Mariano Arancibia
Así lo dijo Claudio Del Plá, candidato a senador nacional por el Frente de Izquierda, en una entrevista con Punto Uno donde destacó que apoyarlos es “darle autoridad política a quienes desde el primer minuto nos plantamos contra este gobierno”.
¿Por qué se presentan como Frente de Izquierda y no como PO?
No venimos a jugar el mismo juego del peronismo, del radicalismo ni de los partidos tradicionales: nos unimos las principales fuerzas de la izquierda para presentar una alternativa de independencia política. Eso es lo esencial: ofrecer una salida que defienda a los trabajadores frente al ajuste y la entrega nacional.
¿Y qué los diferencia de otros grupos? Por ejemplo, Política Obrera…
Fundamentalmente que ellos no tienen ninguna preocupación real por incidir en el proceso político argentino. Ellos han rechazado históricamente la idea del frente y, en la práctica, parecen más un aparato de propaganda que una fuerza dispuesta a disputar posiciones en la política real. Nosotros discutimos internamente nuestras polémicas, pero aun con esas diferencias, creemos que el frente juega un papel progresivo y necesario, sobre todo ahora con el ajuste que están aplicando.
En que marco analizan que se dan los comicios…
Estamos frente al fracaso completo del gobierno de Milei: un gobierno que con sus políticas y con la complicidad del peronismo, del radicalismo y del PRO, ha aplicado un ajuste que golpea durísimo a la mayoría trabajadora. Por eso, un crecimiento del Frente de Izquierda no es sólo simbólico: es una herramienta para prepararnos mejor para lo que viene. Para enfrentar ese ajuste en la calle y en las cámaras.
Muchos plantean que el 26 de octubre es un plebiscito: o estás con el gobierno o contra él. ¿Coincidís con ese marco?
No. Eso es una puesta en escena: el 26 de octubre es una elección parlamentaria, no un plebiscito presidencial. El gobierno y su aparato tratan de convertirla en un chantaje: “si no me votás a mí, vuelven los otros”. Milei hace eso, y ahora hay hasta intervenciones de EEUU—dicen que si no lo votás a Milei no hay salvataje—buscan asustar a la gente para mantener el ajuste. Hay que rechazar ese chantaje. El problema real es el ajuste que proponen: un rescate del capital que arrasa con el salario y los derechos.
Al parecer tienen controlada la situación porque todavía no hay movilizaciones continuas…
No es tan así les preocupa una reacción popular ante la crisis. Por eso intentan armar eventualmente un gobierno de coalición: para evitar un estallido social o para tener una estructura que imponga el ajuste. Los gobernadores del radicalismo y los del PRO ya han demostrado que están dispuestos a bancar ese ajuste. No es que algunos de los partidos que se presentan vayan a frenar esto; la experiencia demuestra lo contrario, se van a integrar.
¿Y en ese escenario, cual es la utilidad de votar al Frente de Izquierda, algunos lo ven como un voto inútil?
El voto al Frente de Izquierda es el voto más útil para los trabajadores. ¿Por qué? Porque nos prepara para enfrentar el ajuste no sólo desde la calle sino con bancadas en el congreso. No se trata de un voto testimonial: darle representación a la izquierda es darle autoridad política a quienes desde el primer minuto nos plantamos contra este gobierno. Esa autoridad sirve para impulsar luchas, coordinar movilizaciones y frenar las medidas antipopulares que quieren imponer.
¿El voto a la izquierda fragmenta la oposición a ayuda al sistema?
No vamos a ofrecerle al pueblo “salvadores” que después aplican el ajuste. Quien quiera frenar el ajuste tiene que apostar por quienes vienen denunciándolo y combatiéndolo desde el principio, no por aquellos que coquetean con el ajuste y luego se presentan como solución. Es necesario tener independencia política como lo demuestran los partidos del FIT.
Se habla de abstención: ¿hay riesgo de que mucha gente que votó a Milay se abstenga ahora?
Es lógico que haya sectores que votaron a Milei ahora piensen en abstenerse. Pero lo que vemos también es lo contrario: en el sector que claramente se opone al gobierno hay una creciente voluntad de lucha. Ese sector tiende a acercarse a lo que plantea la izquierda: no solo votar, sino organizarse y luchar por una salida en términos de los trabajadores. Nosotros planteamos desde hace más de un año la consigna Fuera Milei y creemos que sigue siendo el norte de nuestra pelea.
¿Entonces cuál será el rol del FIT si logra representación parlamentaria?
Seremos una voz activa contra el ajuste, impulsando iniciativas en defensa del salario, la salud, la educación y las jubilaciones. Además, nuestra presencia parlamentaria fortalecerá las luchas: no creemos en separar la lucha legislativa de la lucha en las fábricas, los barrios y los lugares de estudio.
¿Cuál es la conclusión final que querés dejar para la gente que está dudando su voto?
Que no caigan en el chantaje. Votar al Frente de Izquierda es votar por una salida de la crisis que ponga a la clase trabajadora en el centro, que defienda sus derechos. No es un voto de desesperanza: es un voto de organización. Si queremos derrotar al ajuste, necesitamos fuerza en la calle y en el parlamento.