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El expresidente, líder del Pro e impulsor de la alianza Juntos por el Cambio, Mauricio Macri, declinó a la candidatura presidencial en las próximas elecciones y el revuelo se desparramó por doquier.

Por Natalia Aguiar

Una vez conocida la noticia publicada en redes de Macri, los mensajes de sus adeptos no tardaron en llegar: “Formaste y consolidaste Juntos por el Cambio. Aunque no seas candidato, la Argentina que viene contará con tu enorme aporte. Como decís, somos equipo, y todos los roles son fundamentales para sacar el país adelante. Tu mensaje es ejemplo de responsabilidad, liderazgo y libertad. Gracias siempre”, escribió Waldo Wolff. “Sabias palabras del ex presidente Macri, excelente mensaje. Me quedo con estos puntos: los argentinos no deben buscar líderes mesiánicos; Juntos por el Cambio ha demostrado unidad y fortaleza; al populismo que nos pisotea hay que decirle nunca más”, detalló el diputado nacional Mario Negri. En tanto, la titular del PRO, Patricia Bullrich, también se expresó inmediatamente en las redes sociales: “La histórica decisión de Mauricio Macri confirma su grandeza y generosidad. Aún pudiendo volver a ser presidente, ha priorizado los intereses de nuestro país antes que los propios, como muy pocos dirigentes lo han hecho en la historia argentina”, escribió la dirigente. “Esto ratifica y fortalece mi candidatura”, sostuvo en diálogo con Radio Rivadavia, la ex ministra de Seguridad.

Con el panorama despejado que deja la decisión de Macri, Bullrich se enfrentará a Rodríguez Larreta, como los principales contrincantes dentro de la coalición opositora, de cara a las próximas PASO. “Nunca pensé en una competencia distinta a que no sea una competencia sana. Yo voy a debatir con Larreta distintos temas, distintas formas de pensar como se encara la conducción del país. Pero no voy a hacer juego sucio nunca”, expresó la titular del PRO.

Parece que la decisión de Macri trajo paz y armonía al Pro, donde todos hasta hace días atrás, se tiraban con bombas molotov.
Quizás las palabras de Mauricio y el casamiento de María Eugenia Vidal con el periodista Quique Sacco hayan brindado el manto de piedad que se necesitaba en el frente amarillo.

Así, las chances para Horacio Rodríguez Larreta se agigantan y lo dejó expresado en redes: “Deja en claro su enorme visión, su generosidad, valentía”, detalló como agradeciendo esta bendición caída del cielo. Sin embargo, continuó su relato y agradeció las experiencias vividas a su lado: “me da mucho orgullo haber caminado con él estos más de 20 años y tengo la convicción de que vamos a seguir construyendo juntos el futuro de la Argentina”, sostuvo el actual Jefe de Gobierno Porteño y aspirante a presidente de la Nación por la oposición. En plena luna de miel, porque se casó el pasado sábado por la noche, la ex gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, respaldó la decisión de Mauricio quien bailoteó en la fiesta: “No puedo estar más orgullosa de hacer equipo con líderes que dejan de lado la especulación y siempre ponen a los argentinos primero”, escribió la dirigente del PRO y candidata a presidente de Juntos por el Cambio. “Gracias Mauricio Macri por enseñarnos cuál es el camino y por demostrar que somos millones los que sabemos que sí se puede cambiar nuestro país”. Todos felices, comiendo perdices en Juntos por el Cambio.

Mientras tanto, Elisa Carrió quizás se ponga al frente de su campaña electoral como presidenta de los argentinos o se sume al equipo de Rodríguez Larreta. Ya se verá.

 

Sin condena para Cristina

En tanto, Cristina Kirchner deberá bajarse del discurso de la proscripción legal porque la Cámara de Casación decidió estudiar el caso por supuestas maniobras corruptas en Vialidad, y postergar la resolución final para el próximo año. Luego deberá intervenir la Corte Suprema en la definición de la situación legal de Cristina que, en primera instancia y segunda, la condenaron a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua a ejercer cargos públicos por supuesta corrupción en la obra pública. La cuestión es que el Gobierno de Alberto Fernández o de Cristina Fernández, según de qué lado se lea, está en su fase final y en su peor momento. No se avizoran posibilidades de que la Economía argentina arranque y levante vuelo. Sólo se emiten más y más billetes falsos, ante la falta de respaldo genuino del Banco Central.

El clamor del retorno de Cristina se desvanece y las posibilidades del ministro de Economía, Sergio Massa, se esfuman como niebla ante el calor de los mercados.

El oficialismo no se presenta unido, el peronismo federal acosa, los gobernadores peronistas se muestran nerviosos, no hay candidatura firme y convocante, a excepción de la de Cristina, quien a su vez teme salir en tercer lugar tras Juntos por el Cambio y Javier Milei. Una desgracia construida por ellos mismos. La actual gran preocupación es evitar el tercer puesto del podio. Sería el final de carrera política de Cristina y de Alberto. No encuentran la salida, están cada vez más enterrados, la moneda argentina no vale nada y una brecha mayor entre el dólar oficial y el blue, llevaría a tomar la decisión, que por ahora evita Massa, la devaluación. Esta situación llevaría la inflación aún más alta, y la vida de los argentinos sería indescriptible de imposible, por el alza de precios. Una verdadera catástrofe.

Los precios de los productos, medicamentos, alimentos, insumos, son cada vez menos certeros, lo que preocupa a Massa sobremanera, porque el dólar sube y sube ante un Estado con déficit supremo. La incesante inflación podría llevar a la recesión de la economía, lo que ya genera extrema preocupación en la ciudadanía, porque significaría menores salarios, cero aumentos en los sueldos y pérdida de fuentes laborales. La quietud de la economía argentina, sería una muerte lenta y anunciada. La situación es la de una balsa a la deriva en pleno maremoto y sin salvavidas. Un triste final no sólo para el oficialismo, sino para los argentinos y la oposición.

Habrá que analizar las razones por las que Macri se baja, quizás su experiencia le haga analizar que no será fácil asumir el timón de esta balsa a la deriva sin posibilidades ciertas. Será un trabajo de varios años por lo que un solo periodo de Gobierno no alcanza. Los traspiés y equivocaciones en la gestión de Alberto Fernández no cesan y Cristina lo sabe, es parte, pero pretende evadirse. No se sabe a ciencia cierta quien es realmente el que lleva el mando de este Gobierno débil, fracturado, desesperanzado y preocupado. Será muy pero muy difícil dar vuelta este destino. Quizás Mauricio lo está esquivando y en vez del jefe de un equipo, sea un cobarde. Lo mismo para Cristina. Mucho ruido y pocas nueces. Los cambios se generan desde adentro, con trabajo, y propuestas genuinas. Será muy, pero muy difícil la tarea de administrar una economía arrasada por la incapacidad, la indiferencia ante el otro, la falta de estrategias, la devaluación latente, la millonaria deuda ante el FMI, la ausencia de posibilidades ciertas para los más jóvenes, el manoteo a los fondos jubilatorios, asumir el mando de una balsa sin timón.

Será para valientes y dependerá de los votantes.