Concluyó formalmente la intervención, que había sido dispuesta en diciembre del año pasado. A partir de ahora, el mercado quedará en manos de la Unidad de Administración de Mercados Municipales, un ente descentralizado con autonomía administrativa, financiera y operativa.
“Somos una gestión de diálogo, de generar consensos. Habiendo atravesado una etapa de crisis donde se logró reconstruir administrativamente muchos de los datos, ahora lo que tenemos que hacer es ordenarlos y darles fortaleza técnico-jurídica”, afirmó Figallo.
La titular de la UAMM subrayó la necesidad de brindar seguridad jurídica a los permisionarios, mejorar la infraestructura y asegurar el cumplimiento de normas sanitarias y de seguridad.
Entre las funciones específicas del nuevo ente descentralizado se encuentran: Otorgar, renovar o revocar permisos y concesiones. Fiscalizar el cumplimiento de las normativas. Emitir reglamentos y establecer zonificaciones. Administrar los recursos del sistema de mercados. Planificar y ejecutar mejoras edilicias.
Destacó además la participación del Consejo Consultivo, que acompañará la toma de decisiones. Estará compuesto por concejales, representantes del Ejecutivo municipal y delegados de los puesteros.
“La UAMM va a llevar adelante todo lo que es la gestión y administración, pero siempre con el apoyo y la consulta del consejo consultivo”, remarcó.
En cuanto a la transición, aseguró que habrá puentes administrativos y contables que garanticen continuidad: “No es que se acabe una cosa y saltamos a la nada. Vamos a tener puentes para garantizar a los puesteros”.
El interventor saliente, Emilio Gutiérrez, presentó un balance positivo de la etapa que culmina. Entre los avances más relevantes, destacó la recuperación edilicia, la mejora en las condiciones sanitarias, el ordenamiento administrativo y la digitalización de los registros.
“Desde el primer día nos pusimos a trabajar para devolverle la luz y la seguridad a los puesteros para que no pierdan días de trabajo. Avanzamos en la bancarización de los pagos y en un censo que permitió contar con un registro actualizado y digitalizado”, explicó.
La intervención también incluyó obras en las zonas afectadas por el incendio ocurrido en años anteriores, lo que permitió normalizar gran parte de la actividad comercial.