07 14 aguiarNatalia Aguiar

Aunque el escenario será muy competitivo, el peronismo ya se puso al hombro las elecciones bonaerenses y las nacionales de octubre. Cristina está al tanto de todo, bregó por la unidad y juntos apuestan a ir contra Milei con el slogan de "nacionalizar el territorio".

Unidos por el espanto, los más altos referentes del peronismo no tuvieron otra opción más que acercar las diferencias. Se reunieron, se sacaron chispas, renegaron, cuestionaron, pero concluyeron en que debían asumir este desafío juntos. Fue complicado aunar las diferencias, pero al cierre de las alianzas, el pasado 9 de julio, se logró el acuerdo peronista. Habemus paz, al menos momentánea.

Ante personalidades fuertes y discrepantes no fue un trabajo fácil. Días y días de negociaciones. Horas límites para llegar al cierre. Gabriel Katopodis estaba muy enfadado con Máximo Kirchner. El delegado de Juan Grabois hasta último momento se comunicó para preguntar si firmaba o no el papel del acuerdo. Las diferencias y el enfrentamiento declarado entre Máximo y Axel Kicillof, están en stand by, y Cristina sería el nexo de unión. Ella se dedica a hablar por teléfono y mandar mensajes de audio. Digita todo desde San José 1111. Fue un llamado telefónico el que hizo que se lograra formalizar el espacio "Fuerza Patria". Será este nombre el que enfrente a Javier Milei, planteando desde el peronismo una fuerte grieta al todo o nada.

Desde la gestión de Axel Kicillof se pretendía incorporar al nombre del espacio la palabra "bonaerense", pero el objetivo será nacionalizar las dos fechas electorales, las provinciales de septiembre y octubre. Desde La Cámpora son más reaccionarios y pretendían el slogan "Cristina Libre", pero era demasiado.

Los peronistas quieren mostrarse unidos y no marcar diferencias con los kirchneristas. Los referentes como Sergio Massa, Cristina Kirchner y demás, analizaron que lo que está en riesgo, desde su óptica, es la Nación, la república. "Hay que recuperar riendas, territorio, porque la deshumanización de este hombre (en alusión a Milei) es inimaginable", dicen entre los peronistas. El romanticismo de estas elecciones será salvar la Argentina de la deshumanización. Ya salió el primer spot en provincia de Buenos Aires y en las redes, con tonos azules.

El sábado pasado, Máximo publicó un video inédito en el que se ve a Cristina en su casa, sede de su detención, haciendo huevos revueltos con paltas. Mientras su hijo alude a la pelea que mantienen Victoria Villarroel y Javier Milei, ella sigue con la receta y hace caso omiso. Pero quizás el mensaje sea que mientras ellos se pelean entre huevos revueltos, ella se los come… con palta. Lo cierto es que si Milei quería exterminar a Cristina, le dió más vida y proyección política que nunca.

 

Intendentes

Será una elección muy difícil, y los referentes de la oposición no pueden entender que Milei mantenga 30 puntos en terruño bonaerense pese a los recortes, la inflación, la falta de empleos y oportunidades, y sus malos modos, su altanería, falta de educación y violencia. Por ello, la campaña se basará en marcar los contrastes y marcar una profunda grieta.

El objetivo central será mantener el actual poder territorial en el principal bastión peronista y desde allí hacia arriba, hacia adelante. Mantener los diputados y senadores provinciales como los nacionales.

La labor de los intendentes y su gente podrá hacer la gran diferencia y a eso apuestan, ante una Libertad Avanza sin trabajo de campo. Pese al apoyo del Pro, el oficialismo carece de territorialidad en la provincia de Buenos Aires. El gobernador Kicillof bajó esta línea a sus jefes zonales.

La cuestión que preocupa es que según un informe de la Junta Electoral, ahora la primera sección es más poblada que la tercera, donde se basa el poder de fuerza peronista. Están atentos porque a ese sector norte se trasladó mucha gente de capital a vivir y son conscientes de que no son votantes peronistas. Así pues, allí trabajan contrareloj en la campaña, los intendentes Ariel Sujarchuk de Escobar, Gustavo Menéndez de Merlo y Juan Andreotti de San Fernando, entre otros.

A esta situación se suma que los votantes no conocen a los candidatos de cada jurisdicción, por lo que priorizarán en los afiches y publicidad a referentes conocidos y de nivel nacional para presentar a los recién llegados y sumar, sumar y sumar votos. Los medios estarán en manos de los referentes nacionales. El objetivo será marcar distancia con La Libertad Avanza.

Aunque no se dieron a conocer los nombres de los candidatos que encabezarán las listas de las secciones bonaerenses, se rumorea que podría ser por ejemplo, la vicegobernadora Verónica Magario para la tercera sección, lugar que iba a ocupar Cristina Kirchner. Aunque la calma parece estar sentada entre los peronistas, no se descarta que antes de la presentación de las listas, empiecen las agresiones y se marquen las diferencias.

Aunque nieguen las diferencias, existen. De hecho, tanto en las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre como en las nacionales del 26 de octubre, se pone en juego la estrategia de Axel Kicillof tan resistida por el kirchnerismo. El peronismo quizás pueda, con este desdoblamiento, terminar con la mala fortuna en las legislativas. Dicen que Máximo Kirchner ya augura malos resultados, para de antemano culpar a su enemigo Kicillof, desligarse de la derrota y señalar también como responsables a los gobernadores. La gente del gobernador no pierde la fe y aspiran a que desaparezca el color violeta de la provincia de Buenos Aires. Lo cierto es que Cristina digita todo, está al mando pese a estar privada de su libertad.

Mientras tanto en el oficialismo no andan con chiquitas y entre el presidente y la vice se relacionan a fuego cruzado. Mientras, el presidente le dice “traidora” tras la aprobación de los proyectos de ley previsionales y de discapacidad en el Senado. Ella pidió que ahorre en viajes y el presupuesto de SIDE y lo acusó de implementar decisiones que perjudican a los argentinos.

 

Gobernadores en pie de guerra

El frente de los mandatarios mantiene su decisión de que la Cámara de Diputados apruebe los dos proyectos que impulsaron y que tienen media sanción del Senado. Están dispuestos a conversar pero no darán brazo a torcer ni renunciar a los recursos del fondo de ATN, que se conforman con la Coparticipación, y a la distribución del impuesto a los combustibles líquidos que va a tres fondos fiduciarios. Esta última asciende a $2.308 millones entre agosto y diciembre de este año; de los que $1.291 millones van a las provincias. Respecto el fondo de los ATN, repartido sólo el 20% de lo reunido, el costo fiscal que calculan para Nación es de 0,03% del PBI, unos $253.000 millones, y el de la reasignación del dinero de los fiduciarios, 0,08%, unos $714.000 millones.

Para los gobernadores, la figura del Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ya está desgastada y no brinda soluciones concretas. Opinan lo mismo respecto Santiago Caputo, al que lo perciben cada vez más alejado de las decisiones del núcleo duro libertario.

 

Un Gobierno sin backup

La derrota en el senado mostró una descoordinación total del Gobierno de Javier Milei . Aunque el viceministro del Interior, Lisandro Catalán, y Lule Menem reclamaron por teléfono, no obtuvieron respuesta. Lo mismo le ocurrió a Guillermo Francos y a Luis Caputo y su secretario de Hacienda, Carlos Guberman, quienes cuestionaron duramente. Ninguno obtuvo respuestas.

El Gobierno está desolado, los opositores le hacen frente, los gobernadores no cesan en sus demandas. Esto generó una mirada hacia el interior de los que toman las decisiones, muchas malas. Quizás el oficialismo tomó de su propia medicina y pueda aprender que no se gobierna sin diálogo. No estaríamos ante un democracia.

Deberá el presidente hacer una profunda introspección de su accionar, sus dichos y las estrategias de Gobierno, porque sin debate, sin diálogo, sin empatía para con el otro, no se gobierna una democracia. Deberá Milei encauzar el curso de este barco con un timón carente de capitán. Porque además de ser elegido, debe gobernar para todos los argentinos. No imponer. Gobernar, dialogar, ceder, acordar, escuchar. Quizás sea mucho pedir.