Gobierno de Salta
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La cuestión económica es la parte débil de Argentina desde hace décadas y el más frágil de los puntos del actual Gobierno. Así que claro, éste será el tema central de la pulseada política hasta llegar al cierre de la campaña presidencial 2023.

Por Natalia Aguiar

“La falta de rumbo desató esta inflación galopante”, disparó la tarde del sábado Horacio Rodríguez Larreta contra el gobierno de Alberto Fernández, al que calificó de “ineficiente” y “sin plan ni rumbo”. Pero no dudó y continuó: “Dicen una cosa a la mañana y hacen otra a la tarde”, expresó en una entrevista radial. “No tienen plan ni tienen rumbo, no se entiende lo que quieren hacer y lo más preocupante es cómo impacta eso en la inflación”, dijo el Jefe de Gobierno porteño. “La inflación está totalmente desatada, estamos en un 6% mensual, la gente ya no llega ni al fin de semana. Se mueven los precios todos los días. Tenemos 40% de pobreza, un país en el que no se invierte”, dijo Rodríguez Larreta al hablar de su “preocupación” por la situación económica del país. “No hay una estrategia de inserción en el mundo. Parece que solo somos amigos de Venezuela, de Nicaragua, de Cuba. Hemos tenido actitudes ambiguas respecto de Rusia y la invasión de Ucrania”, continuó.

“Para que la Argentina crezca tenemos que bajar la inflación, sino es imposible”, afirmó Rodríguez Larreta. También habló de la necesidad de “mejorar la educación”, “construir un país más federal” y “abrirse al mundo”. Rodríguez Larreta no dejó de hacer campaña, y destacó que están “trabajando todos juntos en un plan de Gobierno, un plan para que la Argentina vuelva a crecer, para que haya desarrollo y ese desarrollo se transforme en trabajo, para que baje la inflación”. Sobre su candidatura presidencial, esquivó el bulto, y dijo que “a las PASO van a ir todos los que quieran ser candidatos y la gente va a elegir”. Es que podría enfrentarse a Mauricio Macri que juega a las escondidas, y aún no define su candidatura. Tampoco lo hacen los demás interesados. Las internas en el PRO también están que arden.

 

“El día que nos dividimos Macri fue presidente”

El presidente Alberto Fernández dijo “El día que nos dividimos Macri fue presidente”, refiriéndose según sus propias palabras- a “la derecha maldita”, también en plena campaña personal. El mandatario alzó los guantes en el primer Congreso del Frente de Todos en la ciudad de Resistencia, Chaco. Allí, acompañado por el gobernador Jorge “Coqui” Capitanich, en medio de las tensiones del Frente de Todos, sentenció: “Nuestro enemigo es la derecha maldita que quiere volver”.

“No tenemos diferencias en las cuestiones de fondo, aparecen en las formas. El enemigo no está en el Frente de Todos, sino en la derecha maldita que quiere volver a someter al pueblo argentino”, señaló Fernández en un guiño a Cristina que aún no le atiende el teléfono, sumida en caprichos de poder.

“El día que nos dividimos Macri fue presidente. Nunca más debemos dividirnos”, reclamó Fernández a todos los peronistas, kirchneristas y a los no tanto. “Entre nosotros no hay enemigos, habrá diferencias, pero aprendimos a convivir con ellas”, agregó el mandatario en otra directa frase a la vice.

“El verdadero peligro es la derecha impiadosa que tuvo un presidente que nos endeudó como nadie se animó”. Así Fernández responsabilizó a Mauricio Macri por la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional y de una caída abrupta del salario real, de 20 puntos. “Con qué facilidad destruyeron el trabajo y el salario de los trabajadores en tan sólo cuatro años. Eso fue lo que heredamos y apenas lo empezamos a transitar nos encontramos con la pandemia”, resaltó Fernández. “No podemos dejar el poder en 2023 en manos de los que dicen que no hacen falta más universidades, porque los hijos de los pobres no van a la universidad”, continuó Alberto.

 

Los gobernadores resisten por los fondos

Las tensiones entre los mandatarios provinciales y la Casa Rosada por los fondos compensadores del Transporte, demoran el decreto por el presupuesto 2022. Los gobernadores oficialistas se sumaron a la postura del cordobés Juan Schiaretti y sus colegas de Juntos por el Cambio. Ellos impulsan un “boleto federal” sobre la base de un proyecto que está a estudio del Senado. También intentan resolver las deudas que las empresas de energía provinciales mantienen con Commesa, la administradora del mercado mayorista, aunque resulta complejo encontrar mediadores en medio del tironeo oficialista.

La decisión final está en el Congreso: “Si allí deciden que el Estado nacional tiene que hacer un aporte que equipare al 50%, nosotros acataremos”, afirmó. Hasta ahora la ampliación del Fondo Compensador se hizo por decretos de necesidad y urgencia.

Sin más efectivo, les resulta difícil a los gobernadores enfrentar cuestiones como las de los subsidios al transporte sin paros o reclamos por mejoras salariales ante la creciente inflación que oscila entre entre 70% y 80%. Quizás se sumen al relamo todas las provincias y allí el Gobierno podría verse acorralado. Es que a los gobernadores también les preocupa el malestar social ante las subas de luz y gas. A ello se suma el impuesto a las ganancias que pasó de $225.000 a $280.792. Según el ministro de Economía, Martín Guzmán, los trabajadores asalariados comenzarán a pagar Ganancias cuando el salario bruto supere los $280.792. El segundo tramo de las escalas, que irá hasta los $324.000, también tendrá beneficios en la actualización de deducciones especiales.

 

Enfrentamiento Justicialista

En este contexto de neblinas, tironeos, egoísmos y aspiraciones presidenciales, el peronismo se encuentra en una histórica encrucijada: la incertidumbre de la gestión, la tensión entre presidente y vice, la inercia de los gobernadores peronistas que sólo se unieron para pedir una Corte federal, y los intendentes bonaerenses que como la mayoría de la dirigencia peronista, se inclinan más por salvarse como puedan en la puja de poder. Alberto está bien parado -según algunos cercanos-, aunque aislado como nunca y en permanente defensa de Martín Guzmán. Cristina inquieta y desafiante ante la falta de respuestas a sus pedidos y condicionamientos. La CGT analiza un paro contra el Gobierno, aunque tras el anuncio de Ganancias parece haberse diluido, por el momento.

La unión que fortaleció al Frente de Todos para ganar las presidenciales en 2019, ya no es tal. Lo cual hace que se posicionen mucho mejor los candidatos de Juntos por el Cambio, quienes mantienen internas propias al rojo vivo. “La derecha maldita” parece ser el único slogan capaz de unir al peronismo, por lo menos para las fotos. Cristina presiona y acorrala. La derecha avanza. Los gobernadores peronistas no encuentran brújula y la oposición tampoco cuenta con un proyecto serio de país.

Ni de un lado ni del otro dan respuesta a la creciente inflación que afecta a toda la sociedad argentina. Algunos con mayores posibilidades eligieron migrar a Uruguay, otros trataron de sacar el dinero del país, mientras a la clase media y baja se le complica cada vez más y más llenar el carrito del supermercado. Casi como en el 2001, la gente camina por las góndolas de los supermercados vacíos, mientras los precios suben, suben y suben sin piedad. Derecha o Izquierda, sin bases sólidas para el futuro, sin un rumbo claro, ambas serán malditas.