Gustavo Sáenz y Raúl Jalil de Catamarca firmaron en San Juan una serie de acuerdos para avanzar en el desarrollo del proyecto Diablillos – Plata. Se trata de cuatro protocolos que apuntan a establecer reglas de trabajo conjunto en una zona de frontera entre ambas provincias.
Los documentos complementan un acuerdo marco ya existente, y abarcan aspectos técnicos, ambientales, tributarios y de distribución de regalías. El objetivo es facilitar la gestión de un yacimiento compartido, ordenando las competencias entre jurisdicciones y generando un esquema de cooperación estable que evite superposiciones, conflictos o vacíos legales.
Diablillos – Plata se ubica en una región limítrofe entre Salta y Catamarca, un tipo de ubicación que suele presentar desafíos administrativos y operativos. Para evitar esos problemas, los gobiernos decidieron trabajar desde el inicio de manera coordinada.
En esa línea, la experiencia del proyecto “Sal de Oro”, también en zona de frontera y operado por la empresa POSCO en el Salar del Hombre Muerto, sirvió como antecedente. Ese caso marcó un precedente de colaboración entre provincias, que ahora se busca replicar y profundizar con estos nuevos protocolos.
Comité
Uno de los puntos centrales de los acuerdos es la creación de un Comité de Gestión Interprovincial. Este espacio estará integrado por equipos técnicos de ambas provincias y tendrá carácter permanente. Se ocupará del seguimiento del proyecto, control ambiental, articulación de trámites y fiscalización minera.
Para eso se organizarán subcomisiones específicas, como por ejemplo para el análisis de los informes de impacto ambiental, la coordinación administrativa y el control operativo en terreno.
Esta estructura busca evitar que las decisiones sobre el proyecto queden aisladas en una sola provincia o dependencia, y que, en cambio, haya una mesa técnica conjunta que supervise y resuelva lo que se presente.
Regalías
Uno de los aspectos que más discusiones suele generar en proyectos compartidos es el reparto de las regalías. En este caso, Salta y Catamarca acordaron un esquema de distribución del 50% para cada una.
El cálculo se hará en base a declaraciones juradas, controles técnicos y dispositivos de medición instalados en planta. Para garantizar la transparencia, se creará una Subcomisión Interprovincial de Regalías Mineras que controlará el proceso y verificará que los recursos generados se asignen según lo pactado.
Esto no solo apunta a ordenar la parte económica, sino también a dar certezas a las empresas que inviertan en el proyecto, al saber con anticipación cómo será el esquema tributario y de aportes.
Reglas tributaria
Además del tema de regalías, se firmaron acuerdos para establecer criterios comunes en materia impositiva, en particular sobre el Impuesto a los Ingresos Brutos y el Impuesto de Sellos. Las provincias se comprometieron a aplicar principios de proporcionalidad y coordinación, en el marco del Convenio Multilateral que rige para la actividad económica en distintas jurisdicciones.
Para seguir este tema se creará una Subcomisión Impositiva Interprovincial, que tendrá entre sus funciones resolver conflictos o superposiciones que puedan surgir.
Tanto el acuerdo marco como los cuatro protocolos firmados serán elevados a las legislaturas de Salta y Catamarca para su análisis y validación. Ese paso es necesario para que los documentos adquieran fuerza legal completa en ambas provincias.
Durante la firma de los protocolos, junto al gobernador Sáenz estuvieron presentes el ministro de Producción y Desarrollo Sustentable de Salta, Martín de los Ríos, y otros funcionarios de ambos gobiernos.
Un modelo
El proyecto Diablillos – Plata aún se encuentra en etapa de desarrollo, pero los acuerdos firmados dejan en claro que las provincias están interesadas en avanzar con reglas claras y mecanismos compartidos de gestión.
La minería en zonas de frontera suele presentar dificultades de coordinación, y este tipo de convenios busca anticiparse a esos problemas. Si el modelo funciona, podría aplicarse en otros casos similares en la región del NOA, donde las fronteras provinciales a veces no coinciden con los límites de los recursos naturales.