “responsabilidad de salir a caminar y convocar a todos aquellos dirigentes que se pueden sumar, bajo el liderazgo de Sergio Massa, a construir una nueva mayoría para que, dé una vez por todas, dar felicidad a todo el pueblo argentino”. Quieren dar vuelta la elección de las PASO. Habrá que ver si lo logran.

 

Ballottage

Sin embargo, las primeras encuestas post PASO plantean la posibilidad de una segunda vuelta entre Milei y Massa, con Bullrich cerca. En los jóvenes, gente de bajos recursos y en los sondeos de las consultoras, Milei lidera los números. Bullrich pelea el segundo lugar con el titular de Economía.

Se dieron a conocer dos encuestas que suelen diferenciarse entre sí por la metodología utilizada como por sus clientes, pero esta vez coincidieron en que la resolución de las elecciones se dará en segunda vuelta, el 19 de noviembre, entre Milei y Massa. Es que el 22 de octubre, ninguno de los candidatos llegaría al 45% de los votos o al menos al 40% y con una distancia de diez puntos porcentuales con el segundo, como establece la Constitución Nacional.

La consultora Opinaia, detalla que Milei lograría el 35% de los votos, Massa quedaría en segundo lugar con el 25% y Bullrich se ubicaría tercera con el 23%.

Para la consultora vinculada al oficialismo y a La Cámpora, Analogías, Milei obtendría el 32,1%, Massa lograría un 26,8% y Bullrich sólo el 20,9%.

Una tercera encuesta de CB Consultora, le otorgó a Milei el 32,3% de intención de voto, ubicó a Massa con el 28,1% y puso a Bullrich con el 25,3%.

Opinaia analizó tres escenarios de ballottage: en el primero gana Milei (49%) sobre Massa (30%); en el segundo Bullrich (44%) supera al ministro de Economía (32%); y en el tercero Milei ganaría (39%) contra la exministra de Seguridad (31%). El cruce de posibilidades registró una sola chance para que la candidata de Juntos por el Cambio llegue a la Presidencia, que es competir en segunda vuelta contra Massa. En los otros dos escenarios, Milei se alzaría con el triunfo electoral.

Con las cartas puestas sobre la mesa, los candidatos y sus equipos de campaña arman estrategias para trabajar en la segunda etapa y recta final. Milei, la sorpresa de todos, se concentró en un discurso menos disruptivo, y hasta avaló el acuerdo con el FMI que cerró Massa. Patricia Bullrich reunió a su equipo económico y Massa propuso un “acuerdo de unidad nacional”.

Los tres principales candidatos buscarán minimizar sus puntos débiles y potenciar sus fortalezas, según coinciden los politólogos. Milei cuenta con una ventaja, y es que a todos los consultados en los distintos puntos del país, la amplia mayoría conversa, habla sobre el libertario y carecen de miedo por una posible presidencia, salvo en grupos más formados o votantes especializados o politizados. La dolarización de la moneda es la propuesta que más repercusión y aval encuentra entre los votantes.

La oposición es la gran responsable de que Sergio Massa tenga alguna mínima posibilidad de aspirar a la presidencia ya que con sus peleas irracionales por poder y cargos, llevaron al país a esta situación extrema. Massa no ha dado muestras de veracidad y mucho menos de coherencia y en el exterior es muy mal visto que el ministro de Economía que no encuentra el rumbo sea candidato a presidente y mucho menos se puede creer que tenga posibilidades. La oposición tiene mucho de responsabilidad y como la gente en general piensa que Massa y Bullrich representan a la misma política, los mismos de siempre, la politiquería tradicional, es muy factible que la gente trabajadora, incluso aquellos de muy bajos recursos, los jóvenes, los tacheros, los obreros, y los descreídos de todo, le den una posibilidad a Javier Milei. Hasta ahora, el único que presentó propuestas. No se sabe si podrá cumplirlas y ejecutarlas, pero las propuso. ¿Amigos que pasó?, se sigue preguntando el oficialismo.