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El oficialismo consiguió el número necesario para aprobar la iniciativa en general, con 46 afirmativos, 25 negativos y una abstención. En la votación particular también avanzaron con todos los capítulos, incluidos los que contemplan recortes en salud y educación.

En la primera sesión del Senado con su nueva composición, y tras una jornada cargada de frenéticas negociaciones, el oficialismo logró convertir en ley el Presupuesto 2026, el primero que Javier Milei consigue avalar en sus dos años de gestión.

Para eso, el Gobierno debió aceptar que el texto se votara tal cual llegó de Diputados: sin el capítulo XI, que incluía las derogaciones de las leyes de Emergencia en Discapacidad y Financiamiento Universitario.

Así, el proyecto obtuvo 46 votos a favor, 25 en contra y 1 abstención de la cordobesa Alejandra Vigo de Provincias Unidas.

El oficialismo -que tiene 21 senadores propios junto a su aliado Luis Juez- tuvo acompañamiento de los bloques de la UCR, del PRO y el grueso de las bancadas federales. El peronismo, por su parte, se partió: Guillermo Andrada (Catamarca), Carolina Moisés (Jujuy) y Sandra Mendoza (Tucumán), que integran el bloque Convicción Federal, votaron a favor tanto en general como en el capítulo segundo que era el más polémico.

Dentro de ese título la discusión giró en torno al artículo 30, por el cual se derogan artículos de las leyes de Financiamiento Educativo, de Educación Nacional, de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y de Educación Técnico Profesional.

A pesar de que fue el eje de las negociaciones a contrarreloj, consiguió aprobarse por más de lo esperado: 42 a favor, 28 en contra y 2 abstenciones de Vigo y la neuquina Julieta Corroza, que responde al mandatario Rolando Figueroa.

Para forzar avales y evitar modificaciones al texto los libertarios volvieron a imponer la votación por capítulos y no por artículos, como quería la oposición.

 

Milei festejó

El presidente Javier Milei celebró la aprobación que le dio el Senado de la Nación a su proyecto de Presupuesto nacional para 2026, con una foto que mostraba el panel de votación con los 46 apoyos a su iniciativa, y lo rubricó con su emblemático slogan de "Viva la libertad carajo".

La aprobación del Senado, que convirtió en ley al proyecto que había llegado desde la Cámara de Diputados, fue interpretado en la Casa Rosada como el primer logro de esta nueva etapa de la gestión merced a la nueva composición del Congreso Nacional tras las elecciones legislativas de octubre, que además de mostrar un bloque de veinte senadores propios marcó las grietas internas del sector peronista.

Bullrich, la ex ministra de Seguridad Nacional acotó en sus redes sociales que "Argentina tiene Presupuesto 2026. Lo aprobamos en su totalidad con equilibrio fiscal, orden y crecimiento".

Y, resaltó que se trata de "el primer presupuesto con déficit cero de la historia argentina". "Es un presupuesto con equilibrio que les permitirá a las familias seguir bajando la inflación. Es un gran presupuesto. Este gobierno reforma, reforma y reforma todo el tiempo", añadió.

 

Royón a favor

Durante el tratamiento del Presupuesto 2026 en el Senado de la Nación, la senadora por Salta, Flavia Royon adelantó su acompañamiento “con responsabilidad institucional” y advirtió: “no es un cheque en blanco, no lo hago por complacencia ni por conveniencia política. Lo hago porque la ausencia de Presupuesto es la negación misma del federalismo, una barrera directa al desarrollo del interior del país y al bienestar social de millones de argentinos”.

“Soy plenamente consciente que la ausencia de esta ley es mucho peor que tener una ley imperfecta. Lejos está de ser la ley que aspiro, lejos está de ser un presupuesto que nos hable de una política industrial, del desarrollo de las economías regionales, de potenciar nuestra infraestructura”, expresó la legisladora.

Flavia Royon dijo que “En estos años, Salta ha hecho su parte. Tiene equilibrio fiscal desde hace seis años, sigue apostando a la obra pública y al desarrollo productivo, aun en un contexto extremadamente adverso. Para Salta, este debate no es ideológico: es existencial”.