¡Que Dios nos libre y os guarde!, o en lo que usted crea, ya que este año recién inaugurado, no pasará inadvertido, es un año electoral, se decide el futuro de Argentina y los políticos lo saben. Serán meses movidos, a puro ritmo.

Por Natalia Aguiar

La actualidad, los problemas financieros y la cuestión social serán el eje de este año en un contexto electoral muy desfavorable para el oficialismo y para la líder actual de la fuerza al mando, Cristina Fernández.

Estará para alquilar balcones, ya que la oposición también dará que hablar y a los hechos me remito. Cruces y acusaciones entre los principales aspirantes a candidatos presidenciales, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, que no escatimaron en chispazos, mucho antes de finalizado el 2022 y todo indica que se esmerarán aún más en el 2023.

Habrá que ver cómo se posiciona Cristina en cuanto a su liderazgo político ya que tras ser acusada y condenada por la causa Vialidad, advirtió que no será candidata este año. ¿Así será? ¿Cuál es el plan oculto de la líder oficialista? ¿Podrá aunar la voluntad de los gobernadores peronistas?

Quizás por ello, la vice y su gente trabajan para plantar bandera en el Congreso y desde allí ejercer presión no sólo peronismo puertas adentro, sino también, hacia los opositores, su principal objetivo. Será un escenario muy complejo para el oficialismo y ya varios analizan que este 2023 deberán volver a ser oposición y dejar el sillón de Rivadavia a otra fuerza. Sin embargo, Cristina y su gente trabajan contrareloj para cambiar el destino fatídico que las encuestas advierten. Cristina no se da por vencida pero analiza ambos frentes, perder y volverse una fuerte oposición, y de ganar, hacer un cambio drástico en la estrategia de gobierno. Esta última, por ahora, es sólo un deseo, una gran utopía. Pero ella no se rinde, y algo trae entre mangas.

Una de las pocas personas que en estos días de celebraciones trabajó en el Senado fue Cristina Fernández, quizás porque no tiene tiempo que perder.

Carlos Heller, Juliana Di Tullio, Oscar Parrilli y Mariano Recalde, no descansan y acompañan a Cristina en esta nueva etapa de contraataque. La mayoría de los senadores y diputados, en sus provincias y con sus familias por estos días.
Los soldados más leales no descansan y no sólo analizan cómo quedará el Congreso a partir del año próximo, sino que planean el futuro más cercano.

Guerra declarada

Alberto Fernández, ya lanzó la embestida contra la Corte Suprema y advirtió que iniciará juicio político al presidente del cuerpo, Horaco Rosatti. Este hombre fue Ministro de Obras Públicas de Néstor Kirchner y cuando quisieron involucrarlo en cosillas turbias, dio el portazo y se fue. Luego volvió a la palestra , como ministro de la máxima instancia judicial argentina, de la mano de Mauricio Macri y Elisa Carrió, quien parece haberlo propuesto.

Así pues, el kirchnerismo dará batalla y Alberto lanzó la primera artillería pesada. Van contra la Justicia. Una vez más, el kirchnerismo no acepta la letra de la ley y pretende cambiarla a su gusto y parecer. Ahora Alberto Fernández y gobernadores pedirán el juicio político del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti. El mandatario solicitará “que se investigue su conducta en el desempeño de sus funciones”; Así lo detalló en un mensaje de buenos augurios para el año que comienza. Si así empieza, como terminará.

Todo esto por el conflicto de la coparticipación y la resolución judicial que benefició a la ciudad de Buenos Aires. “He convocado a los señores gobernadores que acompañaron al Estado Nacional en su planteo contra la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para que, en conjunto, impulsemos el juicio político al presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Horacio Rosatti para que se investigue su conducta en el desempeño de sus funciones. También requeriremos que se investiguen las conductas de los restantes miembros del máximo tribunal”, desarrolla Fernández en el marco de un mensaje de buenos deseos para este año, publicado en el sitio oficial de la Casa Rosada.

“También ordenaré al señor Ministro de Justicia y Derechos Humanos que promueva las acciones penales pertinentes para que se investiguen los presuntos hechos de corrupción que involucrarían a funcionarios de la ciudad de Buenos Aires con empresarios contratistas de ese estado autónomo”, esgrime. El mandatario se refiere a la filtración de supuestos chats del ministro de Seguridad, Marcelo D’Alessandro, con empresarios y Silvio Robles, mano derecha de Horacio Rosatti, titular de la Corte Suprema. Al respecto, el directivo porteño señalado aseguró que no piensa renunciar a su cargo y que los presuntos intercambios son “falsos” y que es “víctima” de una maniobra de espionaje ilegal.

“Aspiro a que en este año que se inicia, mientras estemos celebrando los cuarenta años de democracia, nos pongamos de acuerdo de una vez y para siempre en construir un Estado de Derecho en el que la justicia castigue a los auténticos responsables sin que medien pactos de impunidad y en el que la política olvide para siempre las prácticas corruptas que tanto daño a su credibilidad le han causado”, concluye el presidente quizás con algunas pinceladas de olvido respecto las causas de corrupción que lideró el kirchnerismo durante los mandatos de Néstor y Cristina. Es como querer tapar el sol con un dedo. Es que no hay peor ciego que el que no quiere ver, dirían los abuelos.

Con este tenor empezamos el año sin considerar las cifras vinculadas a la pobreza, indigencia, falta de posibilidades, altas tasas de interés, altos índices de inflación que hacen la visa diaria casi imposible para un asalariado, la clase media y ya afecta a la clase alta.

A los argentinos de trabajo se les hace cada vez más difícil vivir, y los planeros llevan ventaja ante la situación económica y social.

Frente de Todos

Si bien Cristina anunció que no sería candidata a nada, Alberto Fernández aun no se bajó del proyecto 2023 para ser reelecto, y Sergio Massa, ministro de Economía, insiste en que aún no piensa en ello, pero en su entorno todos hablan de esa factibilidad. Él, en cambio, insiste en que no tiene “ni un minuto” disponible para dedicarle a ese tipo de “especulaciones”. “Para cualquier evaluación, tengo que llegar a marzo o abril”, dijo Massa en un discurso de fin de año. La Economía marcará el rumbo, pero los datos no son buenos, así que habrá que saber sortear maremotos económicos en Argentina, mientras los políticos se definen en las candidaturas.

Todo acontece en un contexto de incertidumbre, sin planes económicos y financieros certeros, ante una población desolada por la falta de trabajo, posibilidades e igualdad. Que prime la coherencia, la generosidad y la responsabilidad. Que este 2023 sea un año de concreciones y que los políticos adviertan la necesidad del otro, de los niños, de los jóvenes, de los más grandes, ya que hoy es el día, hoy se necesitan soluciones, hoy la gente debe comer, vestirse, asistir a la escuela u hospital. Es hoy, mañana es tarde. ¡Feliz 2023!