"Porque ésa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera", detalla el Gaucho Martín Fierro en la obra literaria de José Hernández.
Por Natalia Aguiar
Es quizás lo que deberían comprender los referentes de la política argentina. Entre la preocupación por la recuperación económica, la baja de la inflación y la desocupación, prefieren enfocarse en las internas, dejan de lado sus propios discursos y a la gente.
El peronismo se reunió en Mendoza con la finalidad de mostrar unidad, la que no existe, pero había que hacer algo. Llamaron no sólo a la “unidad”, sino también a “los disidentes”.
Con el slogan “Peronismo futuro” los referentes peronistas intentan buscar una salida a la interna del Gobierno en medio de una feroz crisis que azota a los argentinos, y como nadie es inocente, con miras al 2023 mientras Alberto y Cristina no se dirigen la palabra.
“A aquellos que se fueron, que están distanciados o en sus casas hay que convocarlos. Vamos a estar para ayudarlos”, indicó Anabel Fernández Sagasti, presidenta del PJ local, ante una masiva audiencia en el Auditorio Ángel Bustelo de Mendoza. Fue protagonista la senadora nacional y persona de extrema confianza de Cristina, Fernández Sagasti, organizadora del evento que contó con el apoyo de los ultrakirchneristas locales.
Los dirigentes reconocieron las internas, rispideces y pusieron sobre la mesa la inexistente relación entre Alberto y Cristina. Todos coincidieron en que deben trabajar por la unidad aunque no es tarea fácil. “Todo siempre es difícil en el peronismo, nos peleamos un montón”, reconocieron, mostrando a su vez los obstáculos que existen, sobre todo “personales”, frente a una sociedad que está “cansada”.
Hubo presencias físicas y virtuales así como discursos diversos para el paladar peronista, pero primó la degustación kirchnerista. Estuvieron presentes el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, el senador nacional y exgobernador de San Luis Adolfo Rodríguez Saa y el exmandatario de Salta Juan Manuel Urtubey, quien se mostraba distanciado del oficialismo. De manera virtual participaron Sergio Massa y Axel Kicillof.
Relanzamiento de la gestión
Es un objetivo de los gobernadores, intendentes y sindicalistas, pero el enfrentamiento entre presidente y vice aún no logra aunar esfuerzos.
La preocupación se centra en no perder poder en 2023, de hecho los intendentes bonaerenses lograron la reelección con una interpretación favorable de la legislación provincial. No perderán. Lo tienen en claro.
La cuestión más conflictiva es la económica, es decir cuando Cristina y su hijo Máximo pretenden impulsar la mesa de negociación para la toma de decisiones financieras del estado. En una clara intromisión a la figura presidencial que ella misma fogoneó y avaló. Una manera directa de ponerle límites no sólo a Alberto Fernández, sino al ministro de Economía, Martín Guzmán.
La cuestión económica es el punto de inflexión que hace tambalear cualquier posibilidad de unidad, acuerdo o acercamiento entre Cristina y Alberto. Por lo tanto el peronismo está al rojo vivo. Aunque se reunieron en Mendoza, la mayor problemática política no está resuelta.
No todos los peronistas se fueron conforme del encuentro, a que son conscientes de que podrán intentar hablar, acercar disidentes, mostrarse unidos, o intentar dar vuelta la historia, pero hasta que Cristina y Alberto no se decidan a discutir, sentarse y hablar frente a frente, todo el peronismo se encuentra a la deriva.
Pro, en llama por internas encubiertas
Aunque en el PRO todo parace color de rosas, las espinas salen a flor de piel cuando se aspira al 2023. Cuando hay mucha sonrisa hay que desconfiar también. Pero en el espacio de Mauricio Macri, apuestan a la unidad fotografiada mientras por debajo de la mesa, cruzan internas de poder.
La actitud de Macri, activo pero sin definiciones en su presunta candidatura presidencial, enfrenta a los más importantes referentes del espacio para aspirar al sillón de Rivadavia. Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta.
Bullrich, la jefa del Pro, ya estaba lanzada en la carrera presidencial, no sólo con declaraciones a medios, sino con un viaje a Estados Unidos y la puesta en marcha de “equipos de gobierno”, mostrándose sólida y decidida ante la falta de compromiso de Macri para con ella, ni con nadie.
Rodríguez Larreta se muestra más aspirante a la presidencia 2023 pero deberá decidir si enfrenta o no a Macri, una vez que el líder del Pro, se defina. Sin embargo, más vale prevenir que curar, relanzó una mesa política de trabajo encabezada por Diego Santilli y nombró dirigentes para que hagan las veces de voceros ante posibles ataques en la prensa del oficialismo o incluso desde el propio espacio. Previsor el hombre.
Además, Jorge Macri, será el candidato de Rodríguez Larreta como Jefe de Gobierno porteño, mientras que Diego Santilli será en candidato en provincia de Buenos Aires. Quizás sea el suelo bonaerense donde se enfrentarán Mauricio y Horacio. Así dirime el poder político la dirigencia argentina con miras 2023, mientras los datos preliminares del Censo 2022, determinaron que los argentinos somos 47.327.407, lo que baja aún más la estimación de ingreso medio por habitante.
Subió la tasa de desocupación a 1,3 millones de habitantes, como las tasas de pobreza e indigencia según los datos preliminares del INDEC en 329.400 y 72.400 personas respectivamente, a 17,5 millones en el primer caso y poco más de 3,8 millones en el segundo.
Entonces, más población, pero más pobreza, menor calidad de vida, menos posibilidades de acceso a servicios y oportunidades. Pocos augurios para el 2023, en tanto la dirigencia no enfoca sus objetivos en las demandas sociales.
Se los devorarán los de afuera…