01 12 aguiar

Por Natalia Aguiar

En un año electoral todo puede suceder, como en la guerra y en el amor, todo vale. Ahora la mayoría de los políticos se encuentran en días de receso para retomar la agenda el 20 de enero, cuando el Congreso se pondrá a trabajar en las sesiones extraordinarias hasta el 21 de febrero.

El temario se centrará en la reforma electoral con la eliminación de la PASO, los juicios en ausencia, Ficha Limpia y el régimen de reiterancia; y los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para la Corte Suprema y la ley antimafia. Los cuatro primeros proyectos ingresarán por la mesa de entradas de Diputados, las otras, por el Senado. Allí el conflicto puede ser el vínculo con la vice, Victoria Villarruel, pero el Gobierno podría destratarla y empezar a quitarle poder. Será otro pleito para analizar.

Esta semana empezarán las tratativas para negociar votos y que esas iniciativas prosperen. Desde el oficialismo son optimistas y creen tener viento a favor desde diciembre del año pasado. La gente los apoya en lo económico, aunque a la mayoría no les gusta las formas del Presidente, a las que tildan de “autoritarias”. El oficialismo sostiene que mejoró la imagen del presidente Javier Milei y la de la Libertad Avanza. Además, lanzan ofensivas y advierten que “se nos acabó la paciencia”.

Las internas en la Libertad Avanza continúan y ahora los protagonistas fueron el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, que prefería esperar para convocar a las extraordinarias, y el sector de Santiago Caputo, que quería mantener la agenda y abrir a debate los temas lo antes posible, sobre todo, los nombramientos en el Máximo Tribunal y la supresión de las elecciones primarias para que dejen de estar vigentes este mismo año electoral.

Javier Milei firmó el decreto desde Olivos y saldrá en el Boletín Oficial con la lista de temas y los motivos de la convocatoria. Los diputados y senadores trabajarán durante el verano.

 

Tema PRO

Claro que en medio de estas disputas de poder, se encuentra la batalla externa con Mauricio Macri, con el que finalmente deberán sentarse a dialogar y negociar cómo seguirán en este año electoral. ¿Será Macri candidato? ¿Podrá poner a su gente en el gabinete? ¿Podrán negociar?

Mauricio Macri pretende postularse como senador nacional en 2025 y esto ya genera división de aguas en el oficialismo. Javier Milei le ofreció indirectamente al ex presidente ser el líder de la unidad en tres oportunidades, cuando se lo preguntaron periodistas. Pero Karina Milei y Santiago Caputo, los otros dos miembros del “triángulo de hierro” del Gobierno se resisten, y se resisten a darle el primer lugar en alguna lista al PRO.

Karina Milei pretende conquistar la Ciudad de Buenos Aires, que se transformó en el principal botín, donde ejerce el poder local a través de Pilar Ramírez, y donde el asesor y consultor Santiago Caputo mueve los hilos en las sombras.

Este enfrentamiento con PRO es directo, ya que la Ciudad de Buenos Aires es tierra macrista desde hace años. Si el ex presidente se presentara, debería liderar la nómina de senadores por CABA. Pero el círculo rojo tiene otros planes, sólo quieren garantizarle la supervivencia y cuatro o cinco lugares, pero sin encabezar ninguna lista. ¿Aceptará el macrismo?

Macri ya habría brindado una lista de cinco nombres para formar una mesa de diálogo Si prospera, se pondría en marcha recién entre abril y mayo, cuando quemen las listas. Pero el Gobierno ya quiere planear vetos a la propuesta amarilla. Lo aceptan con manos abiertas a Cristian Ritondo, rechazarían de plano a Hernán Lacunza. No respetan al último ministro de Economía de Mauricio Macri, ex titular de esa cartera en la gestión María Eugenia Vidal. “¿No es el que puso el cepo y defaulteó la deuda...?”, dicen por lo bajo. Será una pulseada mano a mano.

Pese a todo este contexto, Milei sostiene que Macri es la figura de relevancia y que lo necesitará para hacer frente al kirchnerismo que también trabaja fuerte en este año electoral. Dicen los que lo conocen, que Milei está agradecido a Macri por su apoyo en el peor momento de su carrera electoral, en 2023, cuando acababa de ganar la PASO y lo acusaban de estar loco o no tener aptitudes para gobernar; o señalaban supuestos nexos con el massismo para forzarlo a bajarse de la contienda en las Generales.

Milei necesita de Macri y viceversa. En los próximos días, las negociaciones por las iniciativas en las extraordinarias serán duras y el puntapié de un año electoral en el que se juega la continuidad en el poder, la legitimidad, la economía y el acceso a consumo de los argentinos.

 

¿Cuáles son los objetivos de Milei para este año electoral?

Está claro que debe ampliar su base en el Congreso y Senado de la Nación. Es decir, empieza el armado de su consolidación de poder tras la búsqueda de avanzar con sus iniciativas extraordinarias. Este objetivo lo obliga a negociar con el PRO y con otras fuerzas porque debe apostar a la concentración y polarización. Estamos ante un oficialismo que llegó endeble y vulnerable al Gobierno y necesita afirmarse y ampliarse. Necesita autonomía y crecer en el interior del país. Trabajo duro en manos de Karina Milei.

Es decir que otro de los objetivos sería el crecimiento de La Libertad Avanza como fuerza política independiente. Que sea sólida y se valga por sí misma, con una identidad definida y distinta al resto. O sea, que se vuelva indestructible.

El tercer propósito sería plantear un mapa político nacional que demuestre la consolidación de la fuerza libertaria. Trabajar paso a paso en cada jurisdicción del país. Conocer a la gente, a los que serán parte de las listas, y construir con mayor consciencia. No deberíamos olvidar que Milei llegó al poder por la fuerza del voto pero sustentado en el castigo de la gente al formato político de la corruptela y sálvese quien pueda. Milei pretende sacar ventaja de la fragmentación de las otras fuerzas para consolidar La Libertad Avanza. Habrá que ver qué estrategia despliegan radicales, kirchneristas y el PRO. Hoy Milei tiene dos fuerzas oponentes, el kirchnerismo que representa a su mayor oposición de izquierda y al macrismo, que representa a la derecha y puede competir sobre el mismo electorado.

El Presidente inicia el 2025 electoral con fortaleza pero no implica la necesidad de escuchar al electorado, a la ciudadanía, y construir un diálogo de mayor empatía social. Debe salir del enfoque económico y priorizar su vínculo con el Fondo Monetario Internacional, para preocuparse y ocuparse de terreno propio, de su gente. Tiene factores a favor, ya que no está presionado por una economía asfixiante -según parámetros técnicos-, ni baja en las encuestas, por lo que esa situación lo condicionaría de otra forma.

Con este viento a favor pone en juego su capacidad de construir liderazgo a futuro. Está modelando su desafío electoral con miras a otra presidencia. En 2023 debía llegar al poder a como dé lugar. Una vez en el poder deber reconstruirse y diseñar su fuerza de poder en la segunda parte de su mandato.

Milei debe desafiarse a sí mismo. Cambiar. Debería ampliar su electorado y no quedarse con la militancia ortodoxa. Debería seducir a nuevos votantes y consolidar su fuerza. Debe convertirse en un oficialismo autónomo, que se baste a sí mismo.

Milei se juega ser un presidente intempestivo, o aquel que marque la diferencia y dé vuelta las páginas de la historia argentina.