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Los días 3 y 4 de diciembre, Cafayate, la localidad emblema de la vitivinicultura de altura en Argentina, será escenario de un evento clave para el sector: las jornadas “La génesis del vino”, organizadas por Bodegas de Salta.

El encuentro se desarrollará en el Centro de Convenciones de Cafayate y reunirá a productores, bodegueros, enólogos, agrónomos, técnicos, representantes institucionales y proveedores de todo el país, con el objetivo de fortalecer la cadena de valor vitivinícola desde sus cimientos.

La propuesta busca consolidarse como un espacio de referencia para el intercambio de conocimientos, el impulso a la innovación y la generación de oportunidades comerciales en el sector. Participarán bodegas de toda la región del Noroeste Argentino (NOA), incluyendo representantes de Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca y La Rioja, provincias que comparten una identidad vitivinícola marcada por la altitud, el clima seco y la riqueza cultural de sus territorios.

Cafayate, con sus viñedos ubicados entre los 1.600 y 3.000 metros sobre el nivel del mar, es reconocida internacionalmente por la calidad de sus vinos, en especial por su emblemático Torrontés, variedad blanca que ha sabido posicionarse como insignia de la región. En este contexto, la elección de la sede no es casual: se trata de un territorio donde la vitivinicultura no solo es una actividad económica, sino también una expresión cultural y turística de gran valor.

Según explicó Alejandro Martorell, presidente de Bodegas de Salta, el evento tiene como propósito “fortalecer los primeros eslabones de la cadena productiva, desde el viñedo hasta la bodega, promoviendo el desarrollo regional y la articulación entre actores públicos y privados”. Además, destacó que todas las actividades serán libres y gratuitas para los participantes del sector, lo que permitirá una amplia convocatoria y un acceso democrático al conocimiento y las oportunidades.

Durante las dos jornadas se desarrollarán charlas técnicas, paneles de debate, rondas de negocios, presentaciones de productos y tecnologías aplicadas al cultivo y la elaboración del vino. También habrá espacios dedicados a la sustentabilidad, la innovación enológica, el enoturismo y la comercialización nacional e internacional. La presencia de empresas proveedoras de insumos y tecnología será clave para acercar soluciones concretas a los desafíos que enfrenta la vitivinicultura de altura.

Uno de los temas que seguramente estará presente en las conversaciones del evento es la reciente decisión del Gobierno nacional de derogar 973 normativas del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), en el marco de una política de desburocratización del sector. Martorell celebró la medida, al considerar que “muchas de esas regulaciones representaban una pérdida de tiempo y un costo innecesario para los productores, además de un gasto para el Estado”.

La resolución establece que el INV dejará de intervenir en las etapas iniciales e intermedias del proceso productivo —como la producción en el viñedo, la cosecha, la elaboración o el transporte— para concentrarse exclusivamente en el control de los productos finales embotellados. El objetivo es garantizar que los vinos sean aptos para el consumo y no estén adulterados, sin interferir en la dinámica productiva de las bodegas.