05 21 club20Por Mariano Arancibia

Fue el 21 de mayo de 1969 cuando un grupo de jóvenes atacaron un símbolo del poder de la elite provincial.

Desde 1858, es un emblema de la oligarquía. Fundado por terratenientes, exmilitares y miembros de las familias autoproclamadas fundantes de este terruño, fue concebido como un “centro de recreo y reproducción” para la autoproclamada “culta sociedad salteña”.

Extremadamente cerrado, para algunos esotérico y oscuro, su nombre no fue elegido al azar: el 20 de febrero remite a la batalla homónima, y con ella, a la idea de linaje patriótico, honor familiar y poder heredado.

En sus salones se discutió la rosca real desde mediados del siglo XIX y fue un lugar pacificador entre las familias enfrentadas por tierras y negocios. Innumerables alianzas económicas fueron selladas entre sus paredes. Su historia corre en paralelo a la historia del poder salteño.

 

Jornada inusual

Pero el 21 de mayo de 1969, ese bastión fue sacudido por una escena inédita: un grupo de jóvenes radicalizados irrumpieron en la tradicional sede de la élite salteña. Fue un miércoles de gran agitación política, con movilizaciones desde la mañana. La noche cerró con el club 20 en llamas. El gobernador a cargo era el Ingeniero Hugo Alberto Rovaletti.

“La irrupción de los mismos se produjo a las 21,05 momentos en que comenzaban a llegar a una reunión los invitados a la apertura del congreso de Psicología en dicha entidad”, informó El Intransigente en su edición del jueves 22 de mayo de 1969.

En tanto, el mismo día, diario Norte publicó: “un tenso clima se vivió durante casi toda la jornada de ayer a raíz de los disturbios provocados por grupos estudiantiles”. Y agregó sobre la jornada: “A las siete de la mañana, dos bombas ‘Molotov’ estallaron cerca de las oficinas del Colegio Nacional”.

En el colegio Nacional, en la Normal y en el Instituto Secundario General Güemes, la situación fue alborotada entre los estudiantes. Pese a la negativa de los directivos, salieron de los establecimientos y marcharon a la plaza 9 de Julio. “Ubicados frente a la casa de gobierno, gritaron toda clase de estribillos contra el gobierno local”, relató el mencionado medio.

 

Violencia en el Paseo Güemes

Por su parte, El Intransigente en su crónica describió: “el grueso de los estudiantes llegó a las inmediaciones del club, bifurcándose desde Virrey Toledo por Benjamín Zorrilla y Paseo Güemes. La mayor parte de los manifestantes luego de violentar las puertas de acceso que dan sobre el pasaje Del Milagro a la entidad, un número de casi 70, penetraron a las instalaciones y el salón donde se realizaría la recepción, sembrando pánico y confusión, aprovechando esa circunstancia rompieron muebles, vajillas y cristalería, ante la impotencia del personal de servicio que pugbnaba por frenar la acometida”.

Por su parte el Club 20 en un comunicado señaló: “en vista de los sucesivos atentados de que está siendo víctima la entidad, se ha dispuesto que los socios estén preparados para repeler con energía cualquier nuevo intento de agresión”.