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Guerra, liderazgo mundial en inflación, un Javier Milei contradictorio, y una semana clave para generar gobernabilidad. Si hay algo que no falta es adrenalina a la realidad mundial y mucho menos a la de este bendito país.

Por Natalia Aguiar

Javier Milei, el presidente parece estar acostumbrado a un vida dinámica y con desafíos constantes. Su egocentrismo es sorprendente también. Pero la verdad, los argentinos no pueden quejarse ya que no sólo los laureles futbolísticos los mantiene en el podio mundial, sino también el liderazgo en inflación. Argentina otra vez se encuentra primera en el ranking inflacionario alrededor del mundo, por encima de Líbano y Venezuela. Nada de quejas, se es primero y listo, para adelante. Si se analiza en detalle es para para llorar.

El tercer mes del año la Argentina terminó con una inflación del 11% a nivel mensual y del 290% en los últimos 12 meses, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Es cierto que el mercado comenzó a moderar sus pronósticos para fin de año y, sobre todo, para 2025, pero aún así, Argentina sigue en el podio de la inflación mundial. Triste, tristemente triste.

 

Elon Musk, comunidad judía, diputados en crisis y el paro de la UTA.

Desde Miami, Javier Milei decidió temas vinculados a las diferencias con los gremios por las paritarias, inversiones, vínculos, relaciones públicas, discurso ante la comunidad judía de Jabad Lubavitch y la visita a Elon Musk en Texas.

Desde el hotel donde se alojaba en Miami debió mantener conversaciones directas con casa Rosada, más precisamente con Guillermo Francos, ministro del Interior y también con Santiago Caputo, por las rispideces con los sindicatos y gremios, y luego con sus referentes en el Congreso de la Nación, donde las internas están que arden. En su estadía en Estados Unidos, fue honrado con el premio Embajador de la Luz por sus ideas políticas y su defensa de Israel ante el ataque terrorista ejecutado por Hamas el 7 de octubre de 2023.

Toda actividad vinculada a la administración del Estado y las relaciones públicas de Milei es muy vertiginoso. Es hiperquinético, y el presidente parece hacer todo a la vez, mandar mensajes, exponer sus ideas en X, leer, escribir, llamar por teléfono y tomar decisiones, como poner pausa a su vínculo amoroso, lo que anunció por sus redes sociales también. Milei recibió a Illan Goldfjan, titular del Banco Interamericano de Desarrollo. Fue una reunión establecida justo cuando el país requiere dólares para respaldar las reservas del Banco Central y sostiene un pasivo o deuda de 5.900 millones de dólares del swap chino, que vence pronto. Hoy, lunes 15 se inician en Washington las sesiones de primavera del Fondo Monetario Internacional y Luis Caputo encabezará la comitiva de Argentina.

Milei no iba a perderse la posibilidad de compartir un encuentro en Texas con Elon Musk, en el que planearon reencontrarse en Argentina para avanzar con algunos proyectos compartidos a impulsar desde el país. Se adularon mutuamente, hablaron y se rieron entre selfie y selfie. Es que para el mundo, Milei es una especie en estudio. Las miradas están sobre él, y entre los suyos alardea de ser el segundo presidente en importancia mundial. ¿Será por los índices inflacionarios? ¿Los índices de pobreza? ¿La niñez sin posibilidades? ¿Será por los ajustes mayúsculos que realizó que hasta el FMI le pide piedad con los argentinos?

En plena crisis de Medio Oriente, con la guerra declarada a Israel por Irán, Milei decidió volver al país para armar un Comité de Crisis. De hecho, Cancillería cerró las embajadas de Argentina en Israel y Beirut temporalmente, y mediante un comunicado repudió los ataques de Irán hacia Israel y se solidarizó con el pueblo víctima de los ataques.

 

Gobernabilidad en la mira

El objetivo principal del gobierno es recuperar la actividad económica. Se apuesta a la moratoria y al blanqueo incluido en el paquete fiscal, sumado al incentivo a las grandes inversiones establecidos en la ley Bases, y se espera que este “combo” inyecte confianza y se generen un seductor clima de negocios. Si bien el objetivo central sería levantar el cepo, aún no están dadas las condiciones del mercado.

Por todo ello, esta semana será clave para consolidar dos temas. Uno en Washington, frente al Fondo Monetario Internacional, y el otro en el Congreso Nacional.

 

Primer Round

Hoy lunes, el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, acompañado por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, participará de la Reunión de Primavera del FMI. El fin es concretar un desembolso de U$S15.000 millones que le permita al gobierno adelantar el levantamiento del cepo. Esto le permitiría sacar restricciones, lograr rápida recuperación y la posibilidad de devolver ese préstamo lo más rápido posible. No será tarea fácil, ya que Argentina no se ajustó a los plazos de devolución hasta ahora. Desde el organismo internacional elogian las medidas del Gobierno, aunque piden sensibilidad ante los ajustes, pero no quieren seguir desembolsando dólares.

La situación es compleja, razón por la que además de la comitiva encabezada por Caputo ante el FMI, se puso en marcha el operativo “político” al mando del jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Mantendrá reuniones con funcionarios de Joe Biden para lograr mayor respaldo de Estados Unidos ante el organismo crediticio. El camino será sinuoso porque se acaba de declarar la guerra en Medio Oriente entre Irán e Israel mientras Joe Biden atraviesa un año electoral que lo mantiene con otros focos de concentración. Pero además, Javier Milei apoyó abiertamente a Donald Trump, entonces la cuestión será dificultosa. Una prueba de fuego para el gobierno.

 

Segundo round

El otro gran obstáculo se dará en el Congreso, donde la discusión de la “Ley de Bases” y el paquete fiscal debería retomarse esta semana. Tanto en el Gobierno como en la Cámara de Diputados, coinciden en que el escenario para su aprobación es mucho más benévolo, ya que se sacaron los temas más conflictivos y porque tras la mea culpa, hubo un diálogo previo con los legisladores y gobernadores.

Puede que el gobierno haya recapacitado y la autocrítica es un buen síntoma. Es que los acciones impulsivas no tuvieron éxito, mucho menos si se destrata o no considera a los otros actores intervinientes. Se dieron cuenta de que no es lo mismo la gestión pública que la privada. Es mucho más compleja la cuestión. No es blanco o negro.

En esta segunda chance ante el Congreso, Javier Milei se juega la carta de la gobernabilidad. La mirada del oficialismo debió cambiar porque “la casta” política le exigió diálogo, consenso y que los ciudadanos sean escuchados. Claro que esto postergará las modificaciones estructurales en el Estado, por lo menos hasta el próximo año. Los libertarios debieron bajar cinco cambios y la promesa de transformar la Argentina se vuelve más laxa y lenta.

En el seno del poder le temen a las reacciones que podría tener Javier Milei ante algún traspiés en el Congreso. Es que si otra vez los diputados pretenden modificaciones inciso por inciso la reacción podría ser volver a retirar el texto del debate. Del otro lado, los dialoguistas también analizan que si no se avanza, ellos se convertirán en obstaculizadores y la reprobación social sería fuerte.

Además de la inexperiencia en Administración pública y Legislativa, como si faltaran inconvenientes, en La Libertad Avanza, las internas en la Cámara Baja son intensas. Lo advirtió Karina Milei y trató de poner paños fríos en las diferencias entre los libertarios ortodoxos y los moderados. Los primeros, no quieren al PRO en las decisiones del Gobierno y los segundos, son más permeables.

Otro tema es el que se mantiene con los gremios, ya que si bien hubo una reunión la semana pasada en la que incluso participó Santiago Caputo, al Gobierno se le escapó la tortuga y se va a un paro general. No hubo acuerdo en las paritarias de camioneros y a esta tensión se suman las demandas de otros gremios. Caputo puso un límite, pero en el Gobierno reconocen que en muchas cuestiones los gremios tienen razón. Pero quedaron absortos al enterarse del paro tras la reunión que en principio había sido en buenos términos. En la mira del Gobierno y a puro fuego están las prepagas, a las que se les dio libertad y abusaron de ella. Serían multadas y denunciadas ante Derechos del Consumidor.

Una muestra de que quizás la cultura, la sociedad, el empresariado argentino , el mercado, la competencia leal de las compañías, no están preparado para la libertad en todo el sentido de su término y sentido.

El Gobierno se juega la gobernabilidad, que lo logre, por el bien de todos los argentinos.