Gobierno de Salta
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El Senado de la Nación, después de cuatro meses, tuvo la primera ocasión de sesionar. No lo hizo, por falta de quorum.

Por Pablo Borla

Los bloques opositores de Juntos por el Cambio y de Unidad Federal se retiraron de la sesión del 30 de marzo, acordada con el oficialismo, y que terminó en la nada por temas de reglamento: para evitar discutir los proyectos que el bloque oficialista impulsó a último momento, los bloques opositores quisieron cambiar el orden del temario y pusieron los propios en primer término. De esa manera, los propuestos por la presidencia del del Senado, quedaban para la siguiente sesión.

No hubo acuerdo, no hubo sesión.

Anécdotas de la vida en democracia, podría decirse. El mecanismo utilizado no es inconstitucional, pero si deja en claro que las prioridades de muchos de nuestros legisladores no son las mismas que las de las personas que habitan en los distritos que representan.

La senadora Juliana Di Tulio hizo una enumeración de algunos de los temas que quedaban en el papel sin transformarse en leyes o avanzando hacia ellas: el dictamen 650 sobre el Proyecto de Ley denominado “Alcohol Cero” que buscaba establecer la obligatoriedad de un registro alcoholímetro cero para todos los conductores de vehículos, lo que está en coherencia con las políticas de seguridad vial que ya se han implementado en algunas provincias; la “Ley Lucio”, un proyecto de capacitación obligatoria en los poderes del Estado para la detección temprana de violencia infantil. Este proyecto fue creado a raíz del caso de Lucio Dupuy -el niño que fue asesinado por su madre y su pareja- y que fue impulsado la familia de Lucio. También, obliga al Estado a realizar campañas de concientización para detectar y prevenir el maltrato y violencia contra niños y adolescentes e implementar el funcionamiento de la Línea 102 en todo el territorio argentino, para denuncia y atención. Además, se establecía la reserva de identidad para proteger a quienes realicen la denuncia.

Di Tulio mencionó también la postergación del tratamiento, según el dictamen 645, del Proyecto de Certificado Único de Discapacidad, que permite evitar la reiteración de los trámites cada cierto tiempo, pues las discapacidades determinadas en ese Certificado son permanentes, no eventuales; igualmente que la obligatoriedad de la Fe de Vida para los jubilados, en tiempos en que los sistemas están preparados para alertar al ANSES cuando alguien fallece y así evitar un potencial fraude. Pero siguen exigiéndolo algunos bancos sí y otros no, con el criterio de vaya a saber uno quién, en cada caso.

El fracaso de la sesión también dejó postergado el proyecto 772, que es el dictamen llegado al Senado en revisión sobre una ampliación del Plan Nacional de Cardiopatías Congénitas para “mejorar el diagnóstico prenatal y postnatal de las cardiopatías congénitas; garantizar la tecnología necesaria para los diagnósticos y tratamiento en los servicios de maternidad y neonatología, para la detección y tratamiento oportuno de las cardiopatías congénitas; favorecer la derivación oportuna y segura a los centros de referencia; regionalizar la atención y organizar la red de derivación; y fortalecer el Registro Nacional de Tipos de Cardiopatías Congénitas”.

Aunque muchos legisladores, en tiempos de cruda pandemia, impulsaron demagógicamente el aplauso popular nocturno para los trabajadores de la Salud, dejaron pasar el tratamiento de la orden del día 643 para que no paguen Impuestos a las Ganancias sobre las horas extras por las guardias.

La senadora Di Tullio -quien tiene una dolencia de ese orden- también vio como una ironía desafortunada el que quieran “quitar el orden del día 638, qué es el reconocimiento de la lengua de señas. Acabamos de cantar el Himno Nacional Argentino con la interpretación para hipoacúsicos.”

El Proyecto de Ley dice que se reconoce a la Lengua de Señas Argentina “Como una lengua natural y originaria, que conforma un legado histórico inmaterial como parte de la identidad lingüística y la herencia cultural de las personas sordas en todo el territorio de la Nación Argentina, y que garantiza su participación e inclusión plena, como así también de las personas que, por cualquier motivo, elijan comunicarse en dicha lengua”.

El Senado tampoco trató los pliegos de fiscales y defensores de la Justicia Federal con asiento en Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y Salta.

El oficialismo quiso alterar el orden del tratamiento con artimañas de barrio y la oposición eligió la disputa y la obstrucción como método de bloqueo.

Lo que queda claro -desde hace mucho y ya se vio antes en las sesiones frustradas en febrero por un supuesto avasallamiento del Ejecutivo sobre el Poder Judicial- es que les importa el poder, el espacio, el beneficio y la imposición de su pensamiento y la lucha interna, entre otras cuestiones, que les atañen solamente a ellos.

También quedó nuevamente claro que no les importás vos ni tus problemas; ni la gente que sigue muriendo por culpa de quien conduce alcoholizado, ni los niños que son víctimas impotentes de violencia, ni los abuelos, ni los discapacitados.

Aunque digan que sí, aunque salgan a refutarlo, vos sabés que no.