La inflación de Estados Unidos registró un 9,1% interanual en junio, alcanzando el índice más alto de los últimos 40 años, impulsada principalmente por el precio de los alimentos, la energía y los combustibles.
Según los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales de ese país, la suba de los precios minoristas en junio fue del 1,3%.
En alimentos los precios aumentaron en un año el 10,4 %, la mayor alza desde febrero de 1981, de acuerdo con la información difundida por el Gobierno de los Estados Unidos.
La elevada inflación que afecta a la economía norteamericana provocó que la Reserva Federal (FED) dispusiera sucesivos aumentos de la tasa de interés, en busca de contener la escalada de los precios. El organismo defendió esa postura aún cuando su política monetaria pueda afectar a la actividad económica y generar más desempleo.