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Los bloques opositores forzaron la firma del dictamen de la "ley de leyes", pero si no hay sesión antes del 10 de diciembre, su tratamiento vuelve a foja cero. Así, el oficialismo tiene chances de sancionar su versión o, incluso, evadir su sanción, tal cual hizo en el primer tramo de su mandato.

Tiempo de descuento para la oposición. Si los diputados aspiran a tratar en el recinto los dictámenes del Presupuesto 2026 que firmaron el martes, tienen tiempo hasta el 9 de diciembre. Al día siguiente, con el recambio parlamentario, los despachos pierden vigencia. A partir del 10, vuelve todo a foja cero. Es decir, el gobierno de Javier Milei podrá volver a debatir el tema -con una Cámara más ventajosa- o bien -como sospechan algunos legisladores- patear el tema y hasta evitar, una vez más, tener que gobernar con la “ley de leyes” sancionada.

El pasado martes, la oposición se anotó un triunfo a medias. No logró alinearse detrás de un único dictamen pero, al menos, forzó al oficialismo a tener que concretar el trámite. Las intenciones del gobierno de La Libertad Avanza era patear el debate del Presupuesto 2026 para después del 10 de diciembre, cuando contarán con mayor músculo propio en el Congreso. Pero la oposición, previendo que LLA apelara una vez más a maniobras dilatorias, emplazó a la comisión de Presupuesto y Hacienda a despachar el tema. Y así fue.

En esa instancia, La Libertad Avanza, junto con sus aliados de la UCR, Innovación Federal y el PRO, se alzó con el dictamen de mayoría. Fue luego de que “Bertie” Benegas Lynch debiera desempatar. Es que, el oficialismo, había reunido igual número de firmas que Unión por la Patria. La bancada que conduce Germán Martínez, en tanto, había ido por un dictamen de rechazo. Lo propio hizo la Izquierda, pero en un tercer dictamen.

El cuarto fue el que rubricaron los diputados de Encuentro Federal, Democracia para Siempre y el MID. Esta versión, es una especie de “copy-paste” del proyecto de Milei, con algunas partidas presupuestarias extra para Ciencia y Técnica, Educación Superior, la Ley de Bosques. Pero que, además, incluye las tres leyes insistidas por el Congreso, que el Ejecutivo cumple a medias: la Ley del Garrahan, la Emergencia en Discapacidad y la Ley de Financiamiento.

¿Qué implica esta diseminación de firmas en cuatro dictámenes? Que, de por sí, ninguno de ellos tiene los votos en el recinto. Y, al mismo tiempo, que la oposición no logró alinearse detrás de un único texto, sino que se dividió para concretar la jugada que ellos mismos impulsaron. Aunque, es cierto, cada bancada “le habló a su público” y tiene intereses distintos.

Por caso, Encuentro Federal representa a los gobernadores de Córdoba, Entre Ríos y Chubut. Los gobernadores están interesados en que haya un presupuesto, no ven con tan malos ojos el texto de Milei aunque, claro, quieren introducirle beneficios para sus distritos. No así UxP y el FIT que juegan a hacer de oposición dura, sobre todo luego de las elecciones del 26 de octubre.