12 09 aguiarPor Natalia Aguiar

Unos días de movimientos en el Gobierno de Javier Milei. Corruptela en el límite con Paraguay, cambios en el Gabinete y la apuesta a festejar el año de gestión tras pasar la peor etapa en la economía argentina.

Primero fue la detención del senador entrerriano Eduardo Kueider y su secretaria Iara Magdalena Guinsel Costa al intentar ingresar U$S 200.000 dólares sin declararlos al Paraguay.

La justicia paraguaya les concedió la prisión domiciliaria tras pagar una fianza de U$S 300.000 dólares, lo que les permitió, a ambos, acceder a una prisión de lujo en un departamento de Asunción con piscina, gimnasio y quincho. Para cumplir con el arresto domiciliario, Kueider declaró el departamento 103 de un edificio denominado “Tierra Alta”, donde tendrá control permanente de la Policía local tanto en el pasillo como en los alrededores. El edificio cuenta con quincho, pileta y gimnasio, entre otras cosas, aunque el senador no podría moverse de su departamento.

Este caso desató cortocircuitos entre el oficialismo y el kirchnerismo que buscan un acercamiento por varios temas. Entre ellos, la designación de los jueces de la Corte, la eliminación de las Paso y otros que los une más que separarlos.

“Que tu vice no se olvide”. “Che Milei, a vos que decías que venías a terminar con la casta, te quiero avisar que los 33 senadores peronistas piden sesión especial el jueves próximo, a las 11, para remover al senador argentino que está preso en Paraguay porque lo agarraron en la Triple Frontera con más de 200 mil dólares sin justificar”, comenzó Cristina en un posteo en su cuenta de X.

Ella quiere provocar una sesión para expulsar a Kueider. Pero ya finalizado el período ordinario, es una incógnita si es posible tratar la expulsión del senador entrerriano. "Lo que manda es la voluntad política, si hay voluntad política va a caminar", explica un cuadro técnico del Senado, cercano al oficialismo, que ahora preferiría que la historia fuera otra porque lo mancha por donde se mire.

El peronismo apuesta a expulsarlo y a tantear esa voluntad política, por lo que ya habló con radicales, y libertarios. Si Kueider es expulsado, la banca quedaría vacante y sería ocupada por Stefanía Cora, diputada provincial de 33 años y referente de La Cámpora en Entre Ríos. De seguir Kueider de licencia, en cambio, la banca permanecería vacía. "Vamos a esperar que se expida la Justicia, como pasó con Alperovich", dijo un radical que además admitió que a nadie le conviene “que UxP vuelva a tener 34 senadores". Todos son coincidentes en ello. Es que nadie quiere que UxP esté un paso más cerca de juntar el quórum por su cuenta y es por eso que la sesión del peronismo está destinada al fracaso. El peronismo lo sabe, pero apuesta a que, se identifiquen a los traicioneros. El gobierno nacional intentó desentenderse, del Kueidergate pero sin mucho éxito, ya que el barro salpicó la gestión de Milei. Lo asuman o no lo asuman, el barro llegó a las rodillas.

El presidente le tiró la piedra a Cristina Kirchner y tuiteó: "Es todo tuyo", en una publicación que compartía una foto en la que aparecía la boleta del Frente de Todos de 2019 con la cara de Edgardo Kueider como candidato a senador por Entre Ríos. La misma foto que, meses atrás, la misma CFK había subido cuando salió a cuestionar públicamente a Kueider y "Camau" Espínola por haber votado a favor de la Ley Bases. En esta ocasión, la expresidenta no perdió la oportunidad de recoger el guante y le respondió: "Si hubiera sido mío no votaba la Ley de Bases, querido Javier. Te gusta el durazno, pero no te bancás la pelusa".

En el senado corría a viva voz que Edgardo Kueider era de Santiago Caputo, quien se acercó al senador durante el debate de la Ley Bases para conseguir su votos. El mismísimo Caputo lo había propuesto para presidir la Bicameral de Inteligencia, es decir los servicios de inteligencia, que quizás ahora le jugaron una mala pasada. La postulación fracasó por la interna oficialista, ya que Caputo quería a Kueider, pero Patricia Bullrich y Victoria Villarruel querían que fuera Enrique Goerling Lara, del PRO. No hubo acuerdo y el peronismo, junto al radicalismo, aprovechó para meterse y darle la presidencia a Martín Lousteau.

Kueider integra el bloque de Unidad Federal que lidera el correntino Carlos Espínola, otro peronista que se distanció del Frente de Todos en 2023 y que apenas asumió Milei, se alineó con el oficialismo. Para el peronismo, Espínola es el "jefe de la banda". Pero las pruebas contra Kueider serían contundentes. Una escalada inesperada que se transforma en oportuna para dar una pelea moral en el Congreso.

 

Echados y despechados

El sábado pasado por la tarde los argentinos se dan con la novedad de que a poco de ser designada echan a Florencia Misrahi de la jefatura de ARCA, quien será reemplazada por el actual secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Juan Pazo. Su lugar, será cubierto por Pablo Quirno, quien se desempeñaba hasta ahora como secretario de Finanzas. Las designaciones de Andrés Vázquez en la Dirección General de Aduana (DGA) y Andrés Velis, en la Dirección General Impositiva (DGI), habían provocado un cortocircuito. En el Gobierno aseguraron que el detonante de su salida fue su idea de aplicar impuestos a influencers y youtubers anunciado la semana pasada.

Vázquez y Velis son dos históricos del área, con lazos con los servicios de inteligencia, y fieles a Santiago Caputo, quien triunfó con esta movida. Cuestión que lo enfrentó a su tío, Luis Caputo, ya que éste sostenía a Misrahi. Este ajuste de tuercas deja vacante el puesto de secretario de Finanzas, cuyo responsable será anunciado esta semana, según voces del Ministerio de Economía.

 

Javier Milei en alerta

Si bien la gente aún lo respalda, sus actitudes violentas no le son simpáticas a la ciudadanía y genera rechazo. Esto según una encuesta de Poliarquía publicada por La Nación: el 56% de las personas sondeadas tiene una valoración positiva de su administración y se muestra optimista sobre las perspectivas a futuro del país, aunque el 71% de los encuestados, rechaza el estilo agresivo del Presidente frente a sus detractores. A diferencia de Alberto Fernández, Mauricio Macri y Cristina Kirchner, sus antecesores en el cargo, Milei logró mantener estable su elevado nivel de aceptación a lo largo del año, e incluso experimentó una suba de cuatro puntos respecto de octubre, mes que exhibió el punto más bajo de aprobación en la serie anual (52%). Se trata del mejor primer noviembre para un presidente desde Néstor Kirchner, según el relevamiento. Algo inédito.

El nivel de desaprobación del Gobierno, en tanto, muestra una tendencia en declive: el mes pasado alcanzó el 43% de los encuestados, dos puntos menos que en octubre y cuatro menos que en septiembre. Esta caída obedece a una percepción cada vez más optimista respecto de la situación general del país, fenómeno que se explica, principalmente, por la caída drástica de la inflación y la confianza creciente de que los precios se mantendrán estables o incluso descenderán en el futuro próximo. Así, mientras hace dos meses atrás el 50% de los sondeados tenía una visión negativa, en noviembre ese porcentaje decreció al 36%.

“La clave principal está en la reducción de la inflación. Haber frenado la escalada de precios le da crédito y credibilidad a su gestión. En diciembre pasado un 84% de los argentinos creía que nos encaminábamos a una hiperinflación, ese valor se redujo drásticamente. Hoy más del 40% cree que en los próximos meses los precios se mantendrán estables, valor que no se alcanza en nuestros estudios desde hace 20 años”, señaló Alejandro Catterberg, director de Poliarquía.

El eje del suceso técnico es la reducción de la inflación pero la gente detecta la violencia, la falta de empatía con la vulnerabilidad, la falta de humanidad de este presidente que está convencido vino a cambiar la historia del país.

Que así sea, pero con humanidad.