Sergio Massa asumió el cargo de Ministro de Economía con pompas y platillos, casi como una previa de su candidatura presidencial. Quizás haya acordado con Cristina Kirchner hacerse cargo de este abismo financiero a cambio de asumir el rol de presidente y garantizar a la vice impunidad judicial.
Por Natalia Aguiar
Para muchos la decisión de colocar a Massa en el gabinete es consecuencia de la desesperación judicial, más que de una estrategia política y económica. Cristina quiere evitar la cárcel y la evitará porque en Argentina la Justicia está muy cuestionada con causales de sobra, pese al contundente alegato del fiscal Diego Luciani, que explica punto por punto la matríz corrupta del kirchnerismo a través de la obra pública. La situación judicial de Cristina y su familia, explicaría las razones por las que ahora se aferra a Sergio Massa quien en su momento señaló la corruptela kirchnerista al igual que lo hiciera el postulante a vice ministro, Gabriel Rubinstein, nombramiento temporalmente suspendido, por sus terribles críticas a Cristina Kirchner y al gobierno de Alberto Fernández al que entre otras cosas calificó como “desbordado, deficitario e ineficiente”. Habrá que ver cómo se acomodan las cosas… y si Rubinstein llega al gabinete.
Massa, incluso antes de asumir se presentó activo, dinámico, con agenda propia y luego en la asunción tiró la casa por la ventana con las festividades, los invitados -mayoría de ellos empresarios-, con cánticos y hasta Moria Casán que dió el presente para darle su apoyo.
No será tarea fácil. La dinámica de los últimos días quizás se frene un poco mañana martes en una reunión de ministros donde Massa pretende poner tope de gastos a los ministerios, el jueves se sabrá sobre los ajustes de tarifas, lo que avizora días de alto riesgo político. Voces cercanas a Massa advierten de que estarían preparados los proyectos de decretos para beneficiar a las exportaciones por encima de otros años. No todo es algarabía alrededor de Massa, y poco a poco, la espuma baja y los problemas se profundizan.
Después de la conferencia de prensa del flamante ministro de Economía, los mercados bursátiles del mundo advirtieron que Massa no llegará muy lejos. Lo mismo opinó la oposición, quienes ya advierten en el ministro un candidato presidencial.
Los cuestionamientos a las medidas de Massa fueron feroces en diferentes formas, videollamadas, mensajes de WhatsApp, encuentros, reuniones, consultas. Todos coinciden en que las medidas extremas que sólo ahogarán a la clase media y a los privados, no llegarán a buen puerto. No hay soluciones de raíz, es puro humo para intentar apagar un incendio mayúsculo.
Massa arriba a Economía. El actual ministro le había pedido a Cristina y a Alberto arribar a Economía, pero ambos se opusieron y nombraron a Silvina Batakis, quien aceptó la ayuda de Sergio Massa y su equipo, el mismo que más tarde la desplazaría.
Lisandro Cleri es uno de los hombres de confianza de Sergio Massa, el mismo que estaba a cargo de la gestión de Batakis, como asesor de la deuda y mediador con los bancos. Cleri llegó al ministerio con otros hombres de Massa, como Eduardo Setti, Federico D’Angelo y Pablo Carreras Mayer, todos miembros de team Batakis y exalumnos de la escuela de gobierno del Frente Renovador. Por su parte, Guillermo Michel, ya estaba hace tiempo en la aduana.
Fue Lisandro Cleri el que después del desplazamiento de Batakis se encargará de reunir al grupo de asesores de Massa, aunque el lugar de Miguel Pesce, amigo de Alberto Fernández, quedaba reservado en el Banco Central.
Massa habría pedido en varias ocasiones maniobrar la AFIP, pero finalmente ese cargo quedó para Carlos Castagneto, cercanísimo a Cristina. Pesce estará al mando del Central, pero Massa colocó a su ladero Cleri en la vicepresidencia. El “super Cleri” tendrá a cargo la mesa de operaciones del Banco Central, desde donde se opera la compra y venta de bonos.
Cleri es un hombre cuestionado pero considerado, de hecho trabajó en informes e investigaciones para el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), de la Fundación Mediterránea que lidera Carlos Melconian, exsede académica de Domingo Cavallo.
Rubinstein sonaba como número dos de Economía, pero Cristina aún no lo aprueba. Si bien hay otros nombres en ronda, aún no hay definiciones y Massa se tomó hasta mañana martes para avanzar en esa cuestión.
Sin embargo, el súper ministro, está haciendo jugadas arriesgadas. Cuenta Pablo Fernández Blanco que el jueves pasado, Massa se atrevió a pedirle al presidente del BID, Mauricio Claver Carone, un crédito de US$750 millones para la Argentina. Fue Claver Carone, ex funcionario de Donald Trump, el que que favoreció el préstamo de US$44.000 millones del FMI al país en la gestión de Mauricio Macri. Pero el senador ultrakirchnerista José Mayans denunció a Claver Carone junto a la denuncia contra Macri por ese supuesto fraudulento préstamo. Esa presentación judicial fue promovida por Cristina Kirchner. Asómbrese si puede.
Mientras, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, pide por la gente en las festividades de San Cayetano. Siempre defensor del pueblo, Poli advirtió sobre la “inflación asfixiante” que dijo que “hace más inalcanzable el pan y genera miseria” en la homilía al encabezar la misa central del santo del Trabajo, en lo que se lee un fuerte mensaje al Gobierno.
Cuando el río suena…agua trae, dice el dicho popular
Y eso lo vivió en carne propia Viviana Canosa, periodista que quiso presentar un video en el que se cuestionaba a Sergio Massa y desde la producción del canal A24 le prohibieron esa publicación. O se la censuraron.
Ella renunció al canal y le llovieron las adhesiones de opositores e incluso oficialistas, por la censura. El canal emitió un comunicado y puede que se haya hundido aún más.
La propia conductora confirmó el hecho y su renuncia, horas después de sucedido el entredicho con un hilo en Twitter donde alegó “diferencias con el canal en cuanto a la noción de libertad de expresión”.
“Siempre libres y dignos”, dijo Canosa y aclaró: “Esta noche ha terminado nuestro ciclo Viviana con vos por A24. Hemos tenido diferencias con el canal en cuanto a la noción de libertad de expresión. Creemos que defender la libertad es también defender una institución básica”. A ella se sumó la histórica periodista Mónica Gutiérrez quien en Twitte aclaró: “Fui la primera en irse. Cuando empieza el carnaval carioca hay que agarrar el abrigo y salir a tiempo”.
A24 es una empresa de Daniel Vila, cercano a Sergio Massa quien regulará intereses de empresarios afines. Si así será la cuestión, el futuro no es promisorio. Sin libertad de expresión, no hay democracia.