El Paraje El Sunchal, ubicado en la pintoresca localidad de Chicoana, es un rincón lleno de historia, tradición y riqueza natural.
Este lugar no solo destaca por su belleza paisajística, sino también por las costumbres y actividades que han definido la vida de sus habitantes a lo largo de los años. Las tradiciones agrícolas, la devoción religiosa y la conexión con la naturaleza hacen de este lugar un destino único para locales y visitantes.
Una de las actividades que ha marcado profundamente la identidad de El Sunchal es la cosecha de diversos productos agrícolas. Duraznos, peras, choclo capia, habas, poroto pallares, nueces y otros cultivos forman parte de la base económica y cultural de la región. Durante décadas, cada familia se dedicó al trabajo agrícola, llevando sus productos al mercado de maneras que hoy se ven como una postal de otro tiempo: cargando cajones sobre caballos o mulas, atravesando grandes distancias para llevar el fruto de su esfuerzo a los pueblos cercanos. Este arduo trabajo no solo representaba la subsistencia de los hogares, sino también un ejemplo de la tenacidad y dedicación de la comunidad.
Con el paso del tiempo, y para facilitar la comercialización de estos productos, se empezaron a realizar ferias en el paraje. Una de las más conocidas es la Feria “El Sunchal”, donde productores locales de Agua Negra, San Fernando de Escoipe, La Yesera, El Rodeo, La Zanja, El Maray, San Martín, Potrero de Díaz y el propio El Sunchal se reúnen para ofrecer sus cosechas. Este evento no solo es un espacio de comercio, sino también un lugar donde se mantienen vivas las tradiciones, reflejando las labores artesanales y la cultura que aún perviven en la región. La feria también brinda a los visitantes la oportunidad de conectarse con el trabajo de los agricultores y disfrutar de productos frescos y auténticos.
Un paraje con espiritualidad y devoción
Otro aspecto destacado es su profunda espiritualidad, centrada en su histórica capilla, un lugar que simboliza la fe de sus habitantes. Para llegar a la capilla, es necesario cruzar el río, una experiencia que añade un toque único al recorrido y que conecta a los visitantes con el entorno natural. En este lugar sagrado, se honra a la Virgen del Perpetuo Socorro y a San Cayetano, figuras de gran devoción en la comunidad.
La capilla es también el punto de partida para una actividad muy significativa durante la Pascua: el viacrucis. Este camino espiritual está señalado con pequeñas cruces ubicadas al pie del cerro, que guían a los fieles hasta la cruz mayor, situada junto a la capilla. Durante este trayecto, los habitantes reflexionan y renuevan su fe, en una tradición que combina lo espiritual con la experiencia de caminar por un entorno natural que inspira paz y recogimiento.
Belleza natural
El Sunchal se distingue por sus impresionantes paisajes, ideales para aquellos que buscan disfrutar del aire libre y la tranquilidad de la naturaleza. Los espacios verdes que rodean al paraje ofrecen un respiro del ritmo agitado de las ciudades, convirtiéndose en un lugar perfecto para conectarse con el entorno. Uno de los atractivos más populares es la gran cascada de El Sunchal, un lugar que atrae tanto a locales como a turistas por su belleza y serenidad. La cascada, en medio de un paisaje verde y montañoso, es ideal para disfrutar de un día al aire libre, explorar senderos y capturar fotografías que reflejen la magnificencia del lugar.
El turismo no solo se centra en los paisajes, sino también en la experiencia cultural que ofrece el paraje. Los visitantes tienen la oportunidad de conocer las tradiciones, aprender sobre las prácticas agrícolas locales y sumergirse en la atmósfera de un lugar que conserva con orgullo su identidad.
Uno de los aspectos más valiosos de El Sunchal es su capacidad para preservar tradiciones que han pasado de generación en generación. La feria, las prácticas religiosas y las actividades agrícolas son testimonio de un legado cultural que sigue siendo relevante en la vida moderna. A través de estas tradiciones, los habitantes encuentran formas de mantener viva su historia y compartirla con quienes llegan al lugar.
La realización de eventos como la Feria “El Sunchal” no solo fomenta la economía local, sino que también refuerza el sentido de comunidad, al reunir a productores y visitantes en un espacio de intercambio y celebración. Además, estos eventos son una plataforma para que los más jóvenes aprendan sobre las tradiciones, asegurando que sigan siendo una parte esencial de la identidad del paraje.