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El gobernador Gustavo Sáenz expresó su preocupación por la posibilidad de que Argentina vuelva a cerrar el año sin una ley de Presupuesto. Dijo que si el texto del proyecto que obtuvo media sanción se mantiene tal como fue aprobado, “puede convertirse en un grave problema” y profundizar la falta de previsibilidad que atraviesa el país.

Consideró que existe una fragmentación política y en la dificultad para construir consensos básicos en el Congreso. “Ya llevamos dos años sin Presupuesto. Es una ley fundamental, no solo para los argentinos, sino también para quienes gobernamos”, remarcó el mandatario salteño.

 Y agregó: “Necesitamos saber con qué recursos contamos y cuáles son los gastos. Sin eso, es muy difícil planificar”.

Resaltó que la falta de reglas claras genera incertidumbre en todos los niveles. “Cuando no hay acuerdos, cuando no hay orden, lo que se resiente es la confianza”, señaló.

En ese sentido, sostuvo que el clima de confrontación política termina trabando soluciones. “La polarización no ayuda. Al contrario, complica cada vez más la posibilidad de ponernos de acuerdo en lo básico”, afirmó.

El gobernador fue especialmente crítico con la forma en que se trató el Presupuesto en la Cámara baja. “La votación por capítulos permitió rechazar un apartado completo y eso dejó afuera cuestiones importantes” entre ellas, mencionó “la actualización de la Asignación Universal por Hijo y los subsidios al gas en zonas frías”.

Y advirtió: “No estamos hablando de números abstractos. Son decisiones que tienen un impacto directo en la gente”.

Sáenz cuestionó también el modo en que se incorporaron temas sensibles al debate. “No fue una sesión prolija. Meter de golpe leyes muy importantes, derogarlas o intentar hacerlo sin discusión suficiente genera confusión y termina perjudicando a los sectores más vulnerables”, afirmó.

Si bien respaldó la necesidad de sostener el equilibrio fiscal, Sáenz marcó límites claros. “Con el equilibrio fiscal y el déficit cero no se come, no se cura, no se genera trabajo ni se resuelve la inseguridad”, sostuvo.

“Está bien defender el equilibrio y celebrar que baje la inflación, pero no puede ser el único objetivo. Hay que buscar equilibrios”, insistió.

En ese marco, mencionó la situación de las universidades y de las personas con discapacidad, dos áreas que —según advirtió— quedan atrapadas en la tensión entre el ajuste y la falta de financiamiento. “Aprobar una ley que después no se cumple tampoco beneficia a nadie”, señaló.

Sáenz también cuestionó el incumplimiento de leyes vigentes, como el destino del impuesto a los combustibles. “Es una ley que se paga todos los días, pero las rutas no se arreglan ni se conservan. Eso tampoco se explica”, dijo.

Por último, el gobernador alertó sobre el impacto institucional de la falta de acuerdos. “Si los argentinos no confían en sus propias instituciones, es muy difícil pretender que desde afuera nos vean como un país confiable para invertir”, advirtió.

 “El diálogo y el término medio son la única forma de encontrar soluciones reales”, concluyó. “Para las universidades, para las personas con discapacidad y para millones de argentinos que hoy están esperando respuestas concretas”, finalizó.