marocco 2502 colAntonio Marocco

Hay momentos en que la historia y la actualidad se entrelazan, y lo que parece un acontecimiento conmemorativo se convierte en una oportunidad para pensar el presente y proyectar el futuro.

Esta semana, los salteños recordamos el 150° aniversario de la creación del Senado de la Provincia, un hecho fundacional que marcó el rumbo institucional de nuestro sistema republicano.

Y lo hicimos al mismo tiempo que avanzamos en decisiones que buscan fortalecer a Salta frente a los desafíos del hoy: la firma del documento Todos por Salta, la creación del Fondo de Garantías provincial, la inauguración de edificios escolares y la entrega de títulos de propiedad a cientos de familias. Hechos que nos hablan de un mismo mensaje: la necesidad de honrar nuestra tradición, unirnos en la diversidad y trabajar con responsabilidad para que cada salteño tenga más oportunidades de crecer.

El 1 de octubre de 1875 comenzó a sesionar el Senado de Salta, tras la reforma constitucional impulsada por el gobernador Juan Pablo Saravia que instituyó el sistema bicameral. Entonces se eligieron 19 representantes de distintos departamentos, y la primera sesión fue presidida por Segundo de Bedoya. Desde ese momento, la Cámara Alta se convirtió en garante de la representatividad territorial, dando voz a las distintas realidades de nuestra geografía provincial. Con el paso de las décadas, la institución fue acompañando las transformaciones sociales y políticas de Salta.

No todo fue continuidad. Como en toda la historia argentina, también hubo interrupciones y días oscuros: por ejemplo, las bodas de diamante y el centenario del Senado no pudieron celebrarse porque la vida institucional estaba clausurada por un golpe militar primero y una intervención federal después. Pero la fortaleza de nuestro pueblo permitió siempre el regreso a la democracia y la recuperación del funcionamiento pleno de la Cámara.

Más cerca en el tiempo, la pandemia nos obligó a sesiones virtuales y a sancionar leyes de emergencia que demostraron que las instituciones pueden adaptarse a circunstancias extraordinarias para seguir cumpliendo con el mandato de la sociedad.

Celebrar 150 años de vida parlamentaria es reconocer la fortaleza de nuestras instituciones, pero también recordar que la democracia es una tarea cotidiana que debemos cuidar. Por eso, este aniversario es más que una fecha simbólica: es un llamado a renovar el compromiso con la democracia y con el bienestar de los salteños, que son la razón de ser de toda representación política.

Ese mismo espíritu se hizo presente en la firma del documento Todos por Salta, rubricado por representantes de la sociedad civil, empresarios y trabajadores junto al gobernador Gustavo Sáenz. Se trata de un gesto de unidad frente a un contexto nacional adverso, que históricamente ha relegado al Norte argentino y a nuestra provincia. Las desigualdades se manifiestan en la falta de infraestructura, en la carencia de inversiones estratégicas, en rutas nacionales descuidadas y en tarifas de servicios públicos que castigan al interior mientras benefician al Área Metropolitana de Buenos Aires.

Por eso, Todos por Salta no es sólo una declaración de principios: es una agenda de reclamos y propuestas que busca un trato más justo para nuestra tierra. En definitiva, es un documento que reclama igualdad de oportunidades para los salteños. Y lo hace desde la convicción de que la defensa de la provincia supera banderías partidarias, porque lo que está en juego es el presente y el futuro de nuestro pueblo.

Finalmente, quiero resaltar un acto muy emotivo del que participé junto al intendente Emiliano Durand. La entrega de más de 130 escrituras a familias de la ciudad de Salta nos recuerda que la política también debe atender lo esencial: la seguridad y la dignidad de tener un hogar propio. Muchas de esas familias esperaron más de 30 años para obtener un papel que es mucho más que un documento: es la certeza de que el hogar en el que viven es realmente suyo, es el legado que podrán dejar a sus hijos, es la tranquilidad de haber alcanzado un derecho básico.

En estos años, el Gobierno de Gustavo Sáenz entregó más de 4.000 títulos de propiedad en toda la provincia. Y seguirán nuevas entregas en distintos municipios, porque se trata de una política pública que transforma vidas de manera directa.

La historia del Senado, el compromiso expresado en Todos por Salta y la entrega de escrituras son piezas de un mismo rompecabezas. Nos muestran que la política tiene sentido cuando se traduce en instituciones fuertes, en unidad frente a la adversidad, en herramientas que potencien el desarrollo y en decisiones que hagan más justa la vida de las personas.

Honrar 150 años de historia no es quedarnos en la nostalgia, sino renovar la voluntad de seguir construyendo una Salta más justa, más fuerte y de confraternidad. Esa es la tarea que tenemos por delante.

 

Columna emitida por FM Aries