El kirchnerismo plantó la noche del sábado la bandera de guerra contra Alberto Fernández, con el plenario de la militancia en Avellaneda, la ofensiva se desplegó en etapas. La primera en distintas entrevistas de su gente en diversos medios amigos, luego el mensaje que dio Cristina públicamente, desde Río Negro, donde recibió el honoris causa de la universidad.
Por Natalia Aguiar
Esta fue la embestida más grave contra Alberto tras bajar al ex ministro de Economía, Martín Guzmán. ¿Cuál es el fin? Que el Presidente abandone sus ambiciones de reelección, para acelerar la definición de candidaturas del Frente de Todos ante las elecciones primarias. Sin embargo, Alberto se aferra a la reelección y para ello, se basa en las historias políticas de Perón y de Alfonsín. Quizás Alberto esté convencido que hará historia.
El calendario electoral está en marcha, la semana pasada la Dirección Nacional Electoral oficializó la licitación para la compra de sobres y urnas para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), la General, y la eventual segunda vuelta. Entonces como el momento más complejo se acerca, que será el 24 de junio, día del cierre de listas, el kirchnerismo necesita que los nombres de las cabezas de ellas, estén mucho antes de la fecha límite. Por otro lado, no está previsto de que el oficialismo vaya a impulsar una modificación de fechas en el Congreso. Por su parte la ansiedad se percibe en el Instituto Patria y en la Provincia de Buenos Aires, donde ya pretenden delinear armado y estrategias para las elecciones del 13 de agosto.
Mientras tanto, Alberto Fernández se hace desear con su decisión, por lo que para algunos se apuntaría para competir en las Paso, mientras otros están convencidos de que las presiones impulsadas por Cristina y Máximo Kirchner lo ofuscarán y terminará por renunciar a su proyecto. Para algunos kirchneristas el mes límite para fijar listas de candidatos debería ser abril, otros pretenden extenderlo a mayo, lo que es agónico para los más rebeldes.
Por todo. La idea es acorralar a Alberto Fernández y así dio el primer paso de la embestida Andrés “Cuervo” Larroque con entrevistas en emedios, luego, el discurso de Cristina Kirchner, el viernes en la Universidad Nacional de Río Negro donde fue condecorada con honores; y finalmente, el sábado por la tarde, se llevó a cabo el evento masivo organizado por la nueva agrupación de Larroque, La Patria es el Otro, en Avellaneda, a través de las voces de Axel Kicillof y Máximo Kirchner.
Entonces en terruño propio, Máximo Kirchner arremetió y para el cierre del acto expresó: “Parece mentira que, tras la persecusión del Partido Judicial, del hostigamiento mediático metódico, pensado y diseñado, haya compañeros y compañeras más interesados en ganarle a Cristina que sacarnos adelante”. Y sin dudas sobre a quien se refería, remató con otra frase para terminar de enterrar a Alberto: “Algunos dudan de ponerse a disposición del conjunto, y abandonar las posturas personales. Más que agradecidos deberían de estar en ciertos lugares. Más humildad, compañero”, ironizó. Fue una cuchillada por la espalda. Los speech se centraron en los mismos temas de siempre, la Justicia enemiga, y a la que culpan por “proscribir” a Cristina Kirchner, para transformarla en heroína contra el mal. Los medios de comunicación y su responsabilidad de plantear fake news y situaciones confusas, la concentración de estos medios, como otros potentes enemigos de Cristina. No dejaron de victimizarla a Cristina con el recuerdo a flor de piel del intento de homicidio contra la líder espiritual del kirchnerismo, y culparon una y otra vez al presidente Alberto Fernández por habilitar un clima político donde algo semejante pudiera ocurrir. La culpa es del otro, ni de la patria ni de ellos. No dejaron de lado la deuda y negociaciones de ella con el Fondo Monetario Internacional, mientras que Máximo Kirchner señaló al Presidente como responsable por “ceder” ante el organismo y de fallar a la hora de explicar, con todas las letras, por qué lo hacía. La ojeriza, rabia, ofensiva contra Alberto, ya no se esconde, ni intenta esconderse. Es a todo o nada.
Alberto Fernández no esperó y contestó, el sábado también, pero antes del acto masivo en el conurbano sur. Se despachó con una defensa durante la misa en Luján para celebrar al papa Francisco. “Nadie es imprescindible, de imprescindibles están llenos los cementerios”, dijo. Entre sus asesores dicen que lo ven convencido más que nunca de presentarse pese a la fuerte resistencia de Cristina. Ella intenta condicionarlo a Alberto, torcerle el brazo, derrocarlo antes de que de pelea, someterlo. Como lo hizo siempre, aunque esta vez, Alberto parece que jugará al todo por el todo. O Cristina presentará a otro candidato o se autopostulará para salvar el país, según sus creencias. Es que así se lo ruegan los jóvenes del espacio que lidera.
Alberto Fernández y la Vicepresidenta, ya están en plena guerra electoral, a sólo cinco meses de las primarias de agosto. Antes del cierre de listas deberán cara a cara negociar los candidatos de las boletas o bien depurar las normas de esta batalla para las generales de Octubre. La cuestión llegó al límite, la tensión es evidente.
Ninguno de los dos ha presentado propuestas claras para cambiar el oscuro panorama económico, ni pretenden hacerlo. A cristina no le bastará con pararse sobre las bases de la supuesta proscripción y además deberá ordenar y dar pelea en el peronismo federal donde prima un sentimiento de desgaste hacia ella y de ella ante el poder. Además, los fundamentos de la condena por corrupción que se conocieron la semana pasada, la dejan muy mal parada, aunque claro, ella y su entorno niegan cada letra de los argumentos condenatorios.
Además, por primera vez La Cámpora muestra sus internas. Así pues, el Instituto Patria se despega de “los pibes”. Un grupo liderado por Andrés “Cuervo” Larroque señala las apetencias presidenciales de Wado de Pedro en vez de “luchar” para que ella “vuelva” a competir. Axel Kicillof se sustenta en la capacidad de resiliencia, y los intendentes del conurbano escuchan ofertas, sin dar señales claras ya que su finalidad es sólo retener sus terruños.
Cristina se sorprendió la semana pasada cuando la visita del ministro camporista Wado de Pedro a la feria Expoagro generó un revuelo descomunal entre los propios, y sobre todo por fotos con Jorge Rendo, directivo del Grupo Clarín a quien el kirchnerismo acusa de hacer lobby judicial para perjudicar a la vicepresidenta. Así que Cristina salió a defenderlo en su discurso en Río Negro y advirtió que fue De Pedro quien mejor la defendió ante la ratificación de la condena, cuando sentenció que “el Código Penal ha reemplazado el Código Electoral”. Con las encuestas en contra, el humor social muy frágil y sensible, el oficialismo parece tener un futuro incierto. Habrá que ver quien le tuerce el brazo a quien.